Análisis de Horizon: Zero Dawn (PS4)
El estudio holandés Guerrilla Games llevaba muchos años vinculado a la saga Killzone, siendo la última entrega Killzone: Shadow Fall, un título del lanzamiento de PS4 que no gustó demasiado. Después de tanto tiempo desarrollando juegos de acción en primera persona, por fin nos ofrecen algo completamente diferente: Horizon: Zero Dawn, una aventura de acción en mundo abierto y con toques de rol, que para alegría de todos los usuarios de PS4 está a la altura de las expectativas, y se convierte por derecho propio en unos de los exclusivos imprescindibles de la consola de Sony.
Junto a juegos como Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón o Bloodborne, cualquier usuario de esta consola debe probar Horizon: Zero Dawn, por diferentes motivos. Primero y aunque suene un poco superficial, porque es un auténtico espectáculo gráfico, ya sea en la PS4 original o en el nuevo modelo Pro, que al igual que ocurrió el año pasado con el juego de Naughty Dog, te hace replantearte la verdadera capacidad de su hardware, y que veas al resto de títulos de la consola con otros ojos.
Pero además no es un solo un juego bonito, y también tenemos una aventura sorprendentemente ambiciosa, literalmente enorme, que se juega fenomenal, que es siempre entretenida, y que además redondea todo esto con una historia muy elaborada e interesante.
¿Se puede pedir más? Bueno, hay pequeños aspectos que no nos han convencido del todo, pero son detalles y matices que ahora explicaremos, y que en muchos casos son bastante subjetivos.
En lo importante, la jugabilidad, la historia y los gráficos, Horizon: Zero Dawn cumple perfectamente, y se convierte sin lugar a dudas en uno de esos títulos que todos los usuarios de PS4 deben probar, y que va a hacer que a partir de ahora se mire a Guerrilla con otros ojos, convirtiéndose en un estudio de referencia dentro de Sony.
Un mundo más postapocalíptico que nunca
Es curioso que varios de los juegos más esperados de PS4 para los próximos meses tengan en común una ambientación postapocalíptica, como Days Gone, The Last of Us Part II o este Horizon: Zero Dawn. Lo que diferencia al juego de Guerrilla de la mayoría de estos juegos es que su ambientación no está ubicada unos años después de una catástrofe, sino cientos o miles de años en el futuro, con los humanos formando tribus de cazadores recolectores como si hubieran vuelto a la prehistoria, sin conocimientos de un pasado ya muy lejano.
La Tierra está ahora habitada por unas máquinas con formas de animales que se han convertido en la especie dominante, y nosotros controlamos a la joven Aloy, una cazadora de origen incierto que quiere descubrir su pasado, y también los secretos que esconde este mundo tan bello como peligroso.
Lo primero que sorprende de Horizon: Zero Dawn es su narrativa, muy elaborada, y que va a guiar nuestros pasos durante toda la aventura. Podríamos hablar de que el juego tiene dos historias, desconectadas entre sí. Por un lado, los conflictos bélicos y políticos de las tribus humanas que habitan el mundo, algo que se ha escrito con mucho detalle, creando un lore muy elaborado. A nosotros no nos ha interesado demasiado esta parte de la narrativa, y nos ha parecido la típica historia que puedes encontrar en cualquier otro RPG, aunque hay que reconocer que está trabajada.
Donde Horizon: Zero Dawn es realmente interesante es en su relato de ciencia ficción, en los motivos por los que la humanidad se ha ido al traste, y ahora el planeta lo habitan estas máquinas de aspecto y comportamiento animal. Esta es la parte del juego que te tiene completamente enganchado desde el principio hasta el final, y se explica todo con una meticulosidad y una cantidad de detalles que hacen que te tengas que quitar el sombrero hacia el enorme trabajo que ha hecho Guerrilla Games para crear una gran historia.
Tantas son las ganas de contarnos una buena historia, que en momentos puntuales, en algunas misiones principales, esto se vuelve en su contra. Hay tal cantidad de audios y textos que te aportan detalles de la narrativa, que si quieres escucharlos todos te puedes tirar varios minutos con el personaje parado en mitad del escenario, lo que acaba afectando al ritmo de juego en determinados momentos. En situaciones del tramo final de la aventura, donde nos quieren contar muchas cosas, llega a ser excesivo y se convierte en un auténtico problema.
