Análisis Mass Effect: Legendary Edition, la remasterización de una trilogía legendaria (PS4, Xbox One, PC)
Shepard, Garrus, Liara, Tali'Zorah, el Hombre Ilusorio, la Normandía, los Segadores... Estos son tan solo unos pocos nombres que ya forman parte de la historia de los videojuegos tras quedar grabados a fuego en el imaginario colectivo gracias a la trilogía original de Mass Effect, la mayor epopeya espacial de ciencia ficción que se ha hecho nunca en este hobby que tanto nos apasiona. Tres juegos de rol y acción que llegaron hace un par de generaciones y con los que pudimos vivir una historia única en un fascinante universo repleto de personajes carismáticos y con una profundidad a la que el medio no nos tiene demasiado acostumbrados. Su polémico cierre pudo gustar más o menos, pero lo que nadie puede negar es que el viaje de Shepard y su tripulación fue una experiencia de las que perduran y de las que atrapan desde el principio hasta el final, dejándonos para el recuerdo a algunos de los mejores personajes que se han escrito nunca para videojuego alguno y una cantidad de momentazos épicos que nos pusieron los pelos de punta y nos dejaron con la boca abierta. Por suerte, ahora BioWare quiere darnos la oportunidad de volver a disfrutar de uno de sus mejores trabajos en las mejores condiciones posibles, motivo por el que ha remasterizado toda la trilogía y la ha relanzado en un cuidadísimo e imprescindible recopilatorio que encantará tanto a aquellos que nunca se han subido a la Normandía como a los miembros más veteranos de la tripulación.
Videoanálisis
Una trilogía legendaria
De este modo, Mass Effect: Legendary Edition trae consigo Mass Effect, Mass Effect 2 y Mass Effect 3, así como la inmensa mayoría de los contenidos descargables de todos ellos a excepción de Estación Pináculo del primer juego. Aquí también conviene destacar que el multijugador de la tercera entrega se ha eliminado por completo, así que tampoco esperéis ninguno de los DLC relacionados con él.
Si no habéis jugado nunca a esta saga, debéis saber que se trata de una serie de títulos de ciencia ficción que combinan rol y acción en tercera persona, por lo que deberemos crear a nuestro protagonista, tomar multitud de pequeñas y grandes decisiones, conversar con muchos personajes, reforzar los vínculos con nuestra tripulación, subir de nivel, aprender nuevas habilidades, mejorar nuestro equipo y explorar un buen número de planetas mientras luchamos en intensos tiroteos.
Y todo ello mientras seguimos una historia maravillosamente escrita y conocemos a unos personajes que son puro carisma.
En lo que respecta a la remasterización como tal, lo primero que llama la atención es la manera en la que cohesiona toda la trilogía a través de un menú principal en el que podemos seleccionar el juego al que queremos jugar. De hecho, ahora se ha unificado el editor de personajes para que tenga las mismas opciones en los tres títulos, además de darnos la posibilidad de seleccionar directamente a la versión femenina estándar de Shepard en Mass Effect 1 y 2. Por supuesto, también podremos importar nuestras partidas guardadas entre cada una de las entregas para conservar a nuestro personaje y mantener el impacto de todas las decisiones que hayamos tomado, algo que podremos hacer con suma facilidad y sin problemas de ningún tipo.
Mejorando al primer Mass Effect
Si bien los contenidos y las bases jugables de cada juego se han mantenido prácticamente intactos, esto no quiere decir que en BioWare no hayan buscado introducir pequeñas mejoras y ajustes aquí y allá para hacer de la experiencia algo más actual y acorde a nuestros tiempos, lo que queda especialmente patente en el primer Mass Effect, la entrega a la que peor le ha sentado el paso de los años.
Por lo tanto, nos encontramos con que la cámara funciona mejor, la interfaz, el sistema de apuntado y los controles se han rediseñado para estar más en línea con lo visto en las secuelas, las coberturas dan menos problemas, el Mako se controla infinitas veces mejor gracias a sus nuevas físicas y manejo (además de ser más resistente y eficiente) y las armas han sufrido un reequilibrado completo que, por lo general, las hace más poderosas y precisas, además de reducir su tiempo de enfriamiento cuando esperamos a que se recarguen. Es más, podremos usar cualquier arma sin sufrir penalizadores por no ser de nuestra clase, aunque las especializaciones siguen existiendo.
Adicionalmente, se ha incluido un nuevo modo opcional que reestructura la progresión de niveles para que el máximo sea 30 en vez de 60, aunque la cantidad de experiencia necesaria para alcanzar estos límites en ambos casos es la misma, al igual que el número de puntos de talentos que recibiremos al final. El objetivo de esto es hacer que cada vez que subamos de nivel sintamos una progresión real y significativa en vez de tener que subir varios para que realmente notemos la mejora, una idea que no nos ha disgustado por lo que hemos probado y que funciona bastante bien.
