Análisis de Resident Evil 6 (PS4, Xbox One)
Este año se cumple el 20º aniversario de Resident Evil y la estrategia de Capcom parece bastante clara: remasterizar los clásicos para complementar los nuevos lanzamientos. En nuestro análisis de Resident Evil Zero HD comentamos que las dos etapas –tres, si consideramos a Revelations un punto intermedio- de acción y suspense son muy importantes para mantener a los seguidores, antiguos y nuevos. Con la actualización de Resident Evil –el remake-, Zero o la próxima revisión de Resident Evil 2 se apunta al corazón de los más veteranos, mientras que con las remasterizaciones de RE 4, 5 y 6 el objetivo es el bolsillo de las nuevas generaciones, o simplemente a aquellos que disfrutan de su vertiente de acción.
En un movimiento un poco extraño, nos llega primero en distribución digital Resident Evil 6 a PlayStation 4 y Xbox One, mientras que a lo largo del año lo hará Resident Evil 5 y finalmente el 4, que quizás sea para muchos el más deseado de la trilogía shooter -no obstante se ha versionado tanto que es difícil que quede alguien sin probarlo-. Los tres tienen en común el distanciamiento respecto a la fórmula original, que fue abandonada por el desgaste sufrido en sus últimas entregas a principios de los 2000.
Resident Evil 4 fue una excelente entrega, muy influyente en todo el género de la acción en tercera persona, que de Resident Evil tenía poco. A cada secuela las críticas de parte de los jugadores aumentaron, pero curiosamente el gran mercado acepta con gusto RE 5 –casi siete millones de unidades, el mejor vendido de todos- y RE 6 –supera los seis millones-. Hay una clara división de opiniones que exige a Capcom un difícil equilibrio por contentar a sus fans.
El Resident Evil más hollywoodiense
Con Resident Evil 6, gracias al éxito de sus predecesores, la hoja de ruta de la compañía pasaba por seguir con la acción, llevar al extremo su aspecto cinematográfico, potenciar la historia y sus personajes, reforzar el cooperativo –la principal novedad de RE5- y acompañarlo de unos valores de superproducción muy altos que todavía se pueden ver en esta remasterización pese a que el tiempo ha hecho mella en sus gráficos –y parte de la jugabilidad-.
Resident Evil 6 se compone de tres campañas de historia protagonizadas por parejas, más una de Ada Wong –en este remaster, desbloqueada desde un princio-, que se entrecruzan para dar una visión global de un incidente público y notorio, de una escala mucho mayor que el caso de Raccoon City. Leon S. Kennedy y Helena Harper, Chris Redfield y Piers Nivans y Jake Muller junto a Sherry Birkin se enfrentan a diversas amenazas por todo el globo y –lo más interesante-, cada historia ofrece un tipo de ambientación propia. Se pueden jugar de manera salteada, que en realidad es lo más recomendable si deseas seguir el orden de los acontecimientos cronológicamente.
En total el juego ofrece más de 20 horas en cooperativo –online o a pantalla partida-, más todos los modos extra, que da como resultado uno de los Resident Evil con más contenido de la saga. La historia de Leon es la más próxima en cuanto a temática a los primeros juegos: zombis –los lentos-, oscuridad, localizaciones interiores, dosis de terror y pequeñísimas dosis de puzle. Chris vuelve a la BSAA –una fuerza contra el bioterrorismo-, lo que nos presentará mucha más acción, presencia de soldados –una historia menos íntima- y búsqueda de la espectacularidad más gratuita.
La historia de Jake y Sherry también destaca por su acción, aunque en este caso los protagonistas no se dirigen tanto al peligro como Chris, sino todo lo contrario. Es una huida desesperada contra enemigos y una criatura persistente al estilo Nemesis. Hay alguna dosis de exploración y sigilo. Por último, la parte de Ada se cruza con el resto de personajes y también incluye sigilo, puzles o exploración.
Resident Evil 6 presentó un nuevo tipo de infectado, los J'avo, capaces de regenerar las partes del cuerpo que volamos. Lo peor es que la nueva extremidad puede ser peor, tipo tentáculos, cuchillas y transformaciones en insectos. Algo que no se puede achacar a este título es la falta de variedad de criaturas y patrones de ataque, o la pluralidad de lugares que se visitan dentro de un mismo capítulo. En poco más de una hora con Leon pasas por todo un campus universitario, callejuelas en pleno caos, la línea de metro, un cementerio y una catedral, con constantes cambios de ritmo.
Más de tres años después, hay aspectos que todavía nos gustan, pero también algunos que dejan ver sus limitaciones y que no aguantan tan bien las comparativas. En las cuestiones positivas, decir que es una aventura de acción entretenida que se disfruta más con compañía real. Eso sí, cuanto antes se asuma mejor: queda muy poco de Resident Evil clásico y no se puede valorar bajo la opinión del survival horror porque ya no lo es. El respeto que imponía encontrar un simple zombi en la mansión del primer juego aquí desaparece cuando puedes deshacerte de él con patadas de karate, codazos y llaves de judo.
