Análisis Super Dragon Ball Heroes: World Mission, completísimo juego de cartas (Switch, PC)
Tras más de ocho años de espera, Dragon Ball Heroes por fin ha desembarcado en Occidente. Esta exitosa recreativa de duelos de cartas lleva casi toda la década arrasando en Japón con su genial propuesta y su ingente cantidad de fanservice, hasta el punto de haber recibido incluso tres adaptaciones para Nintendo 3DS que, por desgracia, nunca pudimos disfrutar en nuestros lares.
Videoanálisis
De hecho, no sería exagerado decir que estamos hablando de uno de los principales gérmenes del renacer de Dragon Ball y de la nueva época dorada que está viviendo, ya que fue lo que renovó el interés en el País del Sol Naciente por la legendaria obra de Akira Toriyama antes de que La Batalla de los Dioses se estrenase en cines.
Por suerte, ahora nosotros también vamos a poder ser partícipes del fenómeno de Heroes gracias al lanzamiento de su nueva entrega para Nintendo Switch y PC, Super Dragon Ball Heroes: World Mission, juego con el que la saga desembarca en nuestro territorio para hacer las delicias de cualquier aficionado a las aventuras de Goku, algo de lo que podemos dar fe tras decenas de épicos combates que nos han hecho disfrutar y celebrar a lo grande una de nuestras series favoritas.
El poder del fanservice
Como decimos, esta vez nos encontramos ante un juego de rol, cartas y estrategia que nos llevará a un mundo parecido al nuestro en el que sus habitantes veneran a los héroes y las historias de este icónico manga. La moda actual en esta Tierra es un videojuego con el que los jugadores pueden invocar versiones virtuales de sus personajes favoritos para medirse en duelos contra otros fans, y tal y como podréis suponer, nosotros encarnaremos a un niño que sueña con convertirse en el mejor del mundo.
Sin embargo, los problemas no tardan en aparecer y por culpa de una serie de anomalías, algunos de los guerreros del juego comienzan a aparecer en el mundo real, desatando el caos allá por donde pasan. A fin de cuentas, a nadie le gustaría encontrarse a Cooler, Freezer o Janemba por la calle.
Esta premisa da pie a una alocada historia que es puro fanservice y que nos hará vivir todo tipo de extrañas y disparatadas situaciones, ya sea experimentando la trama del anime con una gran cantidad de cambios provocados por las anomalías o viviendo arcos argumentales completamente originales.
Si por algo destaca el título es por no cortarse un pelo a la hora de realizar experimentos de todo tipo y crear versiones alternativas e inéditas de muchos personajes, lo que nos permitirá ver cosas como a Broly transformado en Super Saiyan 4 o la versión adulta de Gotenks, siendo estos ejemplos de los más "ligeros" que podemos llegar a encontrar. Por supuesto, también hay un buen número de combatientes creados para la ocasión, así como un nuevo e interesante villano diseñado por el propio Toyotaro (el dibujante del manga de Dragon Ball Super).
Tal y como podéis ver, estamos ante una gigantesca oda tanto a la serie como al fan, y no duda en rebuscar para hacer jugables hasta los personajes más inesperados y olvidados, como la versión de Yamcha del spin-off Dragon Ball Gaiden: Reencarnarse como Yamcha, así que cuanto más os guste este universo y sepáis de él, más referencias pillaréis y más lo disfrutaréis.
Duelos de cartas
A nivel jugable todo gira alrededor de las batallas de cartas, por lo que no esperéis encontrar mucho más allá de infinidad de combates, ya que no hay exploración de escenarios, ni puzles, ni nada similar: solo una lucha tras otra. La buena noticia es que el núcleo de su jugabilidad es potentísimo y es capaz de mantener las cosas siempre frescas y divertidas por más horas que le echemos gracias a su abrumadora cantidad de contenidos y posibilidades estratégicas.
Eso sí, no os penséis que estamos ante un título de naipes coleccionables al estilo Magic the Gathering o Hearthstone, ya que cada tarjeta equivale a un personaje que formará parte de nuestro equipo. Así pues, nuestros "mazos" estarán formados por siete guerreros que siempre estarán sobre la mesa y que harán unas cosas u otras según dónde los coloquemos y los requisitos que cumplamos para activar sus diferentes habilidades.
