Análisis Theatrhythm Final Bar Line, un completísimo homenaje a Final Fantasy (Switch, PS4)

Hace una década Square Enix lanzó Theatrhythm Final Fantasy en Nintendo 3DS para celebrar los 25 años de la saga. El concepto era bastante simple, un juego de ritmo musical, pero solo unas pocas editoras podrían hacer algo similar con tanto contenido y calidad e incluso dedicar otro título similar y en exclusiva a Kingdom Hearts, Kingdom Hearts: Melody of Memory. La banda sonora de Final Fantasy es una garantía de calidad y aquel tributo a Nobuo Uematsu se convirtió en uno de los spin-off más peculiares del momento, una compra obligada para cualquier fan de la saga de rol. Ahora, en fechas del 35 aniversario, es el momento de disfrutar con Theatrhythm Final Bar Line.

Un viaje nostálgico lleno de ritmo

Hay más de una decena de Final Fantasy maravillosos, otros que han sido recibidos más fríamente o simplemente se han ignorado en Occidente por lanzares en móviles, pero todos coinciden en algo: las inolvidables bandas sonoras. Ya sea una localización concreta, un combate contra jefe, una canción o la melodía de una escena dramática, los jugadores de Final Fantasy tienen marcado a fuego esas partituras de Uematsu, responsable de una gran mayoría de los aproximadamente 400 temas incluidos en Theatrhythm Final Bar Line –todavía más con el contenido descargable-. Sí, no nos olvidamos de Final Fantasy XII con Hitoshi Sakimoto, Final Fantasy XIII con Masashi Hamauzu, Final Fantasy XIV con Masayoshi Soken o Final Fantasy XV con Yoko Shimomura, entre otros ejemplos, pero la saga le debe mucho al compositor original.

La opción principal Theatrhythm, Misiones de Serie, nos propone repasar los acontecimientos más importantes de cada uno de los 15 Final Fantasy numéricos –Final Fantasy XVI se lanza en pocos meses y quizás para entonces veamos un DLC- así como otros del universo Final Fantasy VII, FF VII Remake, Mystic Quest, Final Fantasy Tactics, la saga Crystal Chronicles, la saga Dissidia, Type-0, Record Keeper, Mobius, Chocobo's Dungeon y otros spin-off; en total 46 álbumes diferentes. Inicialmente la oferta está un poco restringida así que necesitamos obtener unas llaves para desbloquear los juegos a nuestra elección. Una vez dentro del episodio se obtiene una serie de personajes de esa entrega con la que formar nuestro equipo –hay más de un centenar de héroes- y al saltar a la acción tenemos varios tipos de pruebas, aunque todas se resuelven con la pulsación de botones: logra combos, sé preciso y multiplica tu puntuación. En nuestras impresiones os contamos un poco sobre cómo funciona esto.

Las batallas simulan los combates por turnos típicos en la saga, y dependiendo de nuestro rendimiento con la música conseguimos dañar a nuestros enemigos o, si hace falta, recuperar salud. Esos protagonistas de Final Fantasy a los que nos referíamos están diferenciados en distintas clases ofensivas o curativas, suben de nivel, aprenden habilidades o lanzan invocaciones, por lo que no es tan simple como elegir a nuestros héroes favoritos sin más. La parte rolera no es excesivamente profunda pero cumple sobradamente con lo que podemos exigir a un juego de estas características y hace que no pierda de vista la temática de la saga; hasta dispone de un botón para optimizar al grupo si no quieres perder tiempo en esta gestión.

La idea general es progresar por estos momentos de cada Final Fantasy y revivir las escenas de los temas elegidos, ya sean esos combates, los "paseos" por campos –suelen ser los temas de exploración, un poco más tranquilos- o los eventos –con escenas de vídeo de fondo-; hay algunas pequeñas diferencias en la manera de jugar o la presentación, pero la mecánica siempre consiste en seguir correctamente el ritmo. Solemos encontrar más de una docena de escenarios por juego, y en algunas situaciones se puede elegir entre varias pantallas –es decir, no es necesario jugar a todos los temas para terminar su historia-.

