Análisis Tactics Ogre Reborn, la joya de Square Enix en mejor forma que nunca (PS5, PS4, Switch, PC)
Uno de los mejores JRPG tácticos está de vuelta y, quizás, esta vez reciba el reconocimiento que merece entre el gran público. Tactics Ogre: Reborn es la remasterización con pequeñas novedades de uno de los clásicos del género, una de las muchas joyas que nos dejó Square Enix en los 90, cuando casi cada lanzamiento de la compañía era sinónimo de compra obligada. Y aunque Reborn quizás no presenta una cantidad de novedades suficientes como para calificarse de "renacido", no ha perdido un ápice de su diversión, e incluso el pulido lo convierte en la versión definitiva –en parte, gracias a la traducción oficial con textos en español-.
Una aventura con el sello inconfundible de Matsuno
Tactics Ogre es un buen ejemplo de la huella que deja Yasumi Matsuno en sus juegos: historias elaboradas y lejos de los clichés más habituales en el rol –y en concreto, el rol japonés-, trasfondos bélicos, temas políticos y personajes creíbles, ligeramente inspirado en conflictos de Europa y Asia. Como os contamos en nuestras impresiones, Tactics Ogre: Let Us Cling Together de SNES era el segundo Ogre Battle, pero se alejó de la estrategia en tiempo real de Ogre Battle: The March of the Black Queen. Después fue adaptado a otras consolas, incluyendo Sega Saturn y PlayStation, hasta que más de una década después fue remozado en PSP con una versión que traía algunas mejoras visuales y en gameplay. Reborn utiliza estos cimientos y aporta algunas novedades más.
Para quienes no jugasen a una versión previa, pero sí a otros SRPG, podemos decir que la base del gameplay es similar a otras aventuras del estilo. Su historia transcurre en Valeria, una tierra que pasó un periodo de paz pero, con la muerte del monarca Dorgalua que mantenía el conflicto entre etnias apaciguado, bakramitas, galgastaníes y walisteos se ven envueltos de nuevo en la guerra civil. Denam, su hermana Kachua y el amigo de infancia Vice, forman un grupo de resistencia que lucha por temas más cercanos a sus vidas cotidianas que a la salvación del mundo. Las elecciones morales suelen ser grises y todas las alternativas tienen ventajas e inconvenientes, incluso los personajes que podríamos encasillar en villanos tienen un honor y motivaciones. En una época en la que gran parte de JRPG parecen sucedáneos baratos de shōnen, Tactics Ogre reconciliará a muchos con el género, los personajes bien construidos y este mundo que siempre da la sensación de ser más grande de las escaramuzas en las que participamos.
A diferencia de The DioField Chronicle y juegos con movimiento más libre, Tactics Ogre utiliza una cuadrícula que representa el terreno, las diferentes alturas y los obstáculos del camino. A medida que avanzamos por el mapa del mundo, con nodos que activan eventos de historia o batallas, participaremos en combates con nuestras unidades, cada una especializada en un tipo de ataque, magias y mayor o menor desplazamiento. Aunque no vamos a profundizar mucho en el gameplay, descrito en pasados análisis, Tactics Ogre: Let Us Cling Together de PSP hizo cambios en la jugabilidad, entre ellos la posibilidad de retroceder turnos y cambiar nuestros movimientos en la batalla con el sistema El Carro, algo que permite evitar el mal rumbo de una partida; hablando de reescribir el pasado, también permite cambiar decisiones en la historia y alterar esas decisiones con impacto en los acontecimientos.
Reborn mantiene todo lo bueno y aporta varias novedades de las que hablamos en nuestro anterior artículo. Para el jugador español está esa traducción que ya de por sí justifica la reedición y su compra, incluso si el resto de apartados quedase intacto. Es una gozada disfrutar de la historia en nuestro idioma, por comodidad incluso para quienes no tengan problemas con el inglés, pero también para abrir el juego a un público que, de otra forma, quizás lo descartaría inmediatamente. Y no es un juego menor, hablamos de 50 horas, más el endgame y el contenido opcional.
Esta versión hace cambios en la inteligencia artificial –que ciertamente necesitaba un retoque- y sustituye la gestión de clases del juego de 2010 por uno de unidades –más gestión pormenorizada de personajes y por tanto, más opciones para desarrollar el grupo como deseamos-; el sistema clásico era interesante, pero sus detractores podían achacar que salvo por pequeños detalles, todos los miembros de una misma clase podían perder identidad, ser más fácilmente intercambiables.
