Análisis de Kick & Fennick (PSVITA, PS4, Wii U, Xbox One)
Una de las ventajas de servicios como PlayStation Plus, además de la muy demandada distribución de juegos de prestigio que no amargan a nadie, es descubrir nuevos títulos que en condiciones normales no jugarías por simple desconocimiento. Uno que podría encajar en esta última categoría es Kick & Fennick, un título descargable del estudio Jaywalkers que prácticamente había pasado desapercibido en nuestro calendario hasta que fue anunciado como uno de los lanzamientos incluidos en el Plus de febrero.
Estamos ante un juego de plataformas 2D con gráficos 3D, o como se solía llamar a estos juegos 2,5D, protagonizado por Kick, un niño que despierta de un criosueño en un extraño planeta. Pronto se encontrará recorriendo unas instalaciones con un robot que acaba de conocer, Fennick.
Ambos conectan fácilmente porque Fennick puede teletransportar –salvar- a Knick, y éste desea ayudar al robot buscando una pieza nueva que necesita este compañero metálico. Es un juego sin diálogos ni voces, así que se trata de intuir este argumento con sus gestos y miradas. Es lo de menos, Kick & Fennick no pretende de contar una historia ni nada que se le parezca.
Knick no tiene ninguna habilidad especial, de hecho ni siquiera puede saltar. ¿Cómo encaja esto en un juego de plataformas? Pues gracias a un rifle que se encontrará muy pronto. Kick & Fennick tiene muy poco de acción, aunque a medida que avanzamos aparecen robots enemigos –especialmente uno muy pesado que hace de jefe- e interruptores que necesitan ser disparados, esta no es la base de jugabilidad, sino que se usa el arma de una forma curiosa, aprovechando el fuerte retroceso para saltar grandes distancias. No es casualidad que el joven camine con el cañón apuntando a sus espaldas: no es un shooter.
La mecánica consiste en apuntar en la dirección inversa a la que deseamos para salir impulsados. Hay varias ayudas extras para que esto no resulte frustrante, como un indicador de la curva que tomaremos con el disparo, la posibilidad de disparar otra vez el aire y la ralentización del tiempo mientras apuntamos –lo cual facilita corregir direcciones-. No obstante al principio parece un poco impreciso en determinados saltos y trampas de láser, pero dado que la penalización por muertes es casi nula entendemos que parte de la gracia de los saltos consiste en dominar la inercia y compensar la fuerza de la gravedad.
En los últimos niveles las plataformas se pueden complicar más de la cuenta. Ahí entra Fennick, que en el momento de morir te traslada justo a la última plataforma segura, es decir, nunca pierdes un gran tramo de juego. Las reapariciones están limitadas a la energía del robot, sin que sea escasa salvo contadas ocasiones, de ahí que terminar la aventura es simple cuestión de tiempo.
El diseño de las 45 fases, distribuidas en varios niveles, es bastante asequible y es que por un lado tenemos que se trata de un juego para todo tipo de usuarios, incluidos los más jóvenes –la propia estética ya indica que va dirigido a un público infantil- y por otro, que realmente para exprimir todo lo que ofrece hay que conseguir una serie de coleccionables que no siempre se localizan a simple vista, aunque Kick & Fennick sea un juego principalmente lineal. Sea por paredes rompibles u ocasionales rutas que se desvían con objetos, no será extraño comenzar a superar fases sin la mejor calificación, que a la larga supone rejugabilidad.
Cada fase se completa en pocos minutos y el juego en unas pocas horas, una duración correcta para este género. Además de los citados coleccionables existen más incentivos, como modos de dificultad que modifican el daño y la interfaz, que dará menos pistas del recorrido que Kick recorre con cada disparo.
Esta es la base jugable a la que se van sumando más gadgets, tipo rebotadores o portales dimensionales que dan una cierta complejidad al juego y que debemos poner a prueba en el jefe final de cada nivel. No hay ningún elemento especialmente novedoso en Kick & Fennick, pero tampoco se puede decir que abunden títulos de este tipo, sea en PS Vita o cualquier otra plataforma, y lo que hace este juego lo hace bien. El control es el punto clave para disfrutar de los retos, superando lo extraño que se hace en las primeras partidas no debería dar ningún problema.
Kick & Fennick está bien diseñado. Quizás la parte de tutorial –lo que son las fases más simples- se extiende demasiado, aproximadamente medio juego, pero cuando se van integrando los nuevos puzles entendemos que está desarrollado con inteligencia y empieza a explotar su potencial. Es un error presuponer que por el aspecto infantil no hay igual o más trabajo que con una temática más "seria".
Jaywalkers ha hecho un juego que entra por los ojos, con instalaciones futuristas y algo de vegetación para añadir colorido –recuerda un poco a Portal 2 o la serie Ratchet & Clank-, con una animación cuidada que se aprecia en las breves cinemáticas o los momentos en que la cámara toma un ángulo más cercano. En la pantalla de PS Vita se ve con muy buena resolución y para tratarse de una producción independiente no se puede exigir mucho más, agradecemos que no caiga en el manido pixel-art que a veces parece una solución rápida, no la mejor; los polígonos también pueden ser útiles con recursos modestos. La única pega que podríamos citar es que peca de ser un poco monótono por la falta de variedad en ambientes, con más localizaciones o mundos sería redondo.
El apartado sonoro pasa más desapercibido, sin voces, con sonidos típicos y una música que no suena siempre, falta algo de fuerza.
Conclusiones
Kick & Fennick es una agradable sorpresa, con una interesante idea para la jugabilidad que salvo contadas ocasiones funciona bien y es hasta cierto punto original. Desarrollando el concepto con una mayor variedad, un arranque menos lento o un control ligeramente refinado, podría dar lugar a un juego notable.
En cualquier caso, los usuarios suscritos a PS Plus deben darle una oportunidad. No hace falta ser el mejor juego del año para entretener durante unas cuantas horas.