Análisis de WWE 2K16 (PS4, Xbox 360, PS3, PC, Xbox One)
Los saltos generacionales nunca son fáciles, algo que los chicos de Yuke's descubrieron el año pasado por las malas con WWE 2K15, probablemente una de las peores entregas de todas las que han realizado hasta la fecha de su reputada saga oficial de juegos de lucha libre. Si bien se mejoraron ciertos detalles en sus controles y mecánicas jugables, y se produjo un notable salto en su apartado técnico, nos encontramos con un título al que se le habían recortado contenidos por los cuatro costados, empezando por la ausencia de opciones en los modos de creación y terminando por una plantilla de luchadores irrisoria e insuficiente a todas luces.
Ahora, y con la lección bien aprendida, el estudio japonés regresa un año más para ofrecernos no solo un título que mejora en prácticamente todo a su antecesor, sino también el mejor y más completo juego jamás realizado sobre la WWE, por lo que si sois amantes de este deporte/espectáculo y de todo lo que lo rodea, estáis más que de enhorabuena, pues el espectáculo no ha hecho más que comenzar.
El espectáculo de la WWE
Para los que nunca hayáis jugado a un título de esta saga, decir que estamos ante un juego de lucha tridimensional pensado por y para los fans de la WWE. Esto significa que aquí lo importante no es aprenderse multitud de complejos combos y movimientos con cada personaje, sino en disfrutar de un buen combate, con mucho espectáculo y que recree de la forma más fiel posible lo que vemos cada semana en televisión.
Como decimos, los controles son muy sencillos, aunque si somos nuevos puede que nos cueste un poco hacernos a sus mecánicas, ya que su jugabilidad dista mucho de la de un juego de lucha tridimensional, ya que ni siquiera hay un botón de defensa como tal. Entre nuestras posibilidades de combate podremos pegar golpes directos como patadas o puñetazos, realizar llaves, ejecutar un movimiento personal o un remate, hacer agarres de distintos tipos y por último, pero no menos importante, contraatacar pulsando el botón correspondiente en el momento adecuado.
Hay que tener en cuenta que cada luchador tiene muchos movimientos y llaves, aunque estos se realizan de forma contextual según su posición y la nuestra, así como de la situación en la que pulsamos el botón en cuestión. De esta forma, con muy poco podemos hacer mucho y revivir perfectamente los duelos a los que nos tiene acostumbrado este deporte. Obviamente, aquí hay mucha más tela que cortar de la que en un principio podría aparentar, ya que según las habilidades de nuestra Superestrella o Diva podremos realizar acciones adicionales o modificar la forma en la que ejecutamos ciertas técnicas, dándole un pequeño toque de profundidad muy bien recibido y que hace de cada batalla algo muy entretenido y alejado de la monotonía.
Una de las grandes novedades de este año la encontramos en la inclusión de una nueva barra para medir el número de contraataques que podemos realizar. Estos siempre han sido uno de los ejes centrales de la jugabilidad de la serie, aunque los combates entre jugadores experimentados acababan por convertirse en una sucesión de contras constantes que no invitaban demasiado al juego ofensivo y que les quitaba algo de "realismo" a los enfrentamientos.
Gracias a la inclusión de este medidor, ahora no podremos abusar de ellas hasta el infinito y nos tocará gestionar con cuidado nuestra energía para contrarrestar ataques, ya que si la gastamos demasiado pronto nos quedaremos totalmente vendidos y sin capacidad de respuesta durante un buen rato cómo nuestro rival nos enganche y empiece a encadenarnos llaves, añadiendo de esta forma una dosis de estrategia a las luchas y dotándolas de un ritmo más parecido al de un combate de WWE "de verdad". Eso sí, os advertimos que el timing que nos exigen para acertar los contraataques es tremendamente exigente, por lo que os llevará mucho tiempo y práctica haceros a esta mecánica (y aun así probablemente seguiréis fallando más de una y de dos veces).
Otro detalle que hay que tener en cuenta es que aquí, a diferencia de un juego de lucha tradicional, no se obtiene la victoria vaciando la barra de energía del rival (aunque ayuda bastante) y para ganar tendremos que provocar que se rindan con una sumisión, que sean descalificados por algún motivo (como estar diez segundos fuera del ring) o conseguir inmovilizar a nuestro enemigo en el suelo con un agarre durante una cuenta de tres.