Tampoco podemos olvidarnos de que unos pocos jefes se han reajustado para hacer de las batallas contra ellos algo más divertido y justo que nos permita ser más creativos con nuestras estrategias y aprovechar mejor los escenarios. Sumando estos ajustes con el reequilibrado de las armas y los controles, no resulta difícil intuir que acaban resultando algo más fáciles que en la versión original, pero mentiríamos si dijésemos que no son mucho más entretenidos ahora.
Todo esto no evita que siga siendo un juego que se queda muy por debajo de sus secuelas a la hora de combatir, lo que se hace muy patente en detalles como la nefasta IA de nuestros enemigos y aliados o la nula reacción que suelen tener los rivales a los disparos, aunque se nota que en BioWare se han tomado su tiempo para hacer que la entrega original sea más disfrutable que nunca. Y sí, quizá sea el que más anticuado se ha quedado, pero también sigue siendo el que apuesta de forma más decidida por su vertiente rolera y el que tiene mejor guion e historia. Además, como aventura nos ha vuelto a atrapar por completo gracias a su narrativa y desarrollo, lo que habla muy bien del trabajo que el estudio hizo con él en 2007. Por último, también cabe destacar que se han introducido nuevos puntos de autoguardado, así como nuevas coberturas para los lugares en los que combatimos, unos retoques que no afectan solo a la primera entrega, sino a toda la trilogía.
Una trabajada remasterización
En lo que respecta a su nuevo apartado audiovisual, tenemos que dejar claro que esto no es un remake, aunque va mucho más allá de lo que suele ser habitual en este tipo de productos. De este modo, al clásico aumento de resolución y de la tasa de imágenes por segundo debemos sumarle un nuevo sistema de iluminación y sombras que le da un toque espectacular a los planetas que visitamos, texturas totalmente descomprimidas para que luzcan a su máxima resolución, unas mejoras enormes en los shaders, en el AA y en los modelados, efectos mucho más elaborados y complejos, etcétera.
Basta con que le echéis un rápido vistazo a cualquiera de las imágenes que acompañan este artículo para que os deis cuenta de lo bien que se ve todo y de lo mucho que han mejorado los tres juegos respecto a sus versiones originales. Eso sí, sus animaciones siguen dejando que desear y son lo que más evidencian que estamos ante una trilogía con unos cuantos años ya a sus espaldas, algo que se hace especialmente evidente en los inexpresivos rostros de los personajes humanos o en la forma en la que Shepard se mueve.
Por supuesto, todos los juegos llegan a alcanzar los 4K y los 60 fps en las consolas de nueva generación, lo que se traduce en que se mueven con gran fluidez y con una calidad de imagen sobresaliente. Si tenéis curiosidad por saber las especificaciones técnicas en cada plataforma, a continuación os dejamos con una tabla que os sacará de dudas.
PlayStation 4
- Modo calidad: 1080p a 30 fps
- Modo rendimiento: 1080p a 60 fps
PlayStation 4 Pro
- Modo calidad: 4K a 30 fps
- Modo rendimiento: 1440p a 60 fps
PlayStation 5
- Modo calidad: 4k a 60 fps
- Modo rendimiento: 1440p a 60 fps
Xbox One
- Modo calidad: 1080p a 30 fps
- Modo rendimiento: 1080p a 60 fps
Xbox One X y Xbox Series S
- Modo calidad: 4K a 30 fps
- Modo rendimiento: 1440p a 60 fps
Xbox Series X
- Modo calidad: 4K a 60 fps
- Modo rendimiento: 1440p a 120 fps
Finalmente, no podemos terminar este análisis sin mencionar que el apartado sonoro también ha recibido su ración de mejoras. Si bien la banda sonora, los efectos y el doblaje inglés siguen siendo igual de sobresalientes que siempre, esta vez se ha reajustado la mezcla de audio y las pistas tienen una calidad muy superior, por lo que todo suena de forma impecable.
Conclusiones
Mass Effect: Legendary Edition es todo un ejemplo de cómo hacer una buena remasterización. En vez de ir a lo fácil, en BioWare se han tomado su trabajo muy en serio y han introducido todo tipo de mejoras y ajustes que han acabado por darle un aspecto visual increíble y acorde con los tiempos actuales, pero sin alterar lo más mínimo la esencia de los originales. Además, se han tomado la molestia de introducir un buen número de mejoras jugables y de calidad de vida para hacer que sean más agradables a los mandos y han cohesionado la saga con pequeños pero agradecidos detalles como la unificación del editor de personajes. Resumiendo, un producto imprescindible que nos ofrece una de las mejores trilogías de la historia de los videojuegos en un envoltorio de lujo, lo que equivale a más de 80 horas de puro disfrute con las que podréis revivir o descubrir por primera vez el viaje que convirtió a Shepard y a la tripulación de la Normandía en auténticas leyendas de la industria.
Hemos realizado este análisis en Xbox Series X gracias a un código de descarga que nos ha facilitado Electronic Arts.