Análisis de Dead Head Fred (PSP)
Vivimos en un tiempo donde las superproducciones se suceden ininterrumpidamente en el negocio del videojuego. Los proyectos de bajo coste apenas tienen cabida y son absorbidos por la crudeza de los grandes desarrolladores, que lejos de dar una oportunidad adhieren dichas ideas y las introducen de mala manera en un proyecto superior. Pero en ciertas ocasiones se dan una serie de elementos que sirven de pasarela para el lucimiento de pequeñas compañías. Un caso muy especial lo tenemos con la desconocida Vicious Cycle Software, en el sector desde el año 2000.
D3 Publisher vio el posible éxito de este grupo de programación y lo compró en el pasado verano. Sobre la mesa tenían un juego original y con un apartado técnico a la altura, pero lo que verdaderamente hace a Dead Head Fred un caso particular es en el uso inteligente del humor, pero eso sí, un humor ácido que deriva de los años 60´s.
Y es que desde el primer contacto con el juego vemos un panorama de lo más curioso y despampanante que guarda mucha más profundidad de la que pueda aparentar en un primer contacto.
La historia del juego, a pesar de ser incoherente, nos lleva a una lucha en busca del honor perdido y en un camino donde la venganza será siempre la primera parada. Hope Falls es una ciudad donde la corrupción viene de las manos de Ulyses Pitt, un hombre al cual no le importa exponer a peligros biológicos toda su población con tal de tenerla sumida bajo su déspota control. Así que los experimentos biológicos llevan a padecer a la población transformaciones extrañas. Nuestro protagonista Fred Neuman, un detective privado de alto nivel, decide seguir la pista a Ulyses para desbaratar sus planes futuros y darlos a conocer al resto del mundo. Pero cuando está a punto de descubrirlos es asesinado y separada su cabeza de su cuerpo para exponerla como trofeo personal del villano. Mientras, el cuerpo es arrojado a las cercanías de un reactor nuclear y recogido por el doctor Steiner, un científico loco que trabaja para el propio Ulyses pero que pretende de alguna manera hacer realidad aquellos proyectos que su amo no le permite. Y aquí comienza nuestra aventura, recién despertados en el laboratorio de Steiner, con una amnesia profunda, y un gran vacío personal derivado en la pérdida de nuestra cabeza, que ahora es solo una enorme jarra de laboratorio con liquido verde y donde nuestros ojos y cerebro yacen flotando en la misma. Así comenzaremos un camino en busca de venganza por nuestro asesinato, en busca del doctor Steiner que es apresado y en busca de nuestra querida y desaparecida cabeza.
Además del toque humorístico con que el juego nos envuelve, también su originalidad viene dada por la posibilidad que tiene nuestro personaje de cambiar su cabeza por otras. Este hecho nos dará nuevas habilidades con que resolver los numerosos puzzles presentes en el juego, y a su vez como ayuda esencial para derrotar a una serie de enemigos que son mas vulnerables a enfrentamientos con una u otras cabezas. Lejos de ofrecernos una habilidad esencial, cada cabeza nos dará un número de habilidades considerable, pudiendo hacer que cada una de ellas sea más como un personaje nuevo con sus propios movimientos que en un simple cambio adicional. A su vez el cambio entre una cabeza u otra dará un vuelco en la presencia del protagonista, y ante todo en su físico.
Comenzaremos con la cabeza "común", con la que nos despertamos en el laboratorio de Steiner, pero mientras vayamos avanzando en la aventura iremos incrementando el número de ellas. Entre las más destacadas tenemos la cabeza-cadáver, con la que podremos ingerir líquidos o gas para después utilizarlo para apagar fuego o hacer funcionar una serie de aparatos, lo que nos servirá para ir avanzando en nuestra aventura; la cabeza-calavera nos servirá para atacar de una forma más precisa lanzando pequeños huesos a nuestros adversarios a distancia; la cabeza-maniquí que nos servirá para pasar algo desapercibidos por áreas donde debamos hablar con gente para conseguir información; la cabeza-piedra que nos proporcionará fuerza bruta o la habilidad de poder caminar en el fondo del agua sin morir en el intento o la cabeza-reducción con la cual podremos empequeñecernos y así pasar por lugares inaccesibles. Y sin olvidar nuestra inicial cabeza-jarra que con solo llevarla podremos ir recuperando vida poco a poco e incluso nos permitirá hacernos invisibles temporalmente. Y por si fuera poco podremos subir de nivel a cada una de ellas para hacerlas mucho mas potentes.
