Análisis de The Crew 2 (PS4, Xbox One, PC)
The Crew 2 ha sabido respetar las bondades de una primera parte que comenzó dubitativa, pero que evolucionó notablemente gracias a las constantes actualizaciones e inclusión de nuevo contenido. Esta segunda entrega ha pulido su jugabilidad con un control más preciso que se adapta bien a casi todas las disciplinas, encontrando ahora una enorme variedad de opciones por tierra, mar y aire.
Todo esto ha permitido al título tener una nueva personalidad y convertirse en un notable arcade de conducción.
Sin duda, es mejor que su predecesor y, aunque prioriza la cantidad frente a la calidad y su narrativa queda muy deslucida, su enorme mundo abierto que recrea los Estados Unidos al completo nos atrapa desde el primer momento.
Pilotando sin límites
La gran novedad es que ahora tenemos competiciones por tierra, mar y aire, un nuevo enfoque que aporta gran variedad y dota de personalidad al título. Dentro de estas tres categorías dispondremos de multitud de disciplinas como: motocross, drift, rally cross, drag race, competiciones en circuitos, acrobacias o, por ejemplo, carreras con lanchas. Cada una de ellas tiene un enfoque muy diferenciado y, aunque en líneas generales son divertidas, algunas modalidades tienen un diseño irregular, lo que acaba por desequilibrar la experiencia.
Otra de las grandes mejoras es la inclusión de un sistema de cambio dinámico de vehículo que nos permite elegir entre una de las tres categorías disponibles. Este puede activarse en cualquier momento dentro del viaje libre, algo que agiliza enormemente los constantes desplazamientos por este gigantesco mundo abierto. El sistema es muy intuitivo y funciona sin problemas pues, aunque a veces sufriremos algún percance con el cambio, es muy sencillo volverse a ubicar debidamente.
El control con el mando es preciso, gozando de unas físicas aceptables y de un estilo de juego puramente arcade que nos permite pilotar a velocidades de infarto, chocar contra los rivales, derrapar y hundir el botón del turbo. Además, tampoco es necesario respetar siempre los límites de la pista, por lo que es posible tomar caminos alternativos y realizar saltos espectaculares para obtener mejores recompensas. Por su parte, la inteligencia artificial de los rivales no es muy elevada y utiliza de manera descarada el recurso de acercarse o esperarnos para que las carreras sean emocionantes hasta el último segundo, un elemento de diseño muy utilizado en este tipo de videojuegos, pero que ha sido mal implementado.
Libre para conducir
El sistema de progresión ofrece una enorme libertad, ya que desde el primer momento tendremos todo Estados Unidos a nuestra disposición. Este gigantesco mundo abierto se puede recorrer con cualquier tipo de vehículo o bien utilizando el viaje rápido, por lo que seremos nosotros los que decidamos cómo queremos jugar. Si optamos por usar el viaje libre encontramos multitud de pruebas adicionales para conseguir experiencia, lo que supone un pequeño aliciente para emplear cierto tiempo en esta tarea.
Sin embargo, con el paso de las horas, cubrir estas enormes distancias se vuelve muy tedioso y perjudica enormemente a la progresión, ya que los retos y recompensas no son motivos suficientes para seguir viajando. Sin duda, es una pena que no existan más incentivos para explorar este descomunal mundo abierto, ya que gozamos de una fiel recreación del país y de un brillante acabado visual de ciudades como Las Vegas, Chicago, Detroit o Nueva York.
La familia lo es todo
En este enorme mapa encontramos cuatro familias diferentes: todoterreno, carreras callejeras, carreras profesionales y estilo libre. Cada una de ellas ofrece distintas pruebas y, aunque podemos especializarnos en las que más nos gusten, el objetivo final es completar al menos el 70% de los retos de cada familia para enfrentarnos al gran jefe y conseguir un vehículo único. Este sistema, que Ubisoft ya ha utilizado en títulos recientes como Ghost Recon: Wildlands o Far Cry 5, demuestra ser muy eficiente y nos otorga una enorme libertad.
Todas estas competiciones pueden ser disfrutadas en solitario, aunque inexplicablemente necesitaremos de conexión permanente a internet para poder jugar, una decisión innecesaria teniendo en cuenta el enfoque jugable de la propuesta. También es posible jugar online y crear equipos con hasta cuatro jugadores para viajar y cumplir misiones. Esta vertiente ha sido muy bien diseñada, con emparejamientos rápidos y sin caídas. Además, el sistema de notificaciones agiliza el proceso de unión y hace de la experiencia online el enfoque más atractivo.
