Análisis de Just Dance 2016 (PS4, PS3, Wii, Wii U, Xbox One, Xbox 360)

Pocos creían -creíamos- en la serie cuando nació en 2009 como un juego más de la miríada que salió en Wii para surtir la demanda de los jugadores que acababan de descubrir lo que podían divertirles los videojuegos con la consola de Nintendo. Pero Just Dance se distinguió de los demás al apostar por las fiestas y la diversión sin complicaciones con un juego de baile... y las cuatro pelucas que venían con el juego. Simplemente tenías que ponerte ante la pantalla, tomar un mando de Wii (ponerse una peluca era opcional) e imitar los movimientos del bailarín.
Los gráficos eran tan sencillos como la jugabilidad, lejos de la complejidad y exactitud en la detección de movimiento de juegos como Dance Central o el reto de dificultad de Dance Dance Revolution. Just Dance arrasó aquellas navidades y en seis meses había vendido más de dos millones de copias en el mundo.
El éxito sobre todo en Wii justifica sin duda que este año se incluya entre las que tendrán la edición de este año de la serie; más aún, sale para todas las consolas de esta generación y sus antecesoras, pero Ubisoft se ha atrevido a dar un paso y apuesta por la versión más sofisticada del juego en Xbox One, PS4 y Wii U. En las consolas actuales se podrá utilizar el mando de control de movimiento (Kinect, PlayStation Camera y mando de Wii) o la aplicación de móvil Just Dance Controller, que supone una forma diferente de enfocar el juego.
Diversión sencilla con los mandos de las consolas o usando el móvil para el control de movimiento
Just Dance nunca ha intentado enseñarte a bailar, sino que te diviertas con más gente, por eso da recursos a quienes no tienen suficientes mandos o las cámaras de PS4 y Xbox One con la opción de jugar al móvil, que acaba siendo igual -si no más sencillo e igual de preciso- que utilizar un Wiimote. En una fiesta es casi seguro que la gente pondrá toda la carne en el asador con el móvil en la mano (por cierto, echamos en falta algún complemento que garantice que el teléfono no va a salir volando en un movimiento entusiasta).

Hemos probado la versión de Xbox One y la de Wii U y hemos visto entre ellas ligeras diferencias que iremos indicando, como que la primera se puede controlar con Kinect y la segunda con el mando de Wii (y ambas con el móvil también, como hemos dicho antes). El GamePad sirve en Wii U para moverse por los menús y captar con la cámara cada actuación. Los temas son los mismos en las dos consolas y los gráficos también.
En la detección de movimiento con Kinect hemos notado los problemas iniciales con la luz que siempre ha experimentado el dispositivo y nos ha dado la sensación de que no te capta tan exactos los movimientos como debería, pero ha sido -para nosotros- más divertida esta versión que la opción con el Wiimote por la libertad que proporciona, aunque este año se utiliza el mando normal de la consola para manejarse por los menús y Kinect queda sólo para las actuaciones.
Antes de empezar debes crearte una tarjeta de jugador y elegir un avatar. En el caso de Wii U además el juego te pide que indiques si eres chico o chica y tu franja de edad. El primer modo que encontramos en el menú es Dance Party, el multijugador hasta para seis bailarines (cuatro en la versión de Wii U con el GamePad) que pueden jugar en cooperativo o competitivo. En Xbox One, después de cada baile sale un vídeo con la actuación rápida en el que puedes añadir efectos como que las cabezas de los jugadores se vean enormes o que haya corazones flotando por la habitación.

Buena parte de las canciones están bloqueadas y las vas liberando utilizando los puntos Mojo que consigues con cada baile. Estos puntos sirven también para desbloquear avatares y los consigues tanto bailando solo como en cooperativo o utilizando el micro en las canciones con letra. Just Dance 2016 no es demasiado exigente y no tendrás demasiado problema para ir comprando los nuevos temas con la moneda del juego.
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