Análisis de Late Shift (PS4, Switch, PS5, PC, Xbox One)
La industria del videojuego ha madurado y se ha convertido en un elemento más dentro del ocio de millones de personas en todo el mundo, facturando más que el cine y comenzando a gozar de una cobertura e importancia en medios tradicionalistas que hace unos años era impensable. El ocio digital y electrónico ha calado en distintos aspectos de la sociedad, y por lo tanto, la impermeabilidad de la que se gozaba en su definición más tradicional, podríamos decir que está cambiando.
La constante producción de títulos de los más diversos géneros, ha ido generando una oferta cada vez mayor, dispuesta para todos los gustos y aficionados, así como explorando caminos hasta la fecha poco experimentados y borrando barreras entre ellos. Si bien lo de realizar películas interactivas no es nada nuevo -los noventa, la aparición del CD y la irrupción de las cámaras de vídeo personales y baratas trajeron a las consolas y el PC un aluvión de juegos con secuencias FMV o vídeos de movimiento completo que pretendían ser films y viceversa-, sí es cierto que en los últimos años estamos viendo un cambio de paradigma al respecto.
Telltale Games ya comenzó hace unos años a coquetear con el concepto pero desde otro punto de vista, ofreciendo aventuras gráficas interactivas, en las que la historia y las decisiones implican al jugador de una manera muy concreta en la narración. Sus videojuegos de The Walking Dead, por poner un ejemplo de su abultada cartera de títulos, buscan que el usuario se implique emocionalmente en el camino, haciéndolo sentir partícipe de las consecuencias y elecciones que toma por el camino.
Acercándonos más a los que nos presenta este curioso Late Shift, no podemos dejar el caso de Remedy, autores de Max Payne. Quantum Break, su última gran producción, sí podría ser un precedente más claro para el videojuego que nos ocupa. Quantum Break coqueteaba con algunas de las ideas de Late Shift, pero sin olvidar sus raíces de título de acción en tercera persona. En el juego de Remedy encontrábamos una estructura de serie de televisión, en la que actores y actrices de carne y hueso interpretaban los mismos papeles de los avatares virtuales que habíamos controlado y con los que habíamos interactuado minutos antes. ¿Funcionaba aquella mezcla? En parte, creemos que sí.
Late Shift va un paso más allá, y en base las decisiones y consecuencias, nos presenta en Xbox One, PC y PlayStation 4 la primera aventura cinematográfica interactiva en la que el jugador será el que decida el rumbo y el final de la historia.
Decisiones y consecuencias
Late Shift es un thriller de acción e intriga dirigido por Tobias Weber -que se estrena en séptimo arte y en el mundo de los videojuegos con este título- en el que el jugador será el protagonista pasivo de una historia interactiva. Producida por CtrlMovie y distribuida por Wales Interactive, la aventura nos presentará a Matt -Joe Sowerbutts-, un inteligente joven londinense aficionado a las matemáticas y las probabilidades, que trabaja por las noches en un parking como vigilante nocturno. Aferrado a la rutina y los convencionalismos de una vida que parece que se le esfuma delante de los ojos, Matt será testigo una noche del robo de un coche de alta gama.
Nuestro protagonista se verá envuelto así en un peligroso plan, rodeado de ladrones profesionales, que buscan dar el golpe del siglo sustrayendo una valiosa pieza de porcelana china, procedente de la dinastía Ming. Obviamente, y sin entrar en detalles, Late Shift irá jugando con el espectador y jugador, presentándole numerosas decisiones que irán bifurcando el camino de maneras muy distintas, haciéndole partícipe del destino del protagonistas y sus compañeros de delito. No obstante, el juego presenta hasta 180 decisiones vitales en el desarrollo del argumento, varios finales y un total de 490 minutos grabados y montados para tenernos pegados al asiento durante la hora y media de duración que puede postergarse una partida.
Pero, ¿existe una estructura en la que el jugador verdaderamente tiene el peso de poder cambiar el transcurso de la historia o es todo una mera ilusión? Late Shift se levanta sobre una serie de cimientos muy claros y evidentes, que nos golpearán en la cara desde el primer momento en el que nos presenta el devenir y el destino de Matt. ¿Vivimos en una sociedad egoísta e individualista o en una gran colmena en la que todos estamos conectados de una forma u otra?