El videojuego también cuenta con pruebas especiales denominadas Live Xtrem Series, las cuales tienen un estilo más dinámico y divertido. Aquí iremos cambiando entre diferentes vehículos, disfrutando con un diseño más cuidado y pequeños elementos narrativos que aportan algo de contexto. La parte negativa es que son demasiado escasas y solo podemos correrlas en solitario, por lo que nos hubiese gustado contar con más pruebas y con la opción de jugarlas online con nuestros amigos. Finalmente, existen cientos de desafíos repartidos por todo el mapa, como alcanzar una velocidad máxima al pasar por un radar, escapar de una zona o realizar un eslalon.
The Crew 2 hace gala de un sistema de progresión muy acertado, ya que iremos obteniendo dinero y seguidores al completar las distintas pruebas. Gracias al dinero compraremos vehículos y elementos de personalización, mientras que los seguidores son indispensables para desbloquear nuevas disciplinas. Además, también es posible adquirir CC (Crew Coin) pagando con dinero real, una inyección económica que puede ser muy útil para comprar vehículos y todo tipo de objetos estéticos. Sin embargo, no hay que preocuparse, ya que el avance ha sido bien medido y, aunque los micropagos pueden agilizar la experiencia, lo cierto es que las recompensas son generosas.
El elemento más llamativo de la progresión es el sistema de premios que, al más puro estilo RPG, nos obsequia con objetos de distintas rarezas (verde, azul y rosa) que usaremos para mejorar el rendimiento de los vehículos en aspectos como frenos, motor o, por ejemplo, neumáticos. Gracias a estas optimizaciones sube el nivel del vehículo y aumentan sus prestaciones, siendo el elemento clave de la progresión cuando comencemos a competir en los niveles de fama Icono.
En este sentido, el título cuenta con más de 250 vehículos de 50 marcas reales, algunas tan prestigiosas como Harley Davidson, McLaren, Porsche o Ferrari. Todos ellos han sido recreados con una enorme fidelidad audiovisual y ofrecen un rendimiento adaptado a sus características. También existe la opción de cambiar su apariencia visual con nuevos diseños y piezas. Para ello se ha incluido un potente editor, pudiendo posteriormente subir o descargar todo tipo de diseños.
Descubriendo Estados Unidos
Todos los trazados han sido construidos tomando pequeñas partes del extenso mundo abierto, por lo que, aunque en líneas generales los diseños son equilibrados, también encontramos pistas menos inspiradas y demasiado genéricas, así como ciertos problemas al interactuar con los entornos y malas señalizaciones. En esta recreación de Estados Unidos hay una gran variedad de ecosistemas (bosques, desiertos, playas, humedales, ciudades…), detallados ciclos día/noche y cambios climáticos como lluvia o niebla, lo que garantiza una experiencia variada.
La parte negativa es que el mundo abierto está bastante vacío y tiene un acabado visual muy irregular, con zonas sorprendentemente bien recreadas y otras demasiado sencillas. Las cinemáticas tampoco están a la altura, con animaciones muy básicas y un enfoque televisivo con poco carisma. También hay evidentes problemas con la distancia de dibujado, aunque el mayor lastre jugable es que en Xbox One y PlayStation 4 el título funciona a 30 imágenes por segundo, subiendo hasta 60 en la versión de PC. Por último, llega doblado al castellano y con una banda sonora destacable con canciones conocidas de grupos como Bonobo o The Black Keys.
Conclusión
The Crew 2 ha pulido la jugabilidad y ofrece una experiencia de conducción arcade muy divertida. La gran novedad es contar con distintos tipos de pruebas por tierra, mar y aire, así como la posibilidad de cambiar de vehículo en tiempo real, factores que han hecho que el videojuego sea mucho más variado. También contamos con un enorme mundo abierto repleto de competiciones, varios ecosistemas, ciudades muy conocidas y cambios meteorológicos, pudiendo movernos utilizando el viaje rápido o el desplazamiento real, una última opción que por desgracia acaba siendo muy tediosa debido a la ausencia de retos adicionales.
La inclusión de las cuatro familias (cada una especializada en varias disciplinas) ha sido un verdadero acierto, aunque la narrativa tiene poco carisma y no todas las modalidades son igual de interesantes. La obsesión por crear mucho contenido también ha repercutido a nivel jugable, con pruebas algo genéricas y trazados poco cuidados. Por su parte, la vertiente online con hasta cuatro jugadores se convierte en la mejor forma de jugar, aunque nos parece inexplicable que se requiera de conexión permanente a internet para disfrutarlo en solitario. Pese a esto, The Crew 2 es un notable título de conducción arcade cuyo nuevo enfoque jugable le ha sentado muy bien.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga digital facilitado por Ubisoft.