El gameplay de Theatrhythm Final Bar Line se basa en la simplicidad de botones –vale cualquiera, frontales y gatillos- con uno o dos simultáneos, la pulsación sostenida y algún movimiento con las palancas; se inspira principalmente en los cambios vistos en la recreativa Theatrhythm: All-Star Carnival. El combate que se desarrolla en la parte inferior progresa según nuestros aciertos y errores, aunque os podemos decir que con la concentración que exige incluso en el modo más fácil se hará complicado apartar la vista de la línea musical –existe una función para ver la repetición con tranquilidad, si así lo deseas-.

Cada juego se puede completar en 30 minutos o una hora, pero hay mucho, mucho más que hacer en Theatrhythm Final Bar Line. Tenemos multitud de coleccionables –así como todo el contenido que desbloqueamos, listo para rejugar-, recompensas por cumplir unas condiciones durante el combate, el multijugador para completar los escenarios en compañía local, o incluso competir contra tres jugadores más en combates online. Si eres un aficionado a Final Fantasy todo este contenido para el museo del juego con arte, vídeos recopilatorios y demás se convierte en un incentivo muy, muy interesante, porque seguro que querrás todo de tus episodios más queridos.

Escenarios Musicales aporta todavía más temas para revivir la saga e incluye una colección de arreglos musicales o canciones, desde la épica Liberi Fatali a la emotiva Melodies of Life, el pop de Real Emotion o Why de Crisis Core. En este apartado encontrarás temas de introducción o títulos de crédito, variantes de temas míticos interpretados por The Black Mages –espera a escuchar Battle at the Big Bridge- o reinvenciones electrónicas. Y merece la pena recordar que hay ediciones especiales con música de NieR, SaGa, LIVE A LIVE y Octopath Traveler, para dar una idea del enorme potencial que tendría un juego musical de toda Square Enix.

Puede que Theatrhythm Final Bar Line no haga nada especialmente original en el apartado puramente de jugabilidad respecto a sus predecesores o la competencia, ni lo pretende, pero es difícil poner pegas a un juego que hace lo que promete y lo acompaña de una tonelada de temas memorables. Sin duda cada uno tendrá una opinión sobre la música elegida de cada juego, echará en falta un tema en concreto o señalará que entre los que pasaron el corte hay alguna por debajo de la media, pero al final se trata de dar una visión global de cada banda sonora y del viaje de cada grupo de héroes.

Un estilo gráfico continuista con pasados Theatrhythm

El aspecto gráfico de Final Bar Line es muy similar al visto en el resto de Theatrhythm Final Fantasy. No es que nos apasionen especialmente estos diseños chibi o la reinterpretación de los escenarios –en ocasiones tan simples o genéricos que pierden un poco la personalidad de los originales-, pero entendemos que Square Enix ha querido unificar el estilo de toda la saga y eso es extremadamente complicado cuando hablamos de personajes ilustrados por Yoshitaka Amano o Tetsuya Nomura, en juegos con origen pixelado, de 3D minimalista o los gráficos de los lanzamientos más modernos. Lo importante es que la "acción" y todo lo que sucede con los personajes no interfiere en la jugabilidad, y eso se consigue.

Conclusiones

Si te gustan los juegos musicales, Theatrhythm Final Bar Line es imprescindible. Y si te gusta Final Fantasy, no se nos ocurre un mejor homenaje que este. Una colección enorme dedicada a una de las sagas con mejor música de la industria, que basa gran parte de su atractivo en la nostalgia, por supuesto, pero que también ayudará a disfrutar o descubrir ese Final Fantasy que quizás todavía no has jugado, o esas versiones de temas conocidos que te habías perdido. Theatrhythm Final Bar Line es todo a lo que puede aspirar un juego de este género: un gameplay sencillo de aprender, con multijugador, rejugable y una colección abrumadora de temas musicales.

Hemos realizado este análisis en su versión de Switch con un código que nos ha proporcionado Plaion.