En el título, todo lo que hacemos tiene una consecuencia directa y real, y nuestras decisiones, tendrán sus ecos en las vidas de los protagonistas que nos rodean. Sí, suena a fórmula Telltale venida a más, y es precisamente eso: en múltiples momentos del film -si lo queréis llamar así- tendremos que elegir entre dos o más opciones, ofreciéndonos la posibilidad de elegir caminos muy distintos. No son simples matices: hablamos de llegar a localizaciones diferentes, marcar la suerte de personajes protagonistas o señalar el camino hacia una serie de eventos que nos lleven a la fatalidad. En nuestras partidas nos ha dado la sensación de que el juego se comporta como un capítulo de una serie en la que el cliffhanger es constante, pero que en función de nuestra reacción al mismo, acaba desembocando en un lugar muy distinto cada vez.
Late Shift tiene un interesante guión escrito por el citado Tobias Weber y Michael Robert Johnson -que se encargó de firmar junto a Guy Ritchie el guión de la adaptación cinematográfica de Sherlock Holmes con Robert Downey Jr en 2009-, regado de forma inteligente por los clichés del género -persecuciones en coche y trastiendas de restaurantes de mala muerte incluidas-, contando incluso con una acertada voz en off en algunas situaciones y trufada con numerosas percepciones y descripciones que acercan al juego por momentos a lo que sería una suerte de novela negra de marcados tintes millenials.
Esto, que puede parecer una afirmación baladí, hace que nos inmiscuyamos más en lo que nos están contando en todo momento, pues se tocan temas propios de la sociedad actual, presentándose en pantalla lo que vendría a ser un retrato del ecosistema urbano londinense y un relato de mafias digno de la obra de Guy Ritchie, pero con un cierto toque de los hermanos Coen, en los que una decisión en un momento oportuno y muy concreto, marca el derrumbe de las piezas de dominó que desencadenarán el inesperado -aunque inevitable- efecto mariposa.
De buena factura
Late Shift, como es lógico, no puede valorarse de la misma manera que un videojuego convencional. Pero dado que hablamos de un film con una factura audiovisual bastante notable -se ha estrenado en varios festivales de cine-, sí creemos que es de reseñar. La fotografía de Late Shift, nocturna y fría, nos recordará por momentos al trabajo de Newtom Thomas Sigel en Drive (Nicolas Winding Refn, 2011) y al de Robert Elswit en Nightcrawler (Dan Gilroy, 2014), pero pasado por el filtro de la habitual película de acción hollywoodiense -sin que esto suene despectivo-. Además de una buena banda sonora -que puede adquirirse por separado en los bazares digitales de las respectivas plataformas para las que sale el título-, el juego nos presenta, y ojo con esto que puede ser considerado un handicap por muchos usuarios, un doblaje al inglés con textos en el mismo idioma, sin posibilidad de cambiarlos al castellano.
Conclusiones finales
Late Shift es el signo de los tiempos. Aboga por borrar y difuminar las líneas que separan videojuegos y cine, localizándose en un terreno intermedio, algo difuso, que aunque ha sido explorado con anterioridad por otras compañías y títulos, en esta ocasión se nos presenta con una propuesta más firme y arriesgada. Este curioso proyecto de Tobias Weber nos ha parecido divertido, si bien creemos que no es un videojuego para todo tipo de público.
Su estructura como aventura interactiva es sólida, ideal para disfrutar en posteriores partidas, y su guión, interesante. Late Shift consigue que durante la hora y media que puede durar una partida, nos inmiscuyamos en el devenir de los sucesos que irán aconteciendo casi sin descanso en pantalla, participando en el destino de un protagonista carismático. Tenemos claro que no será el futuro de los videojuegos ni el único y férreo camino a seguir, pero sí creemos que supone un interesante experimento que debería ser del agradado de aquellos jugadores y aficionados al cine que buscan un cierto soplo de aire fresco.
Hemos analizado este título en su versión PS4 gracias a un código de descarga facilitado por Wales Interactive.