Análisis Red Dead Redemption en Switch: el port que una obra maestra merece (Switch)

Que una obra tan brillante como Red Dead Redemption fuese tan poco accesible en la actualidad demuestra que la industria del videojuego tiene que tomarse más en serio la conservación de sus producciones: hasta ahora sólo podíamos jugar a esta entrega de la saga en las plataformas en las que se lanzó hace 13 años (PS3 o Xbox 360) o a través de la retrocompatibilidad de Xbox One y Xbox Series X/S, donde funciona verdaderamente bien.

Para paliar (en parte) esa inaccesibilidad, Rockstar Games ha decidido publicar el juego original en nuevas plataformas a precio completo. Nada de remakes, como se venía rumoreando, ni siquiera remasterización: el mismo Red Dead Redemption que jugamos en 2010 llega ahora a PS4 y Switch, ampliando la gama de sistemas en los que podemos jugar a tan magnífico videojuego (pero dejando fuera a PC, que inexplicablemente sigue sin contar con una versión propia por el momento). En Vandal hemos podido probar ambas adaptaciones, tanto en la consola de Sony como en la de Nintendo, pero para este análisis nos centramos en la segunda por ser la más peculiar y llamativa.

¿Cómo se ve Red Dead Redemption en Nintendo Switch?

Aunque han pasado más de una década y dos generaciones desde el lanzamiento original de Red Dead Redemption, la llegada de este juego a Switch ha arqueado más de una ceja a causa del último proyecto similar que lanzó Rockstar Games en la consola de Nintendo: el preocupante rendimiento y las chocantes decisiones estéticas de Grand Theft Auto: The Trilogy - The Definitive Edition, cuyos juegos incluidos son más antiguos que el protagonizado por John Marston, han provocado que nuestras expectativas ante tan emocionante port se hayan mantenido en suspensión ante el lanzamiento del juego.

Sin embargo, ahora que hemos podido probar a fondo Red Dead Redemption en Switch, podemos confirmar que en esta ocasión no se ha caído en el mismo error que con la trilogía de GTA: la adaptación a la consola de Nintendo, que ha sido desarrollada por el estudio especializado en ports Double Eleven, es magnífica y casi sorprendente.

Decimos 'casi' porque no dudábamos de que el hardware de Switch fuese capaz de mover con soltura juegos de dos generaciones más atrás, pero sí es de esas adaptaciones que impresiona ver en la híbrida.

Al contrario que en muchos otros juegos que han llegado a Switch desde consolas más modernas, el port de Red Dead Redemption realiza pocos sacrificios gráficos y de rendimiento consiguiendo que jugar a esta versión sea igual o mejor que hacerlo a la original de PS3 y Xbox 360. En general eso es algo bueno, aunque también implica que no nos libramos de una resolución algo baja, unas texturas de calidad reducida y un framerate ya algo tosco para los estándares actuales. Siendo un juego con más de 10 años, además, no pierde esa pátina tan común en los ports tardíos a Switch.

Pero, como también suele ocurrir, nada de eso repercute negativamente en la experiencia. Tener delante el vasto Oeste de Red Dead Redemption funcionando en Switch es impactante por lo bien que recoge esta adaptación la atmósfera del juego, su iluminación y colores, el movimiento de los personajes, la vida animal... Eso no sólo no se ha perdido en el port, sino que además se mantiene con un muy buen nivel técnico en el que no encontramos apenas problemas de popping, stuttering ni ningún bug similar.

En términos generales podemos decir que es una adaptación muy buena a nivel técnico, aunque por supuesto no llega al nivel de las versiones de consolas actuales. Para este análisis hemos podido probar también la nueva adaptación a PS4 y las diferencias son palpables, como era de esperar. Está claro que nadie va a venir a Nintendo Switch buscando la mejor versión gráfica ni de rendimiento, sino unas ventajas muy concretas que sólo la híbrida puede ofrecer a día de hoy. Y tampoco es que el port se quede corto; pese a sus limitaciones, es una opción magnífica tanto para quienes quieran volver a vivir la aventura de John Marston como para quienes quieran acercarse a ella por primera vez.