Os será mucho más fácil de entender si pensáis en él como una especie de juego de rol con combates por turnos en el que controláis un grupo de siete luchadores, con la única diferencia de que tendréis que moverlos por el tablero para darles las órdenes en vez de usar una lista de comandos.
Nuestro objetivo para alzarnos con la victoria no es otro que el de derrotar al enemigo reduciendo sus puntos de salud a cero o acabar el quinto turno con más vida que nuestro contrincante. Un detalle importante es que la vitalidad de todos nuestros guerreros se suma para crear una única barra común, por lo que todo daño que recibamos hará que se reduzca, independientemente de quién sea el blanco de los ataques del contrario.
Las bases son mucho más sencillas de lo que podría parecer en un principio, tal y como iremos descubriendo a medida que completemos los tutoriales que encontraremos al inicio de la aventura.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el tablero se divide en dos zonas: la de ataque y la de apoyo. Si situamos a un luchador en esta última, podrá recargar sus resistencia, aunque no participará en dicho turno.
Por su parte, la zona de ataque está fragmentada en tres sectores: el más cercano a la línea de apoyo, uno intermedio y el que está junto a la parte del tablero del enemigo. El primero nos consumirá un punto de resistencia a cambio de 1.000 de poder, el segundo dos por 2000, y el tercero tres por 3000.
Cuando finalizamos la ronda de preparación de cada turno, se suma todo el poder acumulado por nuestros personajes y el del rival, y el que más haya conseguido será el que ataque primero. Además, por cada 3.000 de poder, obtendremos un punto de energía de héroe, un recurso valiosísimo que necesitaremos para que nuestros luchadores lancen sus ataques definitivos (dependiendo de la carta, necesitarán más o menos) y que no se gasta a menos que el rival haga algo para reducirlo o pongamos en práctica un comando de unidad, unas técnicas especiales que pueden realizar ciertas combinaciones de personajes.
Otra peculiaridad que tenemos que tener en cuenta es que al sufrir un ataque también nos reducen la resistencia, así que si nos quedamos con poca y nos golpean, es posible que la reduzcan a cero y, en consecuencia, nos aturdan, impidiendo que actuemos durante un turno o que nos podamos defender.
Como veis, todo esto genera una dinámica muy interesante de gestión de recursos que nos obligará a pensar muy bien qué cartas sacamos al ataque en cada ocasión y cuánto las queremos forzar, asumiendo riesgos o no según la estrategia que tengamos en mente. Eso sí, nunca dejéis la zona de ataque vacía, ya que si hacéis esto recibiréis el doble de daño.
Una vez comienza el intercambio de golpes, entra en acción un minijuego de una importancia capital: las Cargas de Impacto. Cada vez que un combatiente ataque a otro, aparecerán dos barras que se llenan y vacían y que tendremos que intentar parar en un punto más elevado que nuestro rival. Si somos atacantes, haremos daño completo y, en el caso de tener energía de héroe suficiente, lanzaremos nuestra técnica definitiva. En cambio, si el defensor es el que gana, impedirá esto último y reducirá el daño considerablemente, además de evitar caer aturdido en el caso de que tuviese poca resistencia.
A efectos prácticos, toda la mecánica de juego de Super Dragon Ball Heroes se basa en lo que hemos comentado: gestionar bien nuestras cartas y recursos, y ganar todas las Cargas de Impacto que podamos, pero esta no es más que la punta del iceberg, ya que aquí las auténticas estrellas son las cartas.
Cada tarjeta es un mundo en sí mismo y tienen montones de características, detalles únicos y habilidades que tenemos que conocer al dedillo si queremos sacarles todo el partido. Unas harán ciertas cosas al estar en la zona de apoyo, otras podrán activar determinadas técnicas a partir de una ronda, algunas son compatibles y pueden fusionarse en mitad de un combate para crear un nuevo guerrero con propiedades únicas, hay muchas que pueden transformarse, otras multiplican el daño en determinadas situaciones, las hay que nos permitirán hacer ciertas cosas únicamente si hay determinados luchadores... ¡Hasta podremos invocar a Shenron!