En según qué situaciones, provocaremos que aparezcan una serie de pequeños minijuegos para decidir el resultado de una acción concreta. Por ejemplo, cuando realicemos una llave de descanso, cada jugador tendrá que mover el stick para buscar un punto de presión y rellenar su medidor particular. Si el atacante gana (quien también tiene tres ataques para interrumpir al enemigo) podrá alargar la ofensiva, mientras que si es el defensor quien se lleva la victoria en el minijuego, se conseguirá soltar.
Aquí también se han realizado pequeños ajustes, con cambios en los minijuegos de Pinfall y sumisión. Ahora el primero es bastante más sencillo y fácil de medir. Cuando nos estén intentando derrotar por Pinfall veremos una barra circular que se rellenará de forma automática, obligándonos a pulsar el botón en el momento justo en el que dicho medidor pasa por encima de la zona que se resalta en él. Tenemos una oportunidad por cada una de las tres palmadas y la barra se reiniciará en cada intento, cambiando también el lugar del área a acertar, haciendo que sea mucho más intuitivo y simple de entender. Evidentemente, mientras menos vida tengamos, más difícil será la prueba a superar para que no nos derroten.
En lo que respecta al de sumisión, cuando intentemos realizar una aparecerá un círculo en pantalla con dos segmentos: uno rojo y otro azul. El objetivo del atacante (el rojo) es colocarse encima del color del contrario (azul), mientras este último intenta evitarlo a toda costa para así soltarse. Para darle algo más de estrategia, de vez en cuando aparecerá en la circunferencia un punto amarillo que dará mucha ventaja a quien lo pille y además se puede utilizar parte de nuestra barra de energía para mover nuestro segmento a mayor velocidad.
Todos los minijuegos están muy bien implementados y cuando jugamos contra nuestros amigos u otros jugadores a través de internet su resolución resulta tan divertida como emocionante, aunque como suele ocurrir con esta serie, jugar contra la IA puede llegar a resultar bastante frustrante e injusto.
Si bien un jugador depende de su habilidad y de sus reflejos para superar un minijuego, la IA solo tiene que decidir cuándo acertarlo o fallarlo, y quitando los de los agarres de descanso y ocasionalmente el de sumisión, os podemos asegurar que hacer que falle el de Pinfall es una misión complicadísima, obligándonos a realizar estrategias concretas para ganar, por lo que casi todas las batallas contra ella las terminaremos de la misma manera.
El único método que hemos encontrado para derrotarla por Pinfall es dejarla con menos de la mitad de su última barra de vida, sin energía, sin posibilidad de contra, alejarla de las cuerdas para que no se pueda agarrar a ellas, destrozarla con un movimiento personal y rezar para que no se levante durante las tres palmadas (en estas condiciones, el minijuego para no caer derrotados va a toda velocidad y la zona que tenemos que acertar es una línea tan fina que apenas se ve). Vencer con una sumisión también es posible, aunque no deja de ser una tarea bastante complicada, ya que hay veces que parece que la máquina lea nuestros movimientos con el stick para decidir hacia dónde moverse.
Todo esto que mencionamos es hablando en su nivel de dificultad normal, aunque el título incluye un menú de opciones tan brutalmente extenso que podremos ajustar la dificultad de la IA para cada minijuego y situación concreta, por lo que si vemos que sus valores por defecto nos parecen muy injustos o fáciles, podremos personalizarlos a nuestro gusto para tener enemigos que se adapten a lo que queremos de ellos. De todos modos, esto no la hace menos predecible y el hecho de que no cometa fallos sigue quitándole gran parte del encanto a los duelos que tenemos contra ella, aunque la sensación de satisfacción y euforia que transmite cada sufrida victoria contra la IA es impagable.
En lo que respecta a la plantilla de luchadores, nos alegra comunicaros que estamos ante la más extensa jamás vista en un título de la serie, con más de 120 combatientes (algunos repiten aparición para representar sus distintas épocas) entre los que escoger, todos ellos con sus entradas y movimientos característicos recreados a la perfección. Fuera de la ecuación se han quedado algunas de las divas más populares de la actualidad, así como el mítico Hulk Hogan tras haber sido expulsado de la WWE, aunque se nos hace prácticamente imposible poner queja alguna a este apartado.
Entrando ya en lo que son sus modos de juego, volvemos a tener el completísimo Modo Exhibición, donde podremos seleccionar una enorme cantidad de modalidades de combate distintas (casi cualquier tipo de batalla que hayáis visto en televisión, la vais a poder a replicar aquí), ya sea para jugar solos contra la IA o junto a nuestros amigos.