Algunos de los problemas, todavía más evidentes en 2016, es que este capítulo se inspiró en muchas de las manías negativas de las superproducciones de la pasada generación, y lo hizo tarde –cuando precisamente otras sagas ya se encontraban eliminando esas mecánicas de juego-. Una ligera decepción si tenemos en cuenta que RE4 fue un juego innovador que sentó bases y en cambio RE6 recoge algunos de los puntos altos y bajos de muchos juegos de acción en tercera persona de los últimos años.
Por ejemplo, la historia. El tipo de situaciones es tan exagerado –desde el mismísimo prólogo- que muchas veces pierde el sentido del realismo. Porque, independientemente de la presencia de zombis y demás fantasías, RE4 y 5 no cruzaban la línea de la incredulidad con tanta facilidad, no al menos con los protagonistas. Tenemos también un control que se hace durillo y un sistema de coberturas poco práctico, lo cual sorprende porque en 2012 estaba más que dominado por su competencia, algo que nos llevará a jugar más al estilo de RE4: disparar respetando distancias, sin buscar resguardo.
Recordar que usa –y abusa- de los eventos de pulsaciones en todas sus variantes: machacar un botón, girar la palanca o pausar en el momento preciso. Son parte del juego y los combates, no sólo para cinemáticas. Otra mala costumbre: ayuda visual del punto al que ir, incluso en un título tan lineal como este. Como decíamos, hay vicios en RE6 más propios de lanzamientos de 2007 que de su tiempo, y eso pasa factura si descubres el juego en la actualidad.
Una remasterización sin grandes sorpresas
A grandes rasgos Resident Evil 6 para las actuales plataformas se resume en resolución de 1080p y 60 imágenes por segundo. Son las dos diferencias que más saltan a la vista respecto a las versiones de antiguas consolas. Su precio de lanzamiento -19,99 euros- es lo suficientemente bajo para ser una buena alternativa a Xbox 360 o PlayStation 3, donde se puede adquirir un poco más barato pero no lucen tan bien. La diferencia compensa si hay opción de elegir, siempre y cuando no se meta en la ecuación al PC.
Es innegable que el impacto de los gráficos ha perdido fuerza. Hay escenas donde está más apañado por el ambiente o el juego de luces y sombras, y ya hemos hablado de su gran variedad de escenarios; todavía transmite que los valores de producción fueron elevados. Por supuesto no podemos entrar en comparaciones con las aventuras más punteras de cada consola porque hay multitud de detalles donde el origen queda patente, sobre todo en los trucos utilizados para la iluminación, modelado de secundarios, etc.
Uno de los aspectos gráficos que más chirría es la calidad desigual de las texturas. Sucedía en las antiguas consolas y todavía es visible: una pared, una puerta o un objeto de cerca se ve borroso a veces canta mucho respecto a otra superficie cercana. También hemos visto algún defecto menor, un foco de luz que aparece súbitamente al acercarse a él y cosas de ese tipo. La remasterización es simplemente correcta, hay trabajos más exhaustivos y lamentablemente, también peores –los que no pasan de las 30 imágenes por segundo o todavía presentan caídas-.
Se trata de una edición definitiva, es decir, está todo el contenido descargable y hay pequeños cambios en modos o control. Así por ejemplo se ha añadido un "botón de acción automático" que simplifica los QTE, y se puede buscar una partida online por un personaje concreto, sin especificar capítulo. Hay ajuste del campo de visión de la cámara –el FOV- para más comodidad.
Están todas las apariencias, mapas de Los Mercenarios y opciones del multijugador: Asedio –lucha del lado de las criaturas o la BSAA-, Predador –lucha entre el Ustanak y los agentes-, Invasión –gana el jugador con más puntos-, Supervivientes –último superviviente en pie-. Aparece por primera vez en consolas la modalidad Sin piedad, una variante de Mercenarios donde hay que derrotar a 300 enemigos más agresivos que nunca. RE6 no recibió capítulos descargables de historia, por tanto estos extras no son imprescindibles ni justifican una recompra.
Conclusiones
A Resident Evil 6 siempre le acompañará la polémica y probablemente tanto defensores y detractores de este capítulo tengan un poco de razón. De los tres últimos principales es el más irregular: acierta en el tono para los capítulos de Leon y los personajes –no tanto en la historia- están bien llevados, y es un juego de acción no muy exigente que ofrece abundantes horas en solitario, online o cooperativo local.
No es menos cierto que la jugabilidad se encuentra en un punto muerto que pide a gritos una nueva reinvención de la saga, que podría pasar precisamente por volver a los puzles y la escasez de balas. RE6 se lanzó con detalles jugables que resultaban anticuados en su momento y que ahora no quedan mejor disimulados, al contrario.
En cuanto a la remasterización, cumple su cometido. No hay muchos cambios más drásticos que la resolución y las 60 imágenes por segundo, pero puede ser suficiente incentivo si todavía no has jugado al último capítulo principal y su enfoque aventurero no te disgusta. En definitiva, un título que pecó de demasiada ambición, variado, frenético e imperfecto que se disfruta más con la mentalidad abierta de lo que puede ser la serie.
Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation 4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media.