Os podemos asegurar que no os hacéis una idea de la cantidad de habilidades, requisitos y mecánicas que existen, así que si os decimos que hay un total de 1160 cartas y 350 personajes, entenderéis fácilmente lo enormemente completo y abrumador que puede llegar a resultar.
No vamos a negar que durante las primeras horas nos sentimos incluso sobrepasados y no teníamos muy claro lo que estábamos haciendo, pero una vez el título nos hizo "clic", entramos en su dinámica y comprendimos el funcionamiento de nuestros mazos, nos enganchó de una forma que no esperábamos.
Buscar nuevos naipes y sinergias, desarrollar nuestras propias estrategias, probarlas contra la IA y contra otros jugadores, crear combos, perfeccionar nuestro estilo de juego... Todo ello hace del título una aventura que no aburre en ningún momento y que nos invita a mejorar y a experimentar sin parar.
Sumadle a esto lo divertidos y dinámicos que son los enfrentamientos, y lo bien que captan el espíritu de las batallas de Dragon Ball, y tendréis un producto con una profundidad inusitada que va mucho más allá de ser simple fanservice.
El juego de Dragon Ball más completo
Para sustentar sus fantásticos combates, el título incluye una gigantesca cantidad de interesantes contenidos divididos en varios modos que nos asegurarán diversión para meses, pues completarlo todo al 100% es una tarea que sobrepasa fácilmente el centenar de horas.
Por un lado tenemos el Modo Historia, donde viviremos una trama repleta de numerosos y complicados combates que buscarán ponernos contra las cuerdas a la mínima oportunidad. Sus desarrolladores han diseñado batallas en condiciones que casi siempre nos serán desfavorables y en las que el juego se salta sus propias reglas, obligándonos a adaptarnos a las peculiaridades de cada duelo rearmando mazos para encontrar combinaciones de naipes que nos permitan superar los escollos ante los que nos encontremos.
De hecho, en los dos capítulos finales la dificultad se dispara y llega a alcanzar cotas extremadamente frustrantes si no somos capaces de montar buenos equipos, así que vamos a tener que jugar muy bien nuestras cartas y dominar a la perfección las Cargas de Impacto para salir airosos de todo lo que nos aguarda. Eso sí, no os vamos a negar que existen ciertas combinaciones de cartas tan extremadamente poderosas que si dais con ellas harán que la aventura sea un auténtico paseo, aunque primero vais a tener que descubrir dichas sinergias y conseguir los naipes necesarios para montar dichos mazos.
Cada episodio cuenta con varios mapas por los que nos podremos mover para ir de una batalla a otra, participar en algún que otro evento e incluso explorar caminos y combates opcionales, aunque la mayoría de estos contenidos secundarios suelen requerir que los desbloqueemos cumpliendo los objetivos adicionales de ciertas misiones para que queden marcadas como "Ultracompletadas".
Estos requisitos son de todo tipo y van desde cosas como acabar un enfrentamiento en un determinado número de turnos hasta otras como terminar la batalla sin que nos aturdan a nadie o sin usar la zona de apoyo, lo que le da mucha vidilla y rejugabilidad a cada pantalla, ya que tendremos que enfocarlas de maneras muy específicas para superarlos.
En total, superar la historia principal es una tarea que nos llevará entre 35 y 40 horas si vamos al grano, aunque existen tantos combates opcionales y caminos alternativos que necesitaremos invertir muchísimo más tiempo para completarlo al 100%, especialmente si queremos conseguir todos los "Ultracompletados".
También hay que destacar que existen una serie de capítulos secundarios que desbloquearemos si conseguimos las cartas que nos indiquen. En ellos, en vez de jugar con nuestro personaje, lo haremos con nuestros compañeros, por lo que usaremos sus mazos en vez de los nuestros, obligándonos a adaptarnos a sus peculiaridades, ya que estos no se pueden modificar.
Por otra parte tenemos el Modo Arcade, donde podremos jugar las mismas historias y misiones de la recreativa. No están todas, ya que el título solo llega hasta la expansión Universe Mission 2, aunque estamos hablando de más de 20 rutas para completar, así que tenemos tarea para rato. Además de los "Ultracompletados", algunos niveles también cuentan con unos objetivos legendarios que si los cumplimos nos desbloquearán nuevas batallas.