Los personajes tampoco nos han cautivado, y aquí se nota la falta de experiencia de Guerrilla creando este tipo de aventuras o RPG, y llega a ser sorprendente lo poco que te importan todas las personas que no sean Aloy o alguno de sus más allegados, algo que tampoco se explota bien en las misiones secundarias.
La propia protagonista tampoco nos ha parecido un personaje memorable en cuanto a su personalidad o comportamiento, pero la historia que hay tras de sí es tan interesante que hace que hace que aguante bien el tipo durante todo el juego, y genera cierta simpatía en el jugador. En líneas generales se podría decir que, aunque han puesto mucho esfuerzo en el guion, algunas de sus partes, como las conversaciones, no están del todo bien escritas, y cuesta mantener el interés en las intrigas políticas de las diferentes tribus, o en los conflictos personales de los personajes.
En cualquier caso si buscas una gran historia en este juego, vas a quedar satisfecho, y se nota tanto en la narrativa como en otros muchos detalles que es un juego tremendamente ambicioso, y que nace con la intención de convertirse en una gran saga en el ecosistema PlayStation.
Cazando dinosaurios robóticos
Si antes decíamos que la historia y los misterios que hay detrás del mundo de Horizon consiguen mantenerte enganchado al juego, por supuesto también lo hace la propia jugabilidad, que parte de algo imprescindible: un control perfecto. A partir de esto ya se empieza a construir todo, y tenemos una acción totalmente coherente con la propia historia, ya que Aloy es una cazadora, y se comporta como tal.
Las armas principales que utilizamos a lo largo de la aventura son una lanza para el combate cuerpo a cuerpo, que es muy sencilla de utilizar, con apenas dos tipos de golpes, y el arco, ya sea el corto o el largo, con diferentes tipos de flechas. Más adelante conseguimos algunas armas más, como la honda para lanzar explosivos, o la aturdidora para poner cables trampa en el suelo, pero no se puede decir que la variedad de armas sea uno de sus puntos fuertes, y ni siquiera las situaciones nos empujan a sacarle todo el partido a cada una de ellas.
Sí es muy interesante el tipo de acción que propone, con toques estratégicos y que te invita a pensar, a observar a tus enemigos y actuar en consecuencia. Cada enemigo robótico al que nos enfrentamos tiene un comportamiento propio y una serie de puntos débiles y de partes del cuerpo que podemos destruir por separado, destapando sus mayores debilidades. Antes de enfrentarnos a ellos conviene analizarlos con el Foco, un dispositivo que se usa pulsando el R3, y que nos permite identificar objetos importantes o recursos, resaltar rastros de huellas o, como acabamos de decir, ver las debilidades de las máquinas.
Por ejemplo, además de disparar flechas, podemos poner distintos tipos de trampas en el suelo, ya que el Foco nos permite ver la ruta de los enemigos, e incluso podemos amarrar a las máquinas al suelo mediante un disparador de cuerdas. A la hora de disparar a los puntos débiles de los enemigos, algo que no es fácil porque no paran de moverse, podemos usar una habilidad que ralentiza al tiempo y que nos permite apuntar con cierta comodidad, aunque como otras ayudas tenemos que primero desbloquearla en los árboles de habilidades, que nos dan acceso a acciones realmente útiles.
Además de la confrontación directa el sigilo también es importante, hay muchas situaciones que se pueden resolver sin que nos vean con ejecuciones silenciosas, e incluso podemos piratear máquinas para que nos ayuden en el combate, o hasta para montarnos sobre ellas como si fueran un caballo, y así recorrer de manera más rápida los amplios escenarios.
El sigilo de hecho, si aprendes a sacarle partido a la hora de enfrentarte a los enemigos humanos, llega a ser demasiado poderoso, por una inteligencia artificial muy escasa, que hace que puedas limpiar un campamento con ejecuciones silenciosas y flechazos en la cabeza sin demasiados problemas.
Recolectar recursos es también una parte muy importante del juego, y es algo que vas a estar haciendo incansablemente durante horas, para crear munición como flechas, o poder curarte mediante el uso de hierbas o creando de pociones. Los escenarios están repletos de recursos naturales, y también tenemos que coger objetos de las máquinas derrotadas, que podremos utilizar para crear trampas o para conseguir dinero en las ciudades.