¿Mantiene el tipo Red Dead Redemption 13 años después?

Desde el lanzamiento de Red Dead Redemption se han publicado muchos y muy buenos juegos de mundo abierto. Sin llegar a ser un juego especialmente rompedor, en su día supo perfeccionar muchas características que hoy consideramos estandarizadas en el género: la libertad de movimiento y decisión de afrontar ciertas misiones, la interacción con el entorno, la calidad de las secundarias… Pero quizás, sobre todo eso, la principal virtud de Red Dead Redemption fue la de conseguir un mundo creíble, atmosférico y con un plantel de personajes carismáticos independientemente de su peso en la trama.

Volver a Red Dead Redemption tanto tiempo después, y sobre todo después del excelente Red Dead Redemption 2, es un ejercicio interesante y revelador: jugándolo nos damos cuenta de cómo ha cambiado no sólo el género de la acción en mundo abierto, sino también de ciertas estructuras y decisiones de diseño que enmarcan a esta entrega en el momento de su lanzamiento original. Evidentemente tiene menor abanico de opciones de interacción y personalización que su precuela, pero al mismo tiempo presenta un tono fantástico con unos personajes que quedan grabados y una calidad en la escritura de los diálogos digna de destacar.

Jugablemente, además, sigue siendo un juego muy versátil. Los tiroteos con coberturas ofrecen diferentes posibilidades de acercamiento a cada enfrentamiento con enemigos, siempre enmarcados en escenarios diseñados con mucho acierto; el sistema de disparos, algo simple en términos generales, va ganando capas de profundidad a medida que conseguimos nuevas armas y mejoramos el Dead Eye. Por supuesto la cantidad (y calidad) de minijuegos ofrece una gama de actividades alternativas que amplían las horas que podemos dedicarle a este gran mundo abierto.

Por si fuera poco, en este relanzamiento se ha incluido Undead Nightmare, un DLC de zombis gamberro y disparatado que, además de una premisa rematadamente extraña (a día de hoy no nos imaginamos una expansión de estas características para un videojuego serio), amplía el abanico de mecánicas para ofrecer un divertido sandbox en el que tenemos que enfrentarnos a hordas de no muertos con nuevas herramientas. Todo sin olvidarse de la faceta narrativa, con descacharrantes diálogos, situaciones alocadas y personajes más peculiares todavía que en el juego base.

Conclusiones

Las implicaciones de la llegada de Red Dead Redemption a Nintendo Switch son muchas y, la mayoría, muy buenas. Una obra tan magnífica como esta debe ser accesible mientras en más plataformas mejor, incluyendo aquellas en las que jamás imaginaríamos verla como en este caso; esa misma premisa nos ofrece una reflexión algo menos positiva: en la accesibilidad no sólo debemos tener en cuenta la disponibilidad, sino también otros factores como el contenido recortado o el precio. A nivel de conservación es una pena que se hayan dejado de lado los modos multijugador, y en lo que respecta al precio, el dinero que cuesta acceder a un videojuego de hace más de 13 años puede suponer una barrera difícil de saltar para un público acostumbrado a que este tipo de relanzamientos lleguen a coste reducido.

Pero lo cierto es que el trabajo que Double Eleven ha realizado en esta adaptación ha sido magnífico, con las habituales concesiones que ya damos por hecho cuando un juego llega a la híbrida desde otras plataformas: quien lo quiera jugar en la máxima calidad gráfica no debería optar por esta versión, y quien acabe apostando por jugarlo en Switch, con las ventajas particulares de esta plataforma, ya sabe lo que tiene que sacrificar. En este caso es poco, la experiencia llega casi intacta y es en la falta de los modos multijugador donde más se nota el recorte; aunque consigue equilibrarse con el añadido del genial Undead Nightmare, un DLC muy recomendable con un estilo y un carisma que raramente podríamos ver a día de hoy en un videojuego moderno.

Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch y PS4 con códigos proporcionados por Rockstar Games.