Análisis de Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2 (PS4, Xbox One, PC)
En 2014 el clásico tower defense para móviles de PopCap Games se convirtió en un divertido juego de acción multijugador con Plants vs. Zombies: Garden Warfare, un shooter para toda la familia que sin levantar demasiada expectación antes de su lanzamiento, se convirtió en una de las mayores sorpresas en lo que llevamos de generación. Batallas competitivas y cooperativas con mucha personalidad y carisma, un soplo de aire fresco en un género muy habituado a moverse en lugares comunes, salvo muy contadas excepciones, como este juego o Splatoon.
Dos años después llega su continuación, Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2, una secuela que ofrece más y mejor de lo mismo, con mucho contenido y que además como pasó con la primera entrega, ya han prometido que seguirán expandiendo en los próximos meses con actualizaciones gratuitas. Nuevos mapas, modos de juegos, seis nuevas clases de personajes, y lo que más nos ha gustado, un modo para un jugador bastante elaborado, que ataja una de las grandes carencias de la primera entrega. En definitiva un juego de acción divertido y muy completo, y que por ser único en el género, no ha perdido ni una pizca de frescura y originalidad dos años después.
La gran novedad: Campo de batalla del Patio
No es sencillo explicar la gran novedad de esta secuela, titulada Campo de batalla del Patio, ya que es tan original que no encontramos otros ejemplos que sirvan de referencia. Al iniciar Plants vs.
Zombies: Garden Warfare 2 (que sigue exigiendo conexión permanente a internet, aunque no suscripción a PS Plus o Xbox Live Gold para los modos de un jugador o cooperativo local), no nos recibirá el clásico menú donde elegir los modos de juego, sino que pasaremos directamente a controlar un personaje en un gran escenario, que se llama el Patio.
Aquí se encuentra la base de operaciones las plantas y la de los zombis, y una zona central donde se libran incansables batallas, con aliados y enemigos manejados por la IA. Desde la base de cualquiera de los dos bandos, moviéndonos hasta el lugar adecuado, accedemos a los distintos modos de juego, como el multijugador competitivo, el modo horda cooperativo, la selección y personalización de los personajes, nuestras estadísticas y desbloqueables, y la gran novedad, las misiones para un jugador, que forman parte de una especie de modo historia o campaña.
Muchas de ellas se desarrollan en el propio escenario del Patio, otras en mapas del multijugador, y tienen cierto contexto argumental, que como ya os podéis imaginar si conocéis esta saga, se trata de una historia disparatada y llena de humor. Hay dos campañas, una para las plantas y otra para los zombis, y hay casi 20 misiones en cada una, lo que no está mal. Las misiones al principio son relativamente variadas, teniendo que realizar ciertos objetivos como recoger un objeto mientras derrotamos a enemigos o algún jefe final, y hay alguna que otra situación que se sale de la norma, pero que no os vamos a destripar.
Hay misiones tipo horda que se desarrollan en los mapas de Operaciones de jardín, y lo bueno es que en estas creamos un equipo de cuatro personajes, y podemos alternar el control de cada uno de ellos en cualquier momento. Además estas misiones para un jugador se pueden jugar en distintos niveles de dificultad, por lo que acaba siendo una novedad que le aporta un mayor valor al producto, y lo hace más completo. La pega que le ponemos a este modo para un jugador puede sonar un poco contradictoria, y es que hemos echado de menos que no se pueda disfrutar de estas misiones de manera cooperativa, a pesar haber cooperativo local a pantalla partida en el resto de modos.
Jugando en solitario Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2 no es tan divertido, y algunas de estas misiones se nos han hecho un poco pesadas o aburridas. En cualquier caso nos alegramos de que hayan incluido una campaña, algo que le criticamos a la primera entrega, y si este modo historia se hubiera podido jugar en cooperativo, ya lo hubieran bordado. Lo que sí podemos hacer en compañía es recorrer el Patio, aunque algunas de sus actividades como ciertos minijuegos solo están disponibles para un solo jugador.
El Patio nos parece una gran idea, una forma natural de eliminar los clásicos y aburridos menús de un videojuego que tiene muchas opciones y modos, y aunque en un principio pueda parecer algo confuso al no encontrar lo que quieres a la primera, no te hará falta ni haber jugado una hora para saber dónde está todo, y ver lo cómodo que resulta moverte de un lugar a otro. Además merece la pena explorar a fondo este mundo abierto, ya que contiene algunos secretos y coleccionables bastante curiosos, así como un modo horda en la zona central que puede llegar a ser infinito, y que podemos jugar hasta con tres amigos para obtener suculentas recompensas.
Seis nuevos personajes
Junto al Patio la otra gran novedad son las seis nuevas clases de personajes, que se unen a los ocho de la primera entrega que vuelven a repetir, por lo que tenemos siete tipos de personaje en cada bando, con hasta diez variaciones en algunos casos, lo que suma un total de más de 100 personajes diferentes para elegir, que primero hay que ganárselos, desbloqueándolos comprando sobres de cromos con monedas que obtenemos jugando.
En el bando de las plantas los personajes nuevos son Pomelo, un cazarrecompensas llegado del futuro que dispara un rayo láser, que puede desplegar un escudo muy útil, y transformarse en un bola que se mueve con gran rapidez, a la que es muy difícil alcanzar. Rosa es una hechicera que utiliza una varita para lanzar cardos mágicos, puede transformar a los enemigos en cabras o paralizarlos en una trampa temporal, además de poder esfumarse de una situación comprometida con una habilidad especial. Por último Mazorca es una auténtica máquina de disparar con sus dos armazorcas de repetición, tiene un poderoso ataque aéreo y el espectacular salto de maíz, siendo un personaje muy ofensivo.