Si queremos ampliar la capacidad del inventario para llevar mayor munición para cada arma, debemos cazar animales y utilizar sus pieles y huesos para ello (en una mecánica calcada de las últimas entregas de la saga Far Cry), y tenéis que tener claro que vais a pasar muchas horas "crafteando", ya que es uno de los pilares de la aventura.
Hay ciertos toques roleros en la gestión del inventario, y a Aloy se puede equipar con diferentes tipos de atuendos, que modifican sus capacidades defensivas ante ciertos elementos (electricidad, fuego, hielo), y tanto en las armas como en los trajes podemos equipar modificaciones, unos objetos que mejoran las estadísticas o capacidades de diferentes maneras.
También hay momentos de plataformeo, ya que toca escalar muchas veces, pero como en casi todas las aventuras de acción recientes para el gran público (Uncharted, Tomb Raider), los saltos y la escalada no ofrecen ningún tipo de dificultad, y están completamente guiados, por lo que es una parte del juego casi anecdótica, e incluso se podría decir desaprovechada.
En líneas general la acción de Horizon ofrece muchas de posibilidades, y además se mantiene fresca hasta el final de la aventura, porque siempre van apareciendo nuevos tipos de enemigos (casi 30 tipos de máquinas diferentes), que cada vez son más grandes y sorprendentes, y con comportamientos muy diferentes. El trabajo que ha hecho Guerrilla a la hora de diseñar estas máquinas es magnífico, y es increíble la cantidad de detalles que tienen sus modelados, o sus magníficas animaciones.
En el lado negativo de la acción, echamos de menos una mayor variedad de armas, ya que al final de la larga aventura es algo que se nota, y que la inteligencia artificial, tanto de las máquinas como de los enemigos humanos, a veces deja un poquito que desear. Es algo que estamos habituados de ver en tantos y tantos juegos, pero que tenemos que seguir mencionando.
Una aventura enorme
Hay muchas cosas que nos han sorprendido de Horizon: Zero Dawn, a pesar de ser un juego muy esperado, y una de ellas es su tamaño. Tanto el mundo del juego, que es gigantesco, como por lo extensa que es la historia principal, además de haber cantidad de misiones secundarias, recados y todo tipo de coleccionables.
La historia principal dura unas 35 horas, que dependen mucho del ritmo al que juegues y la dificultad elegida (desde el principio podemos elegir dos modos de dificultad por encima del ‘normal’), y luego además hay bastantes motivos para entretenerse en su mundo, por lo que hay juego para rato.
Es toda una declaración de intenciones que se diferencien las misiones secundarias de los recados. Contándote en las primeras siempre una historia bastante elaborada (que no necesariamente interesante), y en los recados algo narrativamente más ligero, aunque siempre están justificados argumentalmente de alguna manera; en eso Horizon siempre es muy coherente.
El diseño de misiones es quizás algo que nos hubiera gustado que fuera un poco mejor o más brillante, y no porque sea malo, sino porque le cuesta sorprender, sobre todo cuando ya llevas unas cuantas horas jugadas, y unos cuantos juegos de mundo abierto a la espalda. Asaltar campamentos humanos, enfrentarte a algunos jefes finales robóticos, mezclar ambos tipos de enemigos, y en general escenas de acción bastante abiertas, que ponen todos los elementos jugables sobre la mesa, y permiten al jugador afrontarlas como quiera.
Partiendo de que la base jugable es muy buena y completa -y por eso el juego siempre es entretenido por más horas que lleves jugadas-, llegado un punto la aventura sigue siendo capaz de sorprenderte por sus revelaciones argumentales, o por los nuevos tipos de enemigos que aparecen, pero no por sus situaciones jugables o el diseño de misiones, que hemos echado de menos que fuera más imaginativo en ciertos momentos. Esto se aplica también a las misiones secundarias, que son simplemente correctas, o sus coleccionables, los habituales de cualquier juego de mundo abierto.
También hay una serie de desafíos de caza que se salen un poco de la norma, con retos cronometrados que ponen a prueba nuestro dominio de las diferentes posibilidades del juego, y que aportan algo de variedad al conjunto, que en ciertas ocasiones puede parecer un poco rígido.
Pese a algunos defectos que hemos mencionado, lo cierto es que la "enganchada" que nos hemos pegado con este juego es para destacar, y cuando nos hemos querido dar cuenta ya llevábamos jugadas casi 40 horas en apenas unos días, porque no nos podíamos despegar del mando. Es un juego realmente entretenido y muy bien hecho, y pocos halagos mejores se nos ocurren para la obra de Guerrilla.
Visualmente deslumbrante
Después de haber jugado a Horizon: Zero Dawn entendemos perfectamente que Hideo Kojima haya tomado prestado su motor gráfico (Decima) para su nuevo juego, porque lo que ha logrado visualmente Guerrilla con este título es increíble. Un mundo abierto gigantesco y repleto de detalles, sin tiempos de carga, con una variedad de paisajes formidable, una iluminación espectacular, unos enemigos con un nivel de detalle sorprendente, unas animaciones muy buenas, y todo con un apartado técnico de una solidez admirable.
Y para que os quedéis tranquilos, todos estos halagos son aplicables tanto jugando en PS4 ‘normal’ como en PS4 Pro, ya que en ambas consolas se mueve igual de estable, a unos muy sólidos 30fps. No hay grandes diferencias entre jugar en una consola u otra, a no ser que lo hagas en una tele 4K con HDR, donde Horizon: Zero Dawn simplemente te desencaja la mandíbula.
Había temor a que este juego empezara a mostrar diferencias sustanciales entre las dos consolas, pero es todo un acierto que Guerrilla se haya encargado de que no sea así, y es toda una virguería técnica que la PS4 original mueva un juego como este sin despeinarse.
Sobresaliente técnicamente pero también con una fabulosa dirección artística, que hacen que los paisajes del juego sean de una belleza que pocas veces recordamos en una aventura de mundo abierto. No solo es un escenario enorme, sino que además nos ofrece una enorme variedad de paisajes, con ciclo horario en tiempo real, con cambios de clima, y en definitiva uno de esos juegos tan bestias gráficamente, que simplemente se disfruta paseando por sus escenarios.
Por poner alguna pega a los gráficos, las expresiones faciales de los personajes dejan un poco que desear, y en general la manera de mostrar las conversaciones es un tanto austera, y no nos convence tampoco la interpretación de los personajes, con unas animaciones corporales un tanto extrañas a veces. En general, el diseño de los personajes es bastante anodino, y no transmiten demasiado ni por su aspecto ni por su personalidad.
El sonido también está muy cuidado, con una buena sonora que cuenta con un excelente tema principal, aunque el resto de composiciones no destacan tanto, y unos efectos sonoros muy buenos, que te meten perfectamente en el bello pero peligroso mundo del juego.
El doblaje al castellano, algo que siempre cuida mucho Sony en sus producciones, es bueno, aunque no sobresaliente. Se repiten voces que ya hemos oído anteriormente en muchísimos juegos, lo que cansa un poco, y el trabajo de la protagonista, Michelle Jenner, es bastante bueno y de hecho destaca sobre el resto, aunque en los momentos que requieren de más intensidad y fiereza por su parte no acaba de convencer del todo. En cualquier caso siempre podemos elegir las voces originales en inglés desde el menú de opciones, y activar los subtítulos en español.
Una aventura con mayúsculas
Con títulos tan esperados como este y tan importantes para el catálogo de una consola, siempre hay miedo a que no estén a la altura de las expectativas, pero Guerrilla ha salido airosa de semejante reto, y los cinco años de trabajo invertidos se notan en todos sus aspectos, ofreciéndonos uno de sus mejores juegos hasta el momento. Una buena historia, un apartado jugable muy cuidado y divertido, unos gráficos espectaculares, y en definitiva todo lo que se le podía pedir a una superproducción como esta, que sabiendo lo que ofrece, va a dejar satisfecho a casi todo el mundo.
Si se juzga de manera un tanto fría y calculadora, es cierto que no aporta nada realmente nuevo al género, y tiene detalles mejorables, pero preferimos quedarnos con lo bueno, que ha sido un buen número de horas entretenimiento, de muchísima calidad. Uno de esos juegos que por varios motivos, tienes que probar obligatoriamente si tienes una PS4.
Hemos escrito este análisis tras probar la versión final del juego en PS4 y PS4 Pro, con un código de descarga que nos ha proporcionado Sony.