Análisis de The Witch and the Hundred Knight Revival Edition (PS4)
La decisión de relanzar The Witch and the Hundred Knight para PlayStation 4 parece un intento de NIS por dar una segunda oportunidad a este juego que pasó muy de puntillas por PlayStation 3. Y no es que la desarrolladora de Disgaea esté abonada al éxito comercial precisamente, pero casi siempre es garantía de calidad. Sin embargo, The Witch and the Hundred Knight tuvo una recepción más bien fría -bug de bloqueo al margen- y no parece que debiese ser la mayor prioridad del estudio en remasterizar a PS4 –ya puestos a pedir ¿qué tal los Prinny de PSP para doméstica?-.
The Witch and the Hundred Knight Revival Edition es en esencia una remasterización del original que además de la –ligera- subida en gráficos introduce algunos cambios en el contenido. Nada especialmente revolucionario, pero Revival Edition podría ser útil para aquellos interesados en el juego que por una razón u otra se quedaron con ganas de probarlo.
Ser el caballero de la bruja nunca fue tan sacrificado
Somos un insignificante demonio a las órdenes de Metallia, una malhablada bruja que nos invoca como su súbdito. Metallia vive en un pantano del que no puede marchar, razón por la que utiliza a su súbdito Hundred Knight para expandir sus dominios en las tierras cercanas. Lamentablemente somos un espíritu de tamaño diminuto y poder reducido, pero lo suficientemente hábiles para activar una serie de pilares sellados por los bosques, conquistar aldeas y derrotar a todos los enemigos que se crucen en nuestro camino.
Como os contamos en nuestro análisis, una de las particularidades de su narrativa está en la elección de respuestas durante las pantallas de diálogos –al estilo tradicional, con retratos y texto- en sentido afirmativo, negativo, indiferente o con otra pregunta. The Witch and the Hundred Knight mantiene el toque de humor de NIS, aunque en esta ocasión es menos brillante, más retorcido –a ratos, humor negro- y forzado, por lo que será más difícil empatizar con Metallia o nuestro silencioso caballero. Con personalidad, pero no necesariamente en el buen sentido –hay usuarios que lo consideraron hasta ofensivo-. Textos que por supuesto nos llegan nuevamente en inglés, y aunque tampoco es un punto fuerte para disfrutar del resto del juego, sí seremos testigos de grandes toneladas de información.
La jugabilidad consiste en explorar diferentes mapas con una vista superior mientras luchamos contra diversos enemigos con un sistema de action-RPG bastante simple en cuanto a ejecución cuando luchamos contra los monstruos básicos. En la personalización está la salsa de este sistema, pues se configuran las diferentes armas que vamos encontrando para que los combos pasen por ellas. Es decir, cada golpe corresponde a un tipo diferente de arma –espada, martillo, lanza, etc.-, cada una con su poder y rango de alcance. Combinar esto con los movimientos para esquivar y la magia hace que la aparente simpleza del combate gane varios puntos.
Los jefes son más duros, con patrones a aprender, y con ellos hay que demostrar reflejos y habilidades. Nuestros ataques no siempre son igual de efectivos, una segunda barra indica cuándo han bajado su guardia. En el momento en que desciende, el daño que causamos es mayor que en condiciones normales. Es una ayuda visual muy útil, pues estas situaciones de debilidad se corresponden con los momentos después de realizar un ataque fallido; lo que estamos haciendo es contraatacar.
A lo largo de la exploración por el mapa encontramos los famosos pilares que extienden el poder de la bruja, y ofrecen otras ventajas, como el guardado, el canjeo de puntos para subir de nivel o teletransportarse a otro punto. La puerta de salida no siempre se abre activando una simple palanca, y en esos casos es necesario encontrar una llave en otro lugar, así que la aventura nos llevará de un lado a otro de la mazmorra.
Hay otros sistemas que merece la pena mencionar aunque sea brevemente. Nuestro caballero puede visitar aldeas con población que ofrece encargos y vende equipamiento. Cada hogar puede ser asaltado y, si la lucha contra sus propietarios se salda a nuestro favor, cosechamos algún objeto extra. En el aspecto negativo, la gente se lo podría tomar a mal –¡y con razón!-, subiendo precios de sus productos. También hay un sistema de alimentación para reducir el rango de exploración continuado.
No todo funcionó bien en The Witch and the Hundred Knight, o al menos, no como se esperaba. Demasiada gestión para una jugabilidad tan limitada y repetitiva, una estrategia y narrativa que entorpece lo que podría dar lugar a un action RPG más directo y divertido. Demanda mucha paciencia para encontrar su mejor cara, y nunca alcanza las cotas del sobresaliente.
El Revival Edition
El grueso de The Witch and the Hundred Knight Revival Edition es el mismo juego que en PlayStation 3 con la habitual capa de pintura de una remasterización, pero también añade una nueva zona llamada The Tower of Illusion con nuevas recompensas. En ella podemos sacrificar nuestras armas y dependiendo de la fortaleza de este objeto el nivel de los enemigos será más alto. Como principal novedad está la posibilidad de controlar a Metallia en esta zona, donde también se pueden mejorar armas mediante alquimia. Es un extra interesante pero no como para una segunda compra, y no soluciona los problemas de fondo de la aventura principal.
Gráficamente se adapta a resolución 1080p, las 60 imágenes por segundo, gana nuevas texturas, modelados y efectos. A decir verdad, es una de las remasterizaciones donde la mejoría es menos apreciable respecto a PlayStation 3. En las comparaciones directas ofrecidas por NISA se observa que hay más focos de luz que por el color tintado proporciona más variedad al terreno –por ejemplo, un farolillo ahora colorea el césped verde-. El hecho de detectar estas diferencias sólo con lupa y las pantallas una junto a la otra ya indica que el salto no es grande.
Es incuestionable que, al tratarse de un juego muy recargado por la vegetación y la distancia con el personaje, el mayor tamaño de la imagen beneficia a la calidad en una gran pantalla, mientras que la fluidez no es -en este caso concreto por la cámara y lentitud del personaje- un factor que beneficie la jugabilidad o incluso la sensación de estabilidad. Luce bien gracias al estilo artístico, eso no está afectado por el paso del tiempo.
Pocos ajustes más a mencionar salvo que hace uso del altavoz del mando para pasar algunas voces por este canal.
Conclusiones
Mentiríamos si no dijésemos que era preferible una auténtica secuela a The Witch and the Hundred Knight Revival Edition –los rumores aparecieron tras el anuncio de esta versión-. Un juego completamente nuevo podría pulir muchos de sus flecos que el original sufre –y que se mantienen en su cambio de plataforma-, porque la base da para realizar algo mucho más ambicioso, o por lo menos, entretenido. Y Revival Edition es, salvando una nueva zona que no redime el resto del contenido, una adaptación donde las novedades apenas mejoran el conjunto.
En resumen, The Witch and the Hundred Knight es un juego irregular dentro del catálogo de NIS. La versión de PlayStation 4 es la definitiva y en caso de poder elegir, la más recomendable.
Hemos realizado el análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado NIS America.