Análisis de Gravity Rush 2 (PS4)
Esta es la historia de un juego que comenzó siendo desarrollado para una consola de sobremesa (PS3), pero que acabó saliendo en una portátil (PS Vita), y cuya secuela se lanzó en una consola de sobremesa (PS4). No es un trabalenguas, es lo ocurrido con Gravity Rush, una de las nuevas sagas de Sony nacida en el seno de Japan Studio, y que dejó un gran sabor de boca con su estreno para PS Vita en 2012, siendo una de las producciones más ambiciosas y originales de la malograda portátil.
El año pasado tuvo una segunda oportunidad para que los usuarios de PS4 lo descubrieran con Gravity Rush Remastered, y ahora llega su secuela, que como se suele decir, es de manual. Aprovechando el salto a sobremesa, Gravity Rush 2 es más grande y completo, y nos ofrece una historia más larga y compleja, un mundo el doble de grande, y más variedad de misiones y situaciones.
Dicho así parece un juego que supera sin problemas al primero, pero casi cinco años después de la primera entrega, no nos parece un juego sustancialmente mejor, y es frustrante que se repitan algunas de las carencias y defectos de la primera entrega, como un sistema de combate poco profundo y no muy satisfactorio, una cámara demasiado revoltosa y que da bastantes problemas, y evidentes altibajos en el ritmo y la diversión, que se agravan en esta secuela al ser más larga.
No obstante, es un juego entretenido y con mucha personalidad, muy completo en cuanto a contenidos, tiene personajes con carisma, y una historia bastante elaborada y que cierra muy bien todos los hilos de la saga; si os gustó el primero, este os va a gustar igual o incluso más. Eso sí, si aquel os dejó con dudas o algo insatisfechos, tenéis que tener claro que es un juego muy parecido, y tiene casi los mismos defectos y virtudes.
Las aventuras gravitacionales de Kat
Gravity Rush 2 comienza varios meses después de los acontecimientos del primer juego, y para entender la situación en la que se encuentra Kat al principio de la aventura, es necesario haber visto este corto de animación, algo que esperamos no se siga poniendo demasiado de moda, y que deberían haber incluido dentro del juego.
Estamos en un nuevo lugar, con nuevos personajes, y Kat tiene que recuperar poco a poco sus poderes, mientras trabaja para una compañía minera. El comienzo es lento y al juego le cuesta arrancar y coger ritmo, algo que se volverá a repetir más adelante, en una aventura que mezcla momentos intensos muy buenos, con otros un poco aburridos.
La historia no es una maravilla, pero sus personajes son carismáticos y se hacen querer, hay bastantes giros y sorpresas argumentales, y la trama en general, de toda la saga, se cierra de manera muy satisfactoria. Argumentalmente se puede decir que cumple sobradamente, aunque la manera de contar la historia, con un gran número de viñetas y sin voces reales, creemos que funcionaba mejor en el formato portátil de PS Vita que en sobremesa, donde le hubieran venido bien más cinemáticas que escenas estáticas.
Aunque como hemos dicho antes esta secuela es un juego más grande y elaborado, la base jugable se mantiene muy parecida, y tienen que pasar unas cuantas horas en la aventura para ver las primeras novedades. La gracia de Gravity Rush, su toque distintivo, es que podemos manipular la gravedad para movernos con total libertad por sus escenarios, volando en cualquier dirección, cogiendo personas y objetos que podemos mover y lanzar a nuestro antojo, y realizar todo tipo de ataques especiales, con unas espectaculares patadas voladoras.
Las mecánicas básicas son muy parecidas a las del primer juego, y nuevamente vuelve a funcionar mejor cuando exploramos los escenarios que cuando combatimos, donde hay ciertos problemas para fijar y golpear a los enemigos, y los problemas con la cámara se hacen más evidentes. Algunos de los momentos más espectaculares, en los combates contra grandes jefes finales, es donde más nos peleamos con la cámara, y también en espacios reducidos, aunque por suerte estos no son muy abundantes.
Esta secuela, además de querer ser más grande y completa, quiere ser desde el principio un juego más variado, y lo consigue, pero a veces a costa de ofrecer situaciones un tanto tediosas, o no tan divertidas como las mejores escenas de acción. Un ejemplo son los aburridos momentos de sigilo, que estamos un poco de hartos de ver en todas partes, aunque no encajen bien con las mecánicas del juego.
Hay misiones en las que tenemos que emplear la cámara de fotos, buscar a personajes, pedir pistas a los ciudadanos de la ciudad, realizar pequeñas tareas o trabajos, y no todo es acción en Gravity Rush 2, algo que se agradece, aunque no siempre funciona del todo bien. En la propia acción también encontramos fuertes contrastes, con momentos muy espectaculares y divertidos, con otros anodinos en los que se abusa de arenas de combate, lugares que tenemos que limpiar de enemigos para seguir avanzando, y que es una mecánica de la que se acaba haciendo repetitiva.
Los enemigos son un poco más variados que en el primero, aunque no demasiado, y el toque distintivo de esta secuela se produce cuando conseguimos dos estilos diferentes de los poderes de gravedad, que se suman al que tenemos por defecto, y que modifican los ataques y la manera de moverse de Kat, teniendo que saber cuándo utilizarlos para adaptarnos a las distintas situaciones y enemigos.
En el estilo lunar la gravedad es más débil, y podemos realizar saltos enormes, evadir ataques en pleno vuelo, y además nuestros ataques siguen automáticamente a los enemigos, lo que es una gran ventaja. El otro es el estilo Júpiter, con el que la gravedad es más pesada, y nos permite realizar una potente patada explosiva, destruir objetos con el propio contacto de nuestro cuerpo, y crear unas potentes esferas con elementos del escenario, que podemos lanzar con efectos devastadores.
Este es un toque de profundidad jugable que no estaba en el primero, y que ayudan a que sea un juego más complejo, y que incluso puede llegar a ser bastante desafiante en los momentos más avanzados de la aventura. Las mecánicas jugables de base son buenas, pero a veces se producen situaciones un tanto caóticas y que pueden llegar a ser frustrantes, como hemos dicho antes por problemas con la fijación de los enemigos y el seguimiento de la cámara.
Casi tan importante como los combates es la exploración, en un juego que te empuja constantemente a volar y recorrer los amplios escenarios, ya sea de manera explícita, con misiones, en las que muchas veces te obligan a buscar cosas sin decirte el lugar exacto, como de manera opcional, ya que es importante recoger mena (unos minerales de color rosado), para poder mejorar los poderes de Kat. Un mundo de juego enorme, pero que se siente un poco desaprovechado y carente de vida, con amplias zonas en las que no hay nada que hacer, ni motivos argumentales para visitarlas.
Hay miles de estos objetos repartidos y escondidos por los escenarios, y teniendo en cuenta que el mapa del juego es del doble de grande respecto a la primera entrega, nos podemos tirar horas si queremos recogerlos todos, o al menos gran parte. Una actividad que a los jugadores más completistas quizás les puede resultar entretenida, pero que se puede llegar a hacer pesado, ya que además estos objetos no son tan secundarios como podría parecer, y los los necesitamos para mejorar los poderes y habilidades de Kat.
Hay unos talismanes que podemos equipar para mejorar las características de Kat, y que se pueden construir y fusionar con un pequeño sistema de creación. Y además de la historia principal y las misiones secundarias, hay diferentes tipos de coleccionables, desafíos de puntuación con marcadores en línea, búsqueda de tesoros, que tenemos que encontrar gracias a las fotos realizadas por otros jugadores, y toda una serie de elementos online que están bien implementados, y no resultan intrusivos para quien los quiera obviar.
Si vas muy al grano la historia principal se puede superar en unas 15 horas, pero como ya hemos mencionado antes hay bastantes distracciones en el mundo de Gravity Rush 2, y además las misiones secundarias son interesantes. No tanto por lo que proponen jugablemente, ya que son quizás los momentos en los que te sientes más un recadero, pero sí porque todas tienen un contexto y cierta lógica argumental.
El tono simpático y alegre (aunque la historia no renuncia en ningún momento a las situaciones dramáticas), además de agradecerse, propicia que las misiones secundarias a veces sean muy curiosas, con momentos de humor, y se aprovecha para profundizar más en los personajes, carismáticos y muy bien perfilados, de lo mejor del juego.
Aunque Gravity Rush 2 tiene defectos evidentes, y admitimos que tiene partes que se nos han hecho un poco pesadas, es fácil perdonarle muchos de sus pecados, porque es un juego que se nota hecho con mimo y con pasión, en el que sus responsables lo han dado todo. Si en los últimos años nos hemos quejado de juegos con malos o insatisfactorios finales, que dejan cabos sueltos y las cosas a medias, aquí nos encontramos con todo lo contrario, y cuando crees que la historia ha terminado, te quedan todavía una buena cantidad de sorpresas y de horas de juego. Aunque con algunas decisiones cuestionables en el tramo final, cierran la historia perfectamente, y las tramas de cada uno de los encantadores personajes.
El apartado gráfico de Gravity Rush 2, sin ser puntero, cumple muy bien su cometido, el de meternos en un anime interactivo, y nos movemos con soltura y sin problemas de rendimiento por un gigantesco mundo abierto, al que quizás se le podría pedir un poco más de vida. Las texturas no son gran cosa, y en ocasiones hay popping (aparición repentina de elementos) un tanto feo, pero el acertado diseño de personajes y una dirección de arte colorida y alegre lo compensan.
La banda sonora, nuevamente de Kohei Tanaka, vuelve a ser muy buena, con melodías que transmiten perfectamente el tono del juego, la mayor parte del tiempo alegres y desenfadadas, pero también épicas y dramáticas cuanto toca. Y además hay un tema vocal simplemente precioso, que protagoniza uno de los momentos con más encanto de todo el juego. Como en el primero los personajes hablan con un lenguaje inventado, algo que cuadraba muy bien en el formato portátil, pero quizás en esta versión de sobremesa hemos echado de menos un buen doblaje, que nos evitara tener que leer subtítulos en las escenas más intensas, lo que puede provocar que nos perdamos alguna información importante. En cualquier caso entendemos la decisión, el ser coherentes y continuar con el peculiar lenguaje de la primera entrega.
Un juego con encanto
Gravity Rush 2 es más grande, complejo y completo, pero curiosamente repite casi los mismos defectos del primero, y a quienes no les gustara aquel, este tampoco les va a convencer. Es un juego muy japonés, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva, y si os gustó el primer Gravity Rush, o simplemente queréis ser los protagonistas de aventura de acción en mundo abierto que por momentos parece un anime interactivo, seguro que os dejará más que satisfechos. Un buen juego para comenzar este prometedor 2017.
Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Sony.