Análisis de Need for Speed: Most Wanted (PSVITA)
Criterion es sinónimo de diversión. De juegos generalmente de velocidad bien hechos, sólidos y cuidados. Criterion es compromiso, y prácticamente una garantía de calidad para el comprador, algo que no muchas compañías pueden decir. Desde el lanzamiento de Burnout, la desaparición de Acclaim y el acuerdo con Electronic Arts, han pasado muchas cosas, pero por suerte, todas buenas. Ésta, parece ser, ha hecho que Criterion le de un soplo de aire fresco a su popular saga Need for Speed, y desde luego, no podría haber elegido a una compañía mejor.
Ya sabéis que la versión para consola y ordenadores es un producto sobresaliente, un arcade de conducción que hará las delicias de los aficionados al género y que nos ofrecerá horas de piques, carreras y exploración de un entorno abierto. Criterion reconoció que, tras ver las especificaciones técnicas de PlayStation Vita asumió el desafío de hacer una versión para esta consola, sin recurrir a estudios externos, ya que creían que podrían trasladar la experiencia de sobremesa a la consola portátil. Y lo han conseguido. Os contamos cómo.
Dominan el género, y lo saben
El estudio inglés no ha querido arriesgarse, y partido de una base que dominan para expandir la experiencia. Los juegos de conducción de mundo abierto, rara avis en el género, le sientan como anillo al dedo al concepto que Criterion propone para Need for Speed: Most Wanted. Es, abiertamente, una continuación de Burnout Paradise, que resta algo de importancia –sin llegar a olvidarse de ellos– a los takedowns para dar protagonismo a los coches reales y las persecuciones policíacas.
Todo sigue igual: carteles que romper, caminos secretos que descubrir, takedowns para hacernos con los coches de los ‘Most Wanted’ y multitud de pruebas que superar. Los que disfrutaron de Burnout Paradise sabrán lo adictivo que su planteamiento puede llegar a ser. Podemos simplemente pasear durante horas, explorar o conducir para llegar a la siguiente prueba. Sabremos lo que es ir por la calle y ver un cartel que no hemos roto o una camino por abrir, y sentir una inevitable necesidad de pegar un frenazo e ir a por él. Lo mismo sucede con los radares, que registran nuestra velocidad máxima, y la de nuestros antiguos amigos, en un punto determinado de la carretera. No sabemos por qué esta rivalidad; simplemente es algo que te pide el cuerpo.
Ahora, la adicción aumenta gracias a que la mayoría de coches están repartidos por el escenario, y tendremos que encontrarlos para poder añadirlos a nuestro garaje. Si aún os parece poco, cada prueba (algunas independientes para vehículo más otras comunes a todos) desbloquea piezas para modificar el rendimiento de nuestros vehículos, y, lo más importante, gracias a un mejorado Autolog, compara nuestra puntuación con la de nuestros amigos. Autolog no sólo compara nuestros tiempos, sino que también nos muestra los récords de salto en los carteles rotos o de velocidad los radares; y aquí es donde comienza la guerra, ya que el juego nos incita a batir las puntuaciones de los que antes de Need for Speed: Most Wanted eran nuestros amigos.
Adaptándose a PlayStation Vita
Probablemente la parte que más ha dado que hablar. Partamos de una base simple: el mero hecho de haya necesidad de comparar un juego de una portátil que lleva menos de un año en el mercado con la de consolas de sobremesa que llevan 6 ó 7 debería ser suficiente para comprender el gran trabajo hecho por Criterion. No se ve igual en PlayStation Vita que en PlayStation 3 o Xbox 360, pero de hecho, lo raro sería que lo hiciese. Independientemente de lo que haya dicho tal o sugiera cual, ahora mismo PlayStation Vita no es una PlayStation 3, pero la diferencia de Need for Speed: Most Wanted no es tan abismal como algunos podrían pensar.
Gráficamente, y a modo comparativo, vemos cómo la geometría de los escenarios ha sido reducida, y las texturas, en general, no tienen la misma resolución de la versión de sobremesa. Los daños en los coches también se han visto suavizados, y otros elementos adicionales como el follaje, la cantidad de tráfico y policía o los efectos de iluminación pierden protagonismo en la versión de PlayStation Vita. Podemos decir que Need for Speed: Most Wanted pierde espectacularidad en su versión portátil, pero es capaz de mantener la esencia.