Hay varias funciones típicas de las remasterizaciones de Square Enix que se agradecen muchísimo, como el autoguardado, cargar distintas formaciones para saltar rápidamente a la acción y la posibilidad de acelerar la partida. En las batallas con decenas de personajes se pierde tiempo esperando los turnos del enemigo, movimientos y animaciones de ataques, así que la opción de aumentar la velocidad es perfecta cuando empezamos a dominar el juego y nos anticipamos al enemigo. Seguramente se convertirá en la manera de jugar por defecto para la mayoría de usuarios.
Hay muchísimas otras mejoras pequeñas pero bienvenidas que Square Enix no ha profundizado durante su promoción y que van más allá de los cambios en el progreso. El juego informa mejor sobre nuestros enemigos, sus afinidades elementales –y si estamos aprovechándolas bien-, hay nuevas habilidades y se identifican mejor en los menús, se reubica la interfaz durante el control de las unidades, pueden aparecer cartas con potenciadores o efectos negativos temporales durante el combate –lo que requiere desplazar a un personaje y quizás modificar nuestra estrategia inicial-, hay unas cuantas opciones más para hacer zoom en la pantalla, las tiendas también se han remozado, se eliminan los combates aleatorios del mapa y ahora podemos entrenar en las maniobras si se necesita mejorar el nivel -recomendable precisamente por la desaparición de batallas aleatorias-, y claro, también se añaden limitaciones para que no se abusen de los sistemas para crear unidades que arrollen a todo un batallón.
Es cierto que a simple vista Reborn no muestra el grado de renovación de Crisis Core -Final Fantasy VII- Reunion –otro juego de PSP que llega ahora a más sistemas-, pero debajo del capó hay una gran cantidad de ajustes que transforman la experiencia, al menos para los fans que conocen una de las versiones previas. Tanto es así que a la hora de señalar dónde se queda corto Tactics Ogre: Reborn tendríamos que fijarnos en lo que no se han modificado lo suficiente. Un apartado es el visual –del que hablaremos ahora- o que la mayoría de objetivos consisten simplemente en eliminar a todos los enemigos del mapa, a un líder o proteger a un NPC. Aun así, hay nuevas misiones opcionales con las que proponernos nuevos desafíos y obtener más recompensas, suficiente para picar a los jugones. Reborn es la versión más divertida de una compra obligada para cualquiera que ame el rol táctico, o el rol en general.
Una revisión con más cambios jugables que gráficos
No sería un remaster sin mejoras en gráficos y sonido, aunque por la naturaleza del juego –gráficos pixel-art- no hay un salto enorme respecto a PSP en el apartado visual. En la banda sonora tenemos a Masaharu Iwata y Hitoshi Sakimoto, uno de nuestros compositores favoritos, y nos alegra decir que la calidad de la música orquestal es claramente mejor que en anteriores versiones. Esto, más las voces –en inglés y japonés- para todas las secuencias, hace a Reborn simplemente redondo en la ambientación sonora. La mayoría de mapas cuenta con sus propias melodías épicas, con la emoción que suele caracterizar al responsable de la música de Vagrant Story, Final Fantasy XII o Valkyria Chronicles.
La nueva versión aporta más resolución para retratos e interfaz, pero en las batallas esta mejora no es tan impactante –de hecho aplica un filtro parecido al que hemos visto en Chrono Trigger para PC y móviles que no gustará a todos-. Entendemos lo que ha querido hacer Square Enix: respetar el arte original, y es lo correcto. Para unos combates en zonas cuadriculadas no se pide más, pero sí creemos que una mayor resolución en los personajes, un redibujado –aunque fuese completamente opcional- haría más cómodo reconocer las unidades con un simple vistazo, inspirándose en las ilustraciones de Tsubasa Masao. Si ya en PSP rechinaba un poco el contraste del aspecto cartoon de las unidades con el drama de la historia o la elegancia de las ilustraciones, con Reborn se hace más evidente: habría bastado con unos sprites que mostrasen más las diferencias entre clases, compañeros y enemigos.
Conclusiones
Tactics Ogre: Reborn completa uno de los mejores juegos de rol estratégico, y no estamos exagerando nada. Aporta abundantes novedades respecto a la excelente revisión de PSP, casi todas centradas en el gameplay, pero también en la calidad del sonido y la traducción al español, haciéndolo ideal tanto para los más expertos en el género y de Tactics Ogre –son los que más disfrutarán de este pulido- como para novatos. ¿Qué mejor que entrar en los SRPG que con este clasicazo? Más espectacular, más entretenido y más recomendable que nunca.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código que nos ha proporcionado Plaion.