Análisis de TrackMania Turbo (PS4, Xbox One, PC)
Los usuarios de PC amantes de la velocidad seguro que habéis disfrutado u oído hablar de Trackmania, una saga que debutó en 2004 de la mano de los franceses Nadeo, y de la que se han lanzado un gran número de entregas desde entonces, siendo un tanto esquiva para los usuarios de consolas. Una de las series de conducción arcade más peculiares del mercado, en la que mediante un completo editor podemos crear nuestros propios circuitos, descargar los diseñados por otros usuarios, y competir online contra cientos de jugadores a la vez, para intentar realizar las mejores marcas.
Este no es su debut en consolas, en 2009 y 2010 se lanzó una versión para Nintendo DS y Wii, pero sí es la primera vez que los usuarios de Microsoft y Sony van a poder comprobar de primera mano las virtudes de esta saga con TrackMania Turbo, un juego que por supuesto también llega a PC, y que se presenta como la culminación de la serie: el más completo, desafiante y divertido de todos.
Para entender por qué TrackMania Turbo es el más completo hay que explicar cómo se lanzó la anterior entrega, que fue por partes. Primero TrackMania 2: Canyon en diciembre de 2011, luego TrackMania 2: Stadium en junio de 2013, y finalmente TrackMania 2: Valley un mes después, cada episodio ofreciendo sus propios entornos con un estilo de conducción diferente, cada uno a un precio de 20 euros. En TrackMania Turbo han decido reunir todo los estilos de conducción de la saga, y tenemos los tres ya conocidos, Canyon Grand Drift, International Stadium y Valley Down and Dirty, y uno nuevo llamado Lagoon Rollercoaster.
Antes de entrar en detalle sobre los diferentes estilos de conducción, hay que aclarar que TrackMania es un juego de coches extremadamente arcade, donde no competimos por ser los primeros en una carrera, sino por conseguir los mejores tiempos y llegar a la meta en las pistas más difíciles, lo que a veces puede ser una proeza ante la complejidad de algunos trazados.
Que sea arcade no quiere decir que sea fácil, como en los mejores exponentes del género, y su aparente simplicidad jugable, utilizando solo el acelerador y el freno, esconde un juego difícil de dominar, que pondrá a prueba nuestra pericia al volante, reflejos e incluso nervios.
La dirección de los vehículos es muy sensible y para empezar a derrapar basta con dar un pequeño toque de freno, pero los errores se pagan caros en TrackMania, y es algo muy habitual perder el control y acabar dando vueltas de campana o salirnos de los circuitos en cualquiera de sus muchas curvas, saltos e incluso loopings. Cada uno de los cuatro escenarios, con una ambientación diferente, representa un estilo de juego, conduciendo un coche distinto, lo que exige que nos adaptemos a las peculiaridades de los cuatro vehículos, siendo un título fácil de jugar pero difícil de dominar.
En Canyon Grand Drift controlamos un coche estilo NASCAR, muy potente, que alcanza grandes velocidades, y con mucha facilidad para derrapar, por lo que se controla relativamente fácil. En Valley Down and Dirty conducimos una especie de buggy, con una suspensión muy elevada y preparado para saltar y recorrer todo tipo de superficies de tierra y arena, aunque es muy complicado mantener el control en los caminos más abruptos. Lagoon Rollercoaster es el nuevo escenario, con un coche de gran envergadura bastante pegado al suelo y capaz de atravesar los circuitos más imaginativos, con loopings, grandes rampas y gigantescos saltos. Y por últimos tenemos International Stadium, el estilo clásico de la saga, con un coche tipo Fórmula 1 pegado como una lapa al suelo, que ofrece la conducción más técnica, y que también está preparado para correr sobre la hierba.
El modo Campaña el mejor para iniciarse en TrackMania Turbo, con sus 200 pruebas diferentes, divididas entre los cuatro tipos de ambientaciones, con cinco series cada una, de dificultad creciente. Son pruebas muy cortas, de apenas 30 o 40 segundos como mucho, menos la quinta y décima prueba de cada serie, que nos obliga a dar tres vueltas a un circuito, teniéndonos que emplear a fondo y minimizando los fallos. Tenemos un botón para reiniciar la carrera rápidamente en cualquier momento, y si conseguir la medalla de bronce en cada prueba es bastante fácil, la medalla de plata no lo es tanto, y la de oro es realmente complicado, solo apto para los más expertos.
Para avanzar en la series de las dos primeras dificultades es suficiente ir consiguiendo medallas de bronce, pero a partir de la tercera nos exigen un mínimo de platas, y en la última de oros, por lo que las 200 pruebas de la campaña dan horas de diversión para rato. Al repartirse todos estas pruebas en cuatro escenarios tan distintos, tanto en ambientación como en jugabilidad, el modo Campaña es realmente entretenido, y siempre podemos activar el fantasma de bronce, plata u oro para que haga de liebre o nos haga compañía, mientras repetitimos una y otra vez esa prueba que tanto se nos resiste.
Circuitos infinitos y completos modos multijugador
Pero como sabéis los que estáis familiarizados con la saga el elemento diferenciador de TrackMania son sus modos multijugador y el completísimo editor de circuitos, con el que podemos crear cualquiera de las pistas que hayamos visto en el juego, también las más espectaculares incluidas en la Campaña. Para que nadie se asuste de primeras podemos usar el editor de diferentes maneras, desde la más sencilla, con pocas opciones que nos permiten crear un bonito circuito en un par de minutos, a la más completa, pudiendo definir cada detalle, tanto del trazado como del escenario que lo rodea.
Sabemos que los editores de escenarios dan pereza a muchos jugadores (a nosotros los primeros), pero merece la pena pasarse un rato por el de TrackMania Turbo y comprobar que en unos pocos minutos podemos hacer cosas bastante decentes e interesantes. Y si ni siquiera estás dispuesto a mancharte las manos unos segundos, puedes utilizar el generador aleatorio de escenarios, con el que eligiendo un par de parámetros (la hora del día y la distancia), se generan circuitos aleatoriamente, lo que es una gran idea.
¿Qué podemos hacer con las pistas que creemos? Pues compartirlas con la comunidad de jugadores, crear desafíos o salas online, para que la gente dispute partidas. En los modos multijugador de Trackmania no compites "físicamente" contra otros jugadores, sino contra sus tiempos, y las salas de juego pueden albergar hasta 100 personas a la vez, viendo en tiempo real sus fantasmas y los mejores tiempos, lo que también es bastante divertido, una manera distinta de disfrutar de un modo multijugador en un juego de coches. Cada jugador puede crear hasta 10 salas, y puede definir las reglas que quiera: el número máximo de jugadores, el modo de juego, el estilo de las pistas, la duración, y si son privadas o públicas, siendo muy versátil en ese aspecto.
No solo el online es completo, y TrackMania Turbo ha cuidado mucho los modos multijugador locales, con multitud de propuestas. Pueden jugar hasta cuatro jugadores a la vez a pantalla partida en el modo Split Screen, y en Hot Seat y Arcade pueden participar hasta 16 jugadores turnándose el mando, por ver quién consigue el mejor tiempo, teniendo vidas o créditos limitados en este último. Además hay una serie de modos multijugador ocultos, que tenemos que activar introduciendo un código de tres caracteres pulsando los cuatro botones principales del mando, por lo que es fácil ir sacándolos. No entendemos el motivo de esta excentricidad, pero nos ha hecho gracia.
Sin duda el modo de juego más peculiar de todo TrackMania es la posibilidad de que dos jugadores controlen el mismo coche, teniendo cada uno el 50% de control sobre el vehículo. Por lo que si los dos a la vez pulsan a la izquierda, el coche se moverá hacia allí, pero si cada uno pulsa hacia un lado diferente, el coche se mantendrá en el centro. Algo bastante curioso y difícil, y hasta nos permiten jugar la Campaña entera de esta manera.
Por último comentar que también han incluido grandes opciones de personalización visual en los coches, con multitud de colores, divertidos iconos, pegatinas e incluso las banderas de los países, objetos que tenemos que ir desbloqueando poco a poco en la Campaña. Y además en esta podemos picarnos con los desafíos mundiales o los que creen nuestros amigos, por lo que tenemos, aunque suene exagerado un juego prácticamente infinito en cuanto a contenidos.
Todo esto lo redondea un apartado audiovisual muy atractivo, que nos recuerda a los mejores arcades de la SEGA de los 90, con juegos como Daytona USA o Scud Race. Mucho color, grandes carteles y sonidos llamativos, unas sensaciones que ha sabido recrear muy bien Nadeo, dotándole de mucha más personalidad que sus anteriores juegos. Además todo a 60 imágenes por segundo, y con una iluminación muy cuidada, buenas físicas y detalles como que los coches se vayan desmontando en el transcurso de las carreras. Quizás lo que menos nos ha gustado es la música, un guirigay de melodías electrónicas de diferentes estilos, que tan pronto nos gustan como nos horrorizan.
Un gran arcade de conducción
La propuesta jugable de TrackMania Turbo es bastante peculiar, no es para todos los paladares, y lo mejor que podéis hacer si os ha llamado la atención todo esto que os hemos contado es que os bajéis la beta abierta, que se celebra desde hoy viernes 18 hasta el lunes 21 de marzo, en PS4 y Xbox One, y así comprobéis si os gusta este entretenido arcade de conducción. Original, adictivo, desafiante, con mucha personalidad y repleto de contenidos, estamos ante el Trackmania más completo, con un espíritu noventero que nos encanta, y que gracias a su editor de circuitos nos puede ofrecer entretenimiento para meses.
Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation 4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Ubisoft.