El único detalle "molesto" que hemos encontrado en este modo es que la recreación de la experiencia de la máquina recreativa es tan fiel que tras cada partida nos llevarán de vuelta al menú principal de selección de era (como si hubiésemos agotado nuestros créditos), obligándonos a buscar de nuevo la ruta que estábamos jugando y el nivel por el que nos quedamos.
La oferta de modalidades para un jugador la completa el Modo Estadio, donde podremos participar en una serie de torneos de dificultad creciente, con sus respectivos combates preliminares y principales. Por supuesto, si caemos derrotados en alguno de ellos, nos tocará empezar desde el principio.
Otro añadido importante lo tenemos en el Modo Creación, donde podremos crear las cartas que queramos con un completísimo editor que nos dejará retocar hasta la última de sus características, desde detalles estéticos como la ilustración hasta sus efectos en la batalla, permitiéndonos diseñar todo tipo de locuras, como que un personaje se convierta en otro o utilice técnicas que no le pertenecen. Eso sí, estas tarjetas solo las podremos usar en los modos Historia y Estadio.
Además de crear naipes, también podremos hacer lo propio con las misiones, pudiendo elaborar todo tipo de batallas para posteriormente compartirlas con otros usuarios a través de internet para que intenten superarlas con la máxima puntuación posible. El editor está repleto de opciones, así que la libertad que tendremos para dar rienda suelta a nuestra imaginación es gigantesca.
Por supuesto, también se ha añadido un modo multijugador, tanto local como online. Nuestra experiencia a través de internet ha sido muy satisfactoria, con partidas normales y con rango, un sistema de emparejamientos que apenas tarda unos segundos en encontrarnos rivales, y la ausencia completa de lag, ya que todas las acciones las ejecutamos de forma local para que se suban al servidor posteriormente.
Todavía es muy pronto para hablar sobre su equilibrio, ya que hay demasiadas cartas y estrategias posibles, pero actualmente el "meta" parece estar enfocado en destrozar a nuestro rival en el primer o segundo turno con mazos que son puro daño explosivo, ya que hay combos tremendamente demoledores, aunque poco a poco se empiezan a ver más jugadores centrados en tácticas de control.
Muy justo en lo técnico
Sin duda, el apartado más flojo de todo el título lo encontramos en sus gráficos. Entendemos que estamos hablando de la adaptación a consola y PC de un juego de 2010, pero eso no quita que a día de hoy se sientan muy desfasados, tanto en lo referente a modelados como a texturas, escenarios y efectos, algo que chirría más todavía durante los vídeos y conversaciones del Modo Historia.
Eso sí, tenemos que reconocer que la recreación de los intercambios de golpes y técnicas especiales durante las batallas nos ha gustado bastante, y cumple con su cometido de captar fielmente el espectáculo tan exagerado de la serie.
Finalmente, el sonido nos deja una buena banda sonora con composiciones muy animadas y pegadizas que ambientan a la perfección las batallas, donde destacan especialmente sus diferentes temas vocales para los combates más importantes de la historia y de los torneos. Los efectos están extraídos directamente de la serie y el doblaje nos llega únicamente en japonés con subtítulos y textos en español. Eso sí, nos ha decepcionado muchísimo comprobar que casi ninguna secuencia de vídeo tiene voces y que estas, por lo general, tienen una calidad de audio muy discutible.
Conclusiones
Super Dragon Ball Heroes: World Mission es, sin duda, el juego más completo que se ha hecho jamás sobre esta exitosa serie, ofreciéndonos no solo una abrumadora cantidad de contenidos y de fanservice de calidad, sino también una jugabilidad muy adictiva, profunda y repleta de posibilidades capaz de engancharnos durante decenas de horas.
Lo que sí que tenéis que tener en cuenta es que, a pesar de sus numerosas bondades, se trata de un título pensado y diseñado por y para fans de la obra de Akira Toriyama, de modo que cuanto más os guste y sepáis sobre ella, más lo disfrutaréis y os enganchará. Así que si este es vuestro caso, no os lo penséis y dadle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para Nintendo Switch que nos ha facilitado Bandai Namco.