Por otra parte, el Modo Carrera, donde nos creamos un luchador para vivir nuestra propia carrera profesional, también ha sufrido un buen lavado de cara para hacerlo mucho más entretenido que el año pasado. Nuestro objetivo aquí será entrar en el Hall de la Fama de la WWE, algo para lo que tendremos que cumplir un objetivo principal o tres secundarios a lo largo de nuestra carrera profesional.
En vez de seguir una historia lineal, esta vez se ha aumentado nuestra libertad para decidir cómo progresar, pudiendo seleccionar la competición a la que nos queremos apuntar, desarrollando rivalidades y amistades, decidiendo cuando intervenir en combates ajenos, en qué momento y cómo, aliándonos con la Autoridad o luchando contra ella, etcétera. Con todo esto, al final acabamos creándonos nuestra propia historia (con dramas incluidos) en nuestro camino hacia lo más alto.
Evidentemente, en todo este proceso también tendremos que mejorar a nuestro combatiente, aumentando sus atributos (hay unos 30 para subir de forma individual) comprándole y equipándole tanto técnicas como habilidades, creando sus grupos de movimiento, contratando managers y un largo etcétera de posibilidades que le dan un toque rolero muy interesante a nuestra progresión.
Por poder, podremos definir hasta nuestro alineamiento para que nos reconozcan como un héroe o un villano, algo que se modificará según las respuestas que demos en las entrevistas que nos hagan. Decir que las preguntas en estas últimas se repiten muchísimo, apenas tienen variedad y las conversaciones que se producen suelen dar bastante vergüenza ajena (incluso para lo que es la WWE), por lo que se trata de algo muy mal implementado. Además, la posición de las respuestas siempre se corresponde con la del rasgo que nos suben, por lo que al final acaban por convertirse en un mero trámite para subir puntos de personalidad.
También hay que destacar que la cantidad de puntos que ganamos por combate para comprar mejoras y subir nuestros atributos es bajísima, lo que ralentiza muchísimo nuestro progreso, así que podéis estar seguros de que aquí vais a encontrar decenas de horas de juego por delante hasta completarlo, aunque muchas batallas se acaban repitiendo demasiado y dan la impresión de estar puestas para rellenar.
Un detalle muy divertido es que, al igual que ocurre en la "realidad", en cualquier momento podrán interrumpir nuestro combate, pegarnos una paliza antes de empezarlo, que aparezca en el ring nuestro rival actual para distraernos o que se produzca cualquier tipo de altercado inesperado que desbarate todos nuestros planes o nos fastidie un combate importante. Mucho ojo con batallas por equipo o con más de un luchador, ya que las tortas vuelan por todas partes, tanto dentro como fuera del ring, recreando a la perfección el imprevisible espectáculo habitual de este deporte.
Lo que no nos ha parecido demasiado bien llevado es el tema de las rivalidades. Si bien la interfaz se ha mejorado para poder gestionarlas con mayor facilidad, el desarrollo que tienen a lo largo de la competición está demasiado esquematizado y siempre se rigen por el mismo patrón, por lo que estas nos acabarán resultando todas iguales.
Por otra parte, el Modo Historia que se ha incluido en esta ocasión se centra en el recorrido profesional de Stone Cold Steve Austin. Aquí nos pedirán que revivamos sus combates más famosos e importantes, obligándonos a cumplir una serie de objetivos principales para ganar, así como otros secundarios para desbloquear extras y más contenidos. Todo se nos cuenta por medio de una mezcla de vídeos generados por ordenador y otros de imagen real, y lo cierto es que resulta muy entretenido, aunque el hecho de que solo se centre en esta Superestrella nos ha dejado con ganas de más, especialmente tras haber disfrutado en WWE 2K14 del fantástico modo 30 años de WrestleMania. Eso sí, esto no quita que esté plagado de momentos históricos y muy nostálgicos para cualquier fan.
Para la ocasión también regresa Universo WWE, donde se genera una competición virtual con su propio calendario, permitiéndonos simular los combates programados o jugarlos por nosotros mismos, pudiendo ver cómo se desarrollan y generan todo tipo de rivalidades y alianzas entre las Superestrellas de la WWE y cómo los resultados de los combates anteriores afectan a los siguientes. Además, las competiciones las podremos personalizar para así tener la historia que queramos.