Y es que Vita no se corta a la hora de poner detallados vehículos en pantalla, que reflejan el entorno y se iluminan de forma dinámica. Unas físicas normalmente excepcionales, principalmente a la hora de conducir, y gran variedad de efectos de partículas demuestran que Criterion no ha querido perder el gusto por el detalle. Además, la tasa de imágenes por segundo se mantiene estable, y salvo en contadísimas ocasiones, cuando se produce un auténtico caos en pantalla, no vemos mermada su fluidez de manera sensible. Need for Speed: Most Wanted tampoco ha optado por el común truco de bajar la resolución del juego drásticamente para aumentar la fluidez, y se muestra nítido en la gran pantalla de la portátil. Los gráficos no son perfectos, pero sí muy buenos para tamaño desafío técnico.
En lo que respecta al control, la jugabilidad es exquisita. Los coches responden de manera distinta en función de la configuración que les hayamos aplicado, pero siempre rápida y ágilmente a nuestras acciones. Echamos en falta la posibilidad de configurar los controles, ya que tenemos que convivir obligatoriamente con los que vienen por defecto. Parten del esquema básico actual (L – frenar, R – acelerar, y distintas acciones en los demás botones), por lo que la mayoría de jugadores estarán acostumbrados a él, pero es una opción que nunca sobra. Criterion no ha querido hacer uso innecesario de los controles táctiles, y sólo encontramos detalles como deslizar el dedo por el panel trasero para cambiar de canción.
El sonido de Need for Speed: Most Wanted vuelve a ser sobresaliente. A las melodías más metaleras se le suman otras más poperas, y el rap se une al omnipresente dub-step para ofrecer una banda sonora de lo más variado. Es posible escuchar las canciones que tenemos guardadas en la consola, por lo que si no termina de convencerte, siempre puedes optar por crear la tuya propia. Un interminable repertorio de motores, coches y sirenas se ve rematado por un gran doblaje al castellano, que nos mantendrá al tanto de todo lo que sucede en el juego. Recomendados, eso sí, unos buenos auriculares para apreciar este aspecto en todo su esplendor.
Conexión entre plataformas
Sin duda, nos habría encantado ver compra cruzada o juego cruzado entre PlayStation 3 y PlayStation Vita, pero por desgracia, aunque comprensiblemente, no contamos con ninguna de ellas. El juego cruzado dificultaría la posibilidad de jugar a las mismas misiones en distintas plataformas, principalmente, por el menor número de vehículos en PlayStation Vita. Así, los usuarios de PlayStation 3 se chocharían contra vehículos que no están presentes en la versión portátil, o serían perseguidos por más unidades de la policía.
Sí es posible, por otra parte, compartir los Speed Points. Éstos nos permiten progresar en la clasificación de los más buscados, así como desbloquear nuevas pruebas y elementos de personalización. Podemos así conseguir Speed Points en la portátil que se reflejarán en nuestro progreso de sobremesa automáticamente y viceversa, sin necesidad de configurar nada, siempre y cuando tengamos la misma cuenta de usuario en ambas consolas, obviamente. Hubiésemos querido tener la posibilidad de desbloquear vehículos en ambas plataformas de manera simultánea o algún tipo de extra por poseer ambas versiones, pero al menos contamos con el detalle de los Speed Points.
Conclusiones
El trabajo que ha hecho Criterion con Need for Speed: Most Wanted en PlayStation Vita es tal que podríamos haber hecho un "copia-pega" del análisis de la versión de sobremesa y editar algunos detalles. Muestra prácticamente el mismo número de pruebas, vehículos y modos online, además de mantener el extenso mapa de las versiones de sobremesa y añadir pruebas exclusivas portátiles. Es sólido en todos sus modos, grande y muy divertido, lleno de detalles y horas de juego tanto en solitario como en compañía a través de internet.
Como hemos dicho, la reducción de efectos gráficos y vehículos en pantalla hace que pierda espectacularidad, e incluso que facilite algunas pruebas, pero es el precio a pagar por poder llevarnos este juego en toda su grandeza a cualquier parte. Es sin duda una gran adaptación, que sienta las bases para juegos venideros y deja la puerta abierta al futuro de la saga en PlayStation Vita; y a nosotros deseando ver qué es lo próximo que pueden hacer los chicos de Criterion en esta consola. Recomendadísimo para cualquiera que aprecie los arcades de conducción y una genial opción para cualquiera con un mínimo interés en los juegos de velocidad.