Análisis Intruders: Hide and Seek, terror y sigilo español en VR (PS4)
Por fin podemos disfrutar del galardonado título de Tessera Studios Intruders: Hide and Seek, una aventura diseñada en nuestro territorio en exclusiva para PS4… y que además es compatible con el periférico de realidad virtual PlayStation VR. Es decir, que podemos jugar tanto de manera convencional como a través de la inmersión que posibilita dicho casco de RV, siendo a nuestro parecer la mejor manera de sacar todo el jugo que presenta esta interesante producción.
Se nota desde el primer momento que es un título que ha sido diseñado con bastante mimo, dado que posee bastantes detalles sumamente notables y elementos bien elaborados. Y uno de los más destacados es su sugerente trama argumental, bastante más atractiva, adulta y bien llevada de lo que suele ser habitual en este tipo de producciones.
Sigilo virtual
La historia que nos ofrece esta producción se sigue con mucho interés ya desde los primeros minutos de juego. Una familia compuesta por dos padres (Paul y su esposa Jane) más su hija enferma Irene y Ben, quien a la postre se convierte en el protagonista principal de esta aventura, se van de vacaciones a un gran caserón situado en mitad del campo. Pero lo que iba a ser una escapada familiar entrañable acaba convirtiéndose en una pesadilla en toda regla.
¿Y por qué? Pues porque tres indeseables (un matón, una hacker y un perturbado que actúa como el líder) entran por la fuerza en dicha casa y atrapan (y torturan) a Jane y, especialmente, a Paul. Y lejos de ser un secuestro aleatorio, dichos maleantes persiguen algo muy concreto: un proyecto secreto en el que el cabeza de familia anda metido. ¿De qué se trata? Evidentemente no vamos a deciros nada sobre eso porque todo gira alrededor de dicho enigma, pero os aseguramos que tiene su aquél.
Una vez dicho todo esto, ¿qué pasa con los niños? Pues que, cuando todo este lío da comienzo, ambos tienen la fortuna de encontrarse casualmente en una habitación del pánico. Un lugar en el que permanece Irene mientras nosotros, asumiendo la personalidad de Ben, tratamos de ayudar a nuestros progenitores. Eso sí, dado que nuestra hermana se encuentra en dicha habitación del pánico y está dotada de monitores que muestran la evolución de los criminales mediante las cámaras de seguridad y micrófonos que están repartidos por toda la casa, nos va informando de todo lo que sucede mediante un walkie talkie.
En resumen, que dos niños deben hacer frente a tres criminales por su propia cuenta y riesgo. Una situación dramática que ha sido bien plasmada por los desarrolladores, insuflando a la experiencia de juego una extrañamente atractiva sensación de desasosiego y tensión, siendo precisamente éste uno de los aspectos más llamativos de todos los que nos ofrece esta aventura.
Desde una perspectiva en primera persona, debemos ir explorando y recorriendo la casa sin que nos pillen. Y lejos de tratarse de un escenario de reducidas dimensiones, lo cierto es que se trata de un caserón realmente amplio que consta de tres plantas y una gran cuantía de dependencias: aseos, habitaciones, salas de estar, baños, biblioteca…
Los tres asaltantes merodean por dichas estancias buscando por todos los rincones para tratar de dar tanto con nosotros como con nuestra hermana. La buena noticia es que la oscuridad juega en nuestro favor, dado que la mayoría de las estancias se encuentran sumidas en las sombras. Por lo tanto el sigilo se convierte en la base sobre la que gira toda la mecánica de juego que ostenta esta obra, pudiendo escondernos en un buen número de lugares que están repartidos por toda la casa, desde casitas de juguete a armarios o despensas.
¿Pero qué pasa si nos detectan? Pues que podemos salir corriendo y tratar de escondernos en alguno de los lugares que os acabamos de comentar. Una estrategia tan básica como, también, eficaz, dado que la inteligencia de los adversarios no es la más pulida jamás plasmada en un título de estas características y resulta relativamente sencillo (a no ser que nos pillen de manera frontal) escapar de sus garras. Un defecto que resta algo de tensión a la aventura pero que no resulta grave en absoluto.
A medida que progresamos podemos ir explorando las distintas estancias, las cuales suelen albergar ciertos coleccionables (como piezas de puzles o recortes de periódicos) y, también, objetos clave con los que tenemos que ir interactuando. Llaves, libros, ordenadores y demás elementos juegan un papel crucial a lo largo del juego. El problema es que las misiones que debemos ir materializando resultan tan lineales como predecibles, dado que en la inmensa mayoría de las ocasiones tenemos que ir de un lugar a otro muy concreto para efectuar una acción determinada. Algo más de imaginación y frescura en este sentido le hubieran sentado muy bien al título.
Algo similar sucede con su duración. A nosotros nos ha mantenido ocupados unas tres horas, pero esa cifra puede aumentar algo (no demasiado) si tratamos de conseguir todos los coleccionables. Es una de esas aventuras que te deja con ganas de más y que puede ser superada de una sentada, si bien es menester dejar claro que su precio es bastante bajo (menos de 20 euros). Una cosa por otra.
En cuanto a su faceta técnica, en este caso las sensaciones que nos deja el título varían bastante en función de si jugamos con PSVR o sin dicho periférico. La sensación de inmersión que es capaz de ofrecernos esta aventura jugando en RV es excelente, destacando la ambientación por encima de todo lo demás. Sin embargo si jugamos de manera convencional, dicha experiencia se ve mermada en parte, algo tan entendible y evidente como comprensible dado que se trata de una producción que ha sido diseñada expresamente para extraer el potencial que ofrece PSVR.
El sonido supera lo expuesto en la vertiente técnica gracias a un más que notable doblaje en español y una banda sonora (concebida por Xabi San Martín) que se adapta magníficamente bien al desarrollo del juego.
Una experiencia corta pero intensa
Entretiene mucho mientras dura, la historia está muy bien narrada y la ambientación es excelente, especialmente si jugamos mediante PlayStation VR. Sí, es a todas luces corto (demasiado), la jugabilidad no ofrece nada especialmente nuevo y su desarrollo puede resultar predecible… pero a pesar de todo se trata de una obra bastante meritoria y, para los usuarios de PSVR, no imprescindible pero sí muy recomendable.
Hemos realizado este análisis mediante un código de descarga proporcionado por Sony.