En el lado de los zombis tenemos al Capitán Mortacho, un pirata que se mueve cojeando con su pata de palo pero que tiene un gran poder ofensivo, con un disparo que puede ser de media o larga distancia dependiendo de si apuntamos o no, un loro que podemos desplegar para atacar a distancia como si se tratara de un dron, y una habilidad que le permite disparar poderosos cañonazos. Supercerebroz es un héroe que se puede abrir paso a puñetazos o con un rayo láser a distancia, y que tiene habilidades tan poderosas como un torbellino o la Superultrabola, una especie de Hadouken o Kame Hame Ha. Zombidito es un personaje pequeño pero matón, uno de los más simpáticos, portando un arma en cada mano y con la posibilidad de invocar al Z-Mech, una poderosa arma de destrucción en la que nos podemos montar, sin duda un claro guiño a Titanfall.
Estos seis personajes se suman a los de la primera entrega (Soldado, Ingeniero, Científico y All-Star por el lado de los zombis, y Lanzaguisantes, Planta carnívora, Girasol y Cactus por el de las plantas), y como hemos comentado antes tienen diferentes variaciones que cambian su aspecto de manera radical, y también el tipo de ataques, con disparos de fuego, hielo, veneno etcétera. En total un montón de personajes para elegir, para todos los gustos, y que además podemos personalizar con gran libertad, tanto visualmente, con un montón de objetos disponibles, como sus poderes y habilidades.
El sistema de progresión ha cambiado sustancialmente respecto a la primera entrega, y ahora conseguimos constantemente puntos de experiencia que suben el nivel tanto del personaje que estamos controlando como nuestro perfil de jugador, habiendo dejado los desafíos como un extra para obtener multiplicadores de puntos de experiencia t estrellas que desbloquean recompensas en el Patio. Un gran detalle es que si jugasteis al primer Plants vs. Zombies: Garden Warfare podréis importar vuestra partida recibiendo a cambio unas cuantas recompensas.
Los modos estrella de la primera entrega repiten aquí sin grandes novedades. Por un lado tenemos Operaciones de jardín, el modo horda que podemos jugar en solitario, a pantalla partida desde la misma consola junto a otro jugador, o en un equipo de cuatro a través de internet. Ocho mapas para elegir, cuatro modos de dificultad, oleadas de enemigos cada vez más numerosas y poderosas, y en definitiva mucha diversión para los que disfrutéis de este tipo de modos de juego.
La gran estrella del producto sin duda es el Multijugador, con batallas de hasta 24 jugadores, en doce mapas diferentes, seis modos de juego y con grandes opciones de personalización para crear partidas a nuestro gusto, pudiendo incluir alocadas variantes como falta de gravedad. No hay grandes novedades en los modos, repiten casi todos los de la primera entrega, y la principal novedad es Absorción de territorios, que realmente es una mezcla de dos modos que estaban anteriormente, como Jardines y cementerios y Asalto herbal. En este modo tenemos que ir conquistando zonas en un mapa en constante expansión, y aunque es el más espectacular y vibrante, personalmente nos parece que las partidas duran demasiado, a veces más de 20 minutos.
Las partidas multijugador de Plants vs. Zombies: Garden Warfare hay que advertir que son muy peculiares, tan divertidas como caóticas, y a veces tienes la sensación de que la habilidad con el gatillo no es lo realmente importante, sino sacarle provecho a las habilidades de cada personaje, saber utilizarlas en el momento adecuado, y moverte con destreza por los escenarios. Hay tantos personajes diferentes, con sus propias habilidades y armas, que las partidas son un cóctel explosivo de caos y destrucción que puede que no sea del gusto de todos. Destacar el diseño de los mapas, que nos ha gustado mucho, ya que son variados, muy vistosos y tienen un montón detalles y toques simpáticos.
Este es sin duda uno de los puntos fuertes de Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2, el humor que impregna a todo el juego, sin malicia y para todos los públicos. Una comedia que luce de escándalo gracias a un apartado gráfico realmente bueno, que quizás no valoramos en su justa medida en 2014, porque esperábamos que las nuevas consolas dieran más de sí, pero que en pleno 2016 nos parece un juego que tanto en lo técnico como en lo artístico tiene un nivel muy alto, gracias a Frostbite 3. Y con unos 60fps totalmente estables por más elementos que se acumulen en pantalla, que llegan a ser muchos.
Además es un placer ver un juego que desborda colorido y con una estética de dibujos animados tan conseguida, nos encantaría ver más títulos como este, que demuestran que los videojuegos cada vez están más cerca de alcanzar el nivel de las películas de animación. El sonido también está a la altura, con efectos y melodías muy simpáticas, que transmiten muy bien esa sensación de caos en los momentos de acción más intensos.
Un juego de acción tan diferente como necesario
Plants vs. Zombies: Garden Warfare 2 es una secuela que no ha arriesgado demasiado, pero de manera inteligente ataca una de las mayores carencias del anterior juego, la ausencia de una campaña o modo historia. Más personajes, nuevos mapas, un sinfín de desbloqueables y toneladas diversión por delante en un juego en el que uno de sus mayores valores es ser único dentro del género, cualidad que permanece inalterable dos años después. Con un gran abanico de opciones a tu disposición –multijugador competitivo, cooperativo para cuatro, pantalla partida o modos en solitario-, este juego de acción para todos los públicos vuelve a ser un completo acierto, y una opción a tener muy en cuenta si estás cansado de la misma acción multijugador de siempre.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Electronic Arts.