El control de nuestro personaje nos llevará un tiempo dominarlo, aunque jamás lo conseguiremos del todo. Esto viene dado en que el control no es para nada lo preciso que se necesitaría para un juego que se desarrolla en tercera persona al estilo de grandes clásicos del género. La precisión en los saltos es bastante limitada y la cámara no está bien implementada en el juego, lo que nos provocará grandes dolores de cabeza a la hora de enfrentarnos con enemigos, que normalmente no vienen solos. La reiteración de intentos sucesivos por superar una serie de puzzles o enemigos será siempre producida gracias a un salto mal implementado y a una cámara automática poco inteligente. Y es que si hay algo con lo que se puede caracterizar al juego es en la repetición para superarlo. Moriremos una y otra vez, al estilo de juegos de décadas anteriores, hasta que por el mero hecho de la repetición podamos pasar un determinado punto. Pero para suerte de nosotros tendremos continuaciones infinitas y en el mapeado hay repartidos numerosos checkpoints desde donde podremos continuar una vez nos hayan mandando al otro lado. Por si el tema del salto y la cámara fuera poco para lidiar con la jugabilidad, tenemos también una elevadísima dificultad, donde los enemigos con un par de golpes pueden acabar con toda nuestra barra de vida. Además estos seres poco amigables vendrán normalmente en grupos, y los mismos demostrarán una aceptable inteligencia usando hasta movimientos especiales.
En todo caso el elenco de movimientos con que contaremos a nuestra disposición estará a buena altura. Además de los movimientos comunes como el puñetazo, patada y salto, podremos protegernos también de los enemigos, que será un aspecto que deberemos utilizar sabiamente porque con un simple "machacabotones" no podremos vencer a la mayoría, por eso necesitaremos nuestra precisión en los bloqueos y en la sabia utilización de nuestras habilidades especiales para vencerles. Y sí, tendremos habilidades especiales, pero que podremos usar de manera limitada, ya que su uso viene dado por una barra a nuestra izquierda.
El juego está enfocado a un público adulto. No solo por su violencia donde ver vísceras y sangre es algo común en su desarrollo, sino que su humor no está al alcance de todos los jugadores gracias a su no traducción al castellano. El tema de la violencia estará presente por ejemplo cuando un enemigo esté en sus últimas fuerzas y podamos literalmente arrancarle la cabeza y coleccionarla, lo que luego nos servirá para llevárselas a un personaje secundario que tendrá la función de darnos la posibilidad de poder usarla o de subir cualquier otra de nivel. Y el tema del humor viene dado por su inteligencia en su exposición, ácido, heredado de los años 60´s como comentábamos, curiosamente época donde se reproduce la historia, pero que al estar en inglés, un inglés novelesco, con dobles sentidos, gags de todo tipo y participación de varios personajes, hará que no nos enteremos totalmente de las mismas. Ni siquiera el juego esta subtitulado, bueno, solo al inglés, pero eso apenas nos ayudará. Dead Head Fred juega con los textos de una manera sublime apoyado por un doblaje profesional, hecho por John C. Mc Ginley en el papel de Fred, actor reconocido y de gran prestigio que podemos ver actualmente en España en la serie Scrubs o en películas como Platoon.
Otro gran punto del juego viene de la mano de un sonido de buen nivel de realización, con total variedad de los mismos ofreciendo incluso sonidos ambientales para interpretar mejor la situación. A la vez la música es buena acompañante de la acción, aunque se hace ciertamente repetitiva. Y mención especial al doblaje profesional de cada uno de los personajes. Como dijimos John Mc Ginley pondrá voz a nuestro protagonista, pero a su vez los personajes secundarios contarán con un doblaje de altísimo nivel y que hará las delicias de todos los amantes de la lengua inglesa. En nuestro caso en particular, aunque un doblaje al castellano era mucho pedir, sí que hubiera facilitado al menos que se hubiera subtitulado al castellano, cosa que tampoco se ha hecho.
Jugablemente tenemos los puntos negativos del juego y que le alejan de convertirse en un verdadero fuera de serie. Empezamos con la cámara automática, que funciona bastante irregularmente, y que aunque podemos moverla cuando estamos bloqueando, sí que esto no ayuda cuando tenemos que saltar de plataforma en plataforma ni tampoco en enfrentamientos con enemigos donde nos acosan por todos lados. A su vez el salto no cumple bien impulsado por el problema de la cámara, y será normal que caigamos una y otra vez por precipicios más por la dificultad del salto que por nuestra habilidad. Y por ultimo tenemos una elevadísima dificultad no configurable, donde nuestro personaje perderá la vida fácilmente una y otra vez obligándonos a repetir momentos determinados decenas de veces hasta que con tanta repetición podamos finalmente pasar. Al menos el juego nos da la posibilidad de salvar en cada momento además de ofrecernos multitud de puntos checkpoints para continuar desde ahí si morimos en el intento. Y si encima todo está en inglés como las pistas que se te van dando, la información de realización de misiones secundarias y la historia enrevesada, la cual es surrealista y ácida… no deja a este apartado en buen lugar. En todo caso las posibilidades casi infinitas de variación de habilidades en cada una de las diferentes cabezas disponibles salva y da vida a este aspecto.
Y para acabar tenemos una duración enorme del juego, no solo porque cuenta con 9 zonas a explorar muy amplias, sino que la posibilidad de realizar misiones secundarias, encontrar objetos ocultos y el tener que volver de un punto del mapeado a otro para utilizar las nuevas habilidades que hemos conseguido, lo hacen muy largo y rejugable. Lo malo es que a veces nos puede desesperar tanta repetición para pasar un punto en concreto, y eso puede bajar nuestro nivel de disfrute y convertirlo en una pequeña frustración.