Como era de esperar, esta vez volvemos a tener un potentísimo modo creación donde crear a nuestras Superestrellas y Divas (quienes regresan tras su ausencia el año pasado) usando para ello una ingente cantidad de herramientas y opciones de personalización. Son tantas que la media hora mínimo no os la va a quitar nadie para crear a un personaje, y eso si no queréis profundizar en los parámetros más complejos. El único problema que nos hemos encontrado aquí es que cada vez que seleccionamos una opción tenemos que pasar por un pequeño tiempo de carga, lo que hace pesadísimo el moverse por sus menús. Y todo ello sin contar con que su interfaz se podría mejorar de muchas maneras para hacerla más amigable y práctica.
Pero nuestras creaciones no se limitan únicamente a luchadores en esta entrega, ya que también podremos crear nuestros propios rings, competiciones con sus propias reglas y hasta el cinturón del campeón. Todo ello evidentemente, con un una completísima lista de opciones que nos permitirán modificar hasta el detalle más nimio.
Finalmente, tenemos un modo online con muchas posibilidades, con diferentes combates estrellas cada día y con muchas variantes entre las que seleccionar para competir. Eso sí, encontrar partida fuera de la modalidad normal de uno contra uno nos ha costado muchísimo y no han sido pocas las veces que no hemos encontrado a nadie. Al menos, las que hemos podido jugar han funcionado bastante bien en su mayoría, quitando alguna que otra con algo de lag que nos dificultaba la realización de contras.
Gráficamente se trata de un título bastante discreto para lo que pueden dar de sí las nuevas consolas, con unos modelados muy irregulares. Veremos un poco de todo, desde luchadores recreados con gran fidelidad hasta otros cuyo parecido con la realidad es, cuanto menos, cuestionable, algo que sufren especialmente las divas. El público deja también muchísimo que desear, las texturas de las pieles de los personajes tampoco están especialmente conseguidas y las animaciones cuando no estamos realizando llaves (estas sí que son muy buenas) resultan demasiado toscas.
Por desgracia, y como suele ser costumbre en la saga, el título sufre de una buena cantidad de bugs, por lo que si veis que la detección de impactos hace cosas raras, que los luchadores se teletransportan por el ring o se atraviesan unos a otros, o cuelgues de varios segundos antes de que la acción continúe, que no os extrañe. No es que suceda constantemente y por suerte no suelen afectar demasiado a la jugabilidad, llegando a resultar hasta graciosos, pero no quita que siga siendo un punto que parece que no se vaya a mejorar nunca. Como consuelo nos queda que ocurren con muchísima menos frecuencia que en entregas anteriores.
Lo que sí que brilla con luz propia es todo el mimo y cuidado que se ha puesto para recrear con toda la fidelidad posible el espectáculo propio de la WWE, simulando con gran maestría toda la parafernalia y el teatro que la rodea: las entradas, los ángulos de cámara, los momentos de las repeticiones, etcétera. Difícilmente se podría haber hecho mejor en este sentido.
El sonido nos regala una banda sonora variada y de calidad, pero demasiado escasa si solo nos queremos limitar a las canciones de base para los menús, aunque si añadís algunos de los temas principales de cada combatiente en las opciones, la cosa mejora bastante y no os cansaréis de ella tan pronto.
Los efectos son bastante buenos y el doblaje, a pesar de la ingente cantidad de comentarios distintos que tiene, acaban repitiendo las mismas frases con demasiada frecuencia para comentar nuestras jugadas. Eso sí, todo en perfecto inglés y solo veremos subtítulos en español para los vídeos, por lo que si no domináis demasiado el idioma de oída, os perderéis gran parte del atractivo de este apartado. Seguiremos esperando a que 2K Games se anime a contratar a Héctor del Mar y a Fernando Costilla, los presentadores habituales de la WWE en España, para la localización a nuestro idioma con sus divertidos comentarios.
Conclusiones
WWE 2K16 es, tal y como dijimos al principio de este análisis, el mejor y más completo juego de la WWE jamás hecho. Tenemos una abrumadora cantidad de opciones, modos, personajes y posibilidades para disfrutar durante horas y horas con los combates y el espectáculo habitual de este deporte, modalidades mejoradas en todos los frentes, y pequeñas pero importantes y acertadas novedades en lo jugable que perfeccionan y pulen la fórmula un poco más, quitándonos de golpe y porrazo la decepción del año pasado. No se libra de diversos errores, como una IA algo frustrante, bugs, modelados algo irregulares, así como otros pequeños fallos que le impiden llegar más lejos. Pero independientemente de ello y considerando todas sus virtudes, si de verdad os gusta el Pressing Catch, este es un juego que difícilmente os querréis perder.