Análisis de Anoxemia (PS4, PC, Xbox One)

Lanzado en PC hace ya un tiempo, este trabajo del estudio BSK Games, Anoxemia, llega ahora a PS4 y Xbox One en formato digital. Una obra de naturaleza independiente que, a pesar de sus fallos, acaba resultando bastante apetecible y gustará especialmente a aquellos jugadores a los que disfrutan experimentando.

No estamos ante una aventura al uso o, al menos, se trata de una producción que posee ciertos elementos relativamente originales, sobre todo el que tiene que ver con su dúo de protagonistas.

Emoción submarina

Lo que en principio iba a suponer un experimento y una tarea muy sencilla de acometer, acaba siendo un fiasco. ¿Cuántas veces habrá ocurrido esto en la historia de los videojuegos? La para nada original narrativa de esta aventura nos mete en la piel de un científico que debe recoger muestras en una zona subacuática contaminada. Pero antes de poder realizar dicha misión, el submarino en el que viaja sufre un accidente y dicha tarea se ve comprometida.

Justamente ahí es cuando entra en juego un dron de forma esférica que, a la postre, es el personaje a quien controlamos. Es decir, que nuestro cometido es guiar a este dron por los fondos submarinos en busca de oxígeno, energía y las muestras (plantas en su mayoría) que el científico necesita para llevar a cabo su misión, tipo que sigue al dron allá donde va… a no ser que le indiquemos lo contrario, pudiendo establecer la típica pauta espera/sígueme integrada en muchos títulos precedentes.

Esta característica que os acabamos de comentar es un arma de doble filo. Por una parte, el hecho de no dirigir directamente al personaje que, a la postre, es el que debe realizar la misión y recoger los diferentes objetos dispersos por los escenarios tiene su gracia. Pero también tiene sus inconvenientes, ya que en ocasiones su respuesta no es todo lo eficiente que sería recomendable y, debido a ello, acabamos pagando el precio con la muerte… y la consecuente repetición del nivel entero. Un control impreciso y no del todo satisfactorio.

La mecánica de juego es bastante sencilla de explicar, que no de acometer, que quede esto último bien claro. De hecho y a pesar de que se trata de una aventura bastante corta, de unas 3 o 4 horas de duración, seguramente moriréis bastantes veces durante la misma.

Estamos ante una aventura de desarrollo 2D y scroll lateral que tiene lugar en entornos oscuros y subacuáticos. Nuestra meta consiste en alcanzar la salida del nivel y recoger un número determinado de elementos que podemos encontrar mediante el sónar incorporado en el dron, así de simple, siendo una propuesta bastante lineal.

Cada uno de los fondos presenta una serie de peligros que es necesario superar o esquivar, desde minas a torretas defensivas, mini submarinos enemigos y demás inconvenientes. Y dado que normalmente el área de acción que tenemos es limitada, en muchas ocasiones se pone a prueba nuestra habilidad con el mando. La exploración también es fundamental dado que además de tener que encontrar las citadas plantas que forman parte del experimento, también debemos hallar suministros de oxígeno para evitar que el científico acabe ahogándose así como energía para que nuestro dron siga funcionando.

Estos dos factores que os acabamos de mencionar, el oxígeno y la energía restante de los protagonistas, cobran una importancia capital. Y es que de un nivel a otro dichas reservas no se regeneran como por arte de magia, por lo que siempre debemos estar pendientes de la cantidad sobrante de uno y otro, las cuales quedan indicadas debidamente.

Durante las partidas tampoco falta la presencia de algún que otro puzle, teniendo muchas veces que interactuar con algunos elementos (como rocas) e, incluso, usar explosivos para trazar nuevas rutas. Más importante es el hecho de poder ir conociendo los pensamientos del científico mientras va cumpliendo su misión, los cuales suelen dar vueltas a temas existencialistas, filosóficos y moralistas. A veces se hacen monótonos, sobre todo cuando los escuchamos más de una vez debido a una muerte prematura, pero añaden más interés a la aventura.

Una jugabilidad, en conjunto, bien llevada y que acaba haciéndose bastante cautivadora, aunque el tema del control (impreciso) y la linealidad de la acción a veces le pasa factura.

Técnicamente, el motor Unity se ha empleado para concebir una aventura muy humilde pero que ostenta una ambientación y línea artística notables. Lo demás es muy convencional y no llama para nada nuestra atención, pero un título como este tampoco necesita de gráficos increíbles para funcionar. Y el sonido sigue una pauta similar, con melodías agradables y efectos sencillos que quedan rematados por un acertado doblaje en inglés con subtítulos en español (que es preciso cambiar a dicho idioma desde las opciones).

Entretenido y cautivador

No es la aventura de desarrollo 2D más interesante que hemos probado recientemente pero, pero con sus defectos Anoxemia es un título bien elaborado que seguramente llamará la atención de los usuarios más fervientes de este tipo de producciones, sobre todo las que se salen un poco de la norma. El hecho de no controlar directamente al científico no termina de convencernos, pero tampoco es un problema que echa por tierra el trabajo realizado por los desarrolladores.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código proporcionado por BadLand Games.