Análisis de Tekken 6 (PS3, Xbox 360)
Mucho tiempo se ha hecho de rogar la primera versión de nueva generación de Tekken, pero finalmente Namco Bandai ha completado la conversión de su recreativa, convirtiendo su popular arcade de lucha 3D uno contra uno en una adaptación doméstica más completa que nunca. Están los 40 personajes de la última versión, pero también una serie de modos de juego extra que aumentan la duración de un título imprescindible para los amantes de la lucha, un género algo olvidado en los últimos años del que se convierte ipso-facto en su principal referente en esta generación. Tekken 6 es lo que muchos usuarios de PlayStation estaban esperando desde su lanzamiento, y además llega también a Xbox 360, marcando el inicio de la saga en las consolas de Microsoft. No defraudará a nadie.
Como de costumbre, el juego cuenta con una historia que vuelve girar alrededor de la turbulenta dinastía de los Mishima (y el hijo de Kazuya, Jin Kazama), su maldición diabólica y sus ansias desenfrenadas de poder. Aunque la historia no influye en el desarrollo de los combates, como de costumbre, sirve de trasfondo a la biografía de los personajes y cómo se relacionan entre ellos antes de los combates, así como de "caldo de cultivo" donde arrojar nuevos personajes relacionados de una u otra forma con los demás. Para intentar profundizar algo más en esto, se ha añadido un modo campaña, que de hecho a primera vista puede parecer el modo principal del juego, donde controlamos a Lars y Alissa (los dos últimos personajes que se han añadido en plantel) en su lucha contra el Mishima Zaibatsu.
Se trata en realidad de una especie de "yo contra el barrio" usando los controles del Tekken, al estilo de los Tekken Force introducidos en ediciones anteriores, que como éstos, tiene buenas intenciones pero acaba siendo mediocre. Aunque Namco Bandai haya intentado incluir cinemáticas, dotarle de una historia, y aportado muchos nuevos elementos, la adaptación de Tekken a "beat'em up 3D" sigue sin funcionar bien, o al menos sigue sin ser lo suficientemente buena para que, una vez con el disco dentro de la consola, nos apetezca jugar a este modo en vez de a los tradicionales combates uno contra uno.
Éstos siguen siendo tan divertidos como siempre, beneficiándose del extenso plantel de personajes, de 40 en esta ocasión, que como es de esperar cuentan con nuevos golpes y se han diferenciado algo más entre sí, y por el largo bagaje de la máquina recreativa, ahora están mucho más equilibrados que en el lanzamiento de Tekken 6 en los salones, hace ya un año y medio. Tekken 6 mantiene, como los anteriores, esa profundidad combinada con accesibilidad que le ha convertido a lo largo de los años, especialmente en la época de mayor competencia con Virtua Fighter, en el juego de lucha 3D predilecto. Al mismo tiempo es un juego en el que es fácil hacer cosas, desde golpes espectaculares hasta combos de tres o cuatro golpes, simplemente machacando botones; pero al mismo tiempo tiene una profundidad, una curva de aprendizaje a la hora de dominar a cada personaje, y esas intangibles reglas internas de su sistema de combate que lo convierten en un juego muy profundo donde el que es bueno no pierde nunca con un novato, algo de lo que da buena fe la poblada "escena" de campeonatos que hay por toda España y Europa.
Más allá de alabar el largo repertorio de personajes, los cambios introducidos en varios de ellos hasta el punto de hacerlos bastante diferentes a cómo eran en Tekken 5, y el equilibrio existente entre todos, hay que decir que el modo para un solo jugador de Tekken 6 se ha hecho más variado e interesante al incluir los "fantasmas" en todos los modos de juego. Estos fantasmas son en realidad patrones de juego copiados de luchadores reales de las recreativas japonesas, que van acompañados de una configuración en concreto de un personaje, y a los que se les asigna un rango dependiendo de su habilidad luchando. De este modo se aplica el sistema de rangos de Tekken 5 en todos los modos de juego, de forma que siempre tendremos luchadores de nuestro nivel, y siempre podremos ir mejorando nuestro rango con cada uno de los personajes. Hay incluso un modo ajeno al Arcade, Time Attack y Survival Mode, llamado Ghost Mode, en el que lucharemos constantemente contra nuevos rivales, teniendo cierto margen para elegir a quién -y de qué nivel- nos enfrentamos después de cada combate.
Este sistema de fantasmas hace el juego para un solo jugador bastante más variado, intentando substituir la inteligencia artificial pura y dura por patrones de juego que intenten simular el comportamiento de un jugador humano. Estos perfiles "fantasma" (hay centenares) tienen sus vicios y sus estilos de lucha, por lo que diferentes perfiles luchan diferente con un mismo jugador, lo que hace que el juego se más variado, como ya lo era Tekken 5. Aunque es encomiable este intento por simular a los luchadores humanos, todavía está un poco lejos de valer como verdadero entrentamiento para el multijugador real, pero aprovecha para mostrarnos las numerosas opciones que hay para configurar a cada uno de los luchadores.
Esta posibilidad de configurar a cada luchador para hacerlo a nuestro gusto es especialmente útil para el modo online, aunque dependerá del dinero que vayamos ganando en los diferentes modos de juego, que luego podremos usar en la tienda Tekken para adquirir ropa, cortes de pelo, accesorios y demás, y de ese modo hacer que nuestro luchador preferido se parezca un poco más a nosotros, o a un famoso, o simplemente tenga un aspecto diferente o incluso (y sobre todo) estrafalario. Hay muchas opciones, millones de combinaciones, y resulta muy divertido tener un personaje preferido pero convertirlo de algún modo en nuestro "avatar" personalizándolo con ítems y ropa.
Aparte del modo versus clásico y el de batalla por equipos, la estrella del multijugador es el modo online, por supuesto. Street Fighter IV ha demostrado la vida que pueden tener los juegos de lucha en la red, y el modo online de Tekken 6 incluye un sistema de rankings similar al de otros juegos, aunque también la opción de participar en combates que no cuenten para la clasificación normal. En nuestras pruebas, el sistema funcionaba sin problemas, sin retardo, logrando una buena experiencia de juego.
A nivel gráfico los tiempos han cambiado. Antes las conversiones de recreativa a consola venían con taras, con menor número de polígonos o menos cuadros de animación, y ahora es justo al contrario. Una vez medio estancado el antaño puntero hardware de recreativa, los gráficos de Tekken son simplemente notables pero están algo lejos de lo que hemos visto en los últimos tiempos en consola, léase Uncharted 2 o Gears of War 2 por citar ejemplos claros de las respectivas plataformas. El modelado de los personajes mantiene el tipo, pero ciertos escenarios, pese a la detección de impactos, se quedan un poco lejos de lo esperado y de lo visto en consola hoy en día. Aún así, el juego se mueve a las mil maravilllas, sin ralentizaciones en el motor gráfico, y lo único que se le puede achacar en el apartado técnico son los excesivos tiempos de carga.
Musicalmente el juego sigue la tradición de los anteriores Tekken, con melodías electrónicas que ambientan bien las luchas, y el repertorio de sonidos, impactos y gritos que nos hemos acostumbrado a oir en los últimos años. Las voces de los luchadores están en varios idiomas (concretamente, inglés, japonés y chino), conveniéntemente subtituladas, aunque ninguna en español. El interfaz del juego, aunque no tenga que ver con el sonido propiamente dicho, está muy bien organizado.
A nivel jugable, Tekken 6 sigue la tradición de Tekken rigurosamente, cambiando, eso sí, el repertorio de algunos personajes "míticos" de la saga, quitándoles golpes y añadiéndoles nuevos, pero sin cambiar la fórmula en absoluto, salvo por algo más de uso del escenario (como muro en el que acorrarlar) en los combates. La fórmula sigue vigente, como ya decíamos, y permitiendo que todos los jugadores disfruten, con un envidiable nivel de profundidad en cada luchador y en el propio sistema de juego. La respuesta de los botones sigue siendo perfecta, y como curiosidad se ha añadido una fase de bonus contra un robot gigante, casi imposible de matar, pero con una bonificación que merece la pena (lo matemos o no, pasemos de fase).
Tekken 6 es sin duda el mejor juego de lucha 3D de esta generación, donde ciertamente no abundan, y mira de tú a tú a Street Fighter IV en el género de la lucha en general, algo que dudamos que soprenda a alguien. Namco Bandai ha realizado una excelente conversión a consola, trasladando la última versión de la recreativa, bien equilibrada, a nuestros pads, y dotándole de numerosos modos de juego extra para añadirle algo más de duración. Aunque el modo campaña no nos convence en absoluto, se convierte en algo secundario y el juego ofrece horas y horas de diversión en su mejor formato: la lucha uno contra uno. Hay decenas de extras en forma de galerías de vídeos, como nos tiene acostumbrados la saga, y un modo online que dará para muchos meses de competición en la red. Con un apartado gráfico notable pero mejorable, el único defecto grave que se le puede achacar son los tiempos de carga. Por lo demás, sigue siendo Tekken, y eso significa decenas de combos y horas y horas dominando a los personajes para ser el mejor. Y diversión asegurada para jugadores de todos los niveles.