Análisis de God of War Collection (PS3)
God of War ha sido una de las sagas más fuertes del catálogo creada por los estudios internos de Sony en la pasada generación. God of War Collection aprovecha el lanzamiento de God of War III reuniendo los dos primeros capítulos, y está disponible en Europa junto con esta tercera parte en la edición Ultimate Trilogy. El precio, las escasas unidades y la gran demanda de esta versión han hecho que pocos jugadores pudiesen hacerse con él, es por ello que Sony pone a la venta Collection en dos nuevos packs. El primero, de manera independiente, por 39.99 euros, y el segundo, en God of War Trilogy, junto con God of War III, por 89.99 euros -la edición que nos parece más recomendable en relación a contenido-precio si se carece del tercer juego-.
Como os comentamos en las impresiones, se trata del paso de los dos God of War lanzados en PlayStation 2 convertidos a formato PlayStation 3 -en Blu Ray-, en alta definición y con algunas mejoras gráficas, pero manteniendo intactos ambos títulos en lo jugable. No todos los modelos de PlayStation 3 son compatibles con los juegos de PS2, y aún los que lo son, no tienen una compatibilidad perfecta con God of War II (desaparece la sombra de Kratos), si bien hay que reconocer que ambos juegos son de los títulos que mejor explotan la potencia de la vieja consola 128 bits, y que por tanto, el escalado que hacen por defecto los modelos retrocompatibles mejoraba su apariencia hasta hacerlos muy dignos hoy día incluso en grandes pantallas. Pero no es lo mismo que una resolución nativa en alta definición.
La historia, resumida, cuenta la historia de venganza de un guerrero ligado a servir a los dioses del Olimpo, engañado posteriormente y en varias ocasiones. Su primer encargo, y que inicia el primer God of War, es acabar con las ansias de destrucción de Ares, el Dios de la Guerra. Los juegos son del género slash´em up -básicamente, acabar con todos los enemigos que te encuentras tanto con armas blancas como usando magia-, aunque estos dos primeros equilibran mucho el combate con los puzles y las secciones de plataformas, algo que en GOWIII se olvidó a favor de un mejor combate y con nuevas ideas -generales que dan órdenes, luchas más numerosas, nuevos movimientos...-.
De este modo, en especial en el primer God of War, es posible bloquearse tanto por algunos combates duros como con algunas pruebas, entre las que los jugadores aún recuerdan con terror dos: la sala de pinchos en el suelo y una roca cúbica para alcanzar un saliente dentro de una cueva, y la escalada de un torno de púas en el Inframundo. God of War II utilizó más las posibilidades que daba el controlar el tiempo para algunos puzles contrarreloj y de habilidad, y un gran número de jefes finales, muchos de una elaborada estrategia de ataque.
No cabe duda que las dos entregas se nos antojan imprescindibles en el catálogo de cualquier usuario de PlayStation 2 -y ahora PlayStation 3-, y sus virtudes han quedado más que demostradas a lo largo del tiempo. También son necesarias para comprender globalmente la historia de Kratos, ya que a pesar de ser principalmente un juego de acción, la narrativa, personajes y situaciones de God of War III se disfrutan mucho más desde una perspectiva completa del personaje, una personalidad más compleja de lo estamos a ver en este género. La trilogía puede ser jugada de manera continua en una misma plataforma, y únicamente se excluye al capítulo Chains of Olympus, la precuela lanzada en PSP desarrollado por Ready at Dawn, al cual se hacen algunas referencias en diálogos en GOWIII -con Helios y Hades, por ejemplo-, pero de poca importancia; Santa Monica ha pasado muy por encima de lo acontecido en ese capítulo y por tanto no es tan obligatorio en la línea argumental, pese a que como juego, es muy notable -aunque algo por debajo de los lanzados en doméstica-.
Ambos God of War se ven mejor que nunca a 720p y con antialiasing. Esto hace que también sean más evidentes algunas limitaciones de los originales, por ejemplo, texturas y modelados -que son los mismos de PlayStation 2-, más notables en el primer juego que en la segunda parte. Eso no quita que pierdan espectacularidad, al contrario, ahora también se puede ver el trabajo artístico de los juegos sin molestos dientes de sierra o sin una imagen ligeramente borrosa como sucede si introducimos las versiones de PS2 en un modelo de 60 Gb de PlayStation 3. En movimiento, cualquiera de las limitaciones impuestas por la vieja máquina prácticamente desaparecen.
Teniendo en cuenta la calidad gráfica alcanzada en PlayStation 2, el aspecto ha resistido bien el paso del tiempo. Desde luego, no vamos a comparar Collection con God of War III o Uncharted 2, verdaderas demostraciones de las capacidades de la actual generación, pero especialmente en el caso de God of War II, la nitidez de la imagen hace que por momentos olvidemos que se trata de juegos nativos de PS2. La secuencia introductoria con la famosa estatua viviente de un coloso dorado sigue imponiendo tanto ahora como en 2007, así como las técnicas que se usaron para escamotear algunas complicaciones que han tenido que esperar a la actual generación para ser mostradas en todo su esplendor: los titanes.
Otra de las novedades la encontramos en una mejora en la fluidez de los juegos, mucho más constante a los 60 cuadros por segundo que en PlayStation 2. Más que eso, que generalmente no era un problema excesivamente grave, el principal defecto técnico de los originales era que sufrían un ligero `tearing´ o fallo en la sincronización vertical que cortaba la pantalla en momentos puntuales. Esto ha sido solucionado en Collection, y no es sólo una mejora perfectamente exigible, que aumenta la solidez del juego, también gana en diversión, en respuesta de control en los momentos de más caos y acción, facilitando esquivar los ataques. Lo que antes eran combates algo ralentizados con varios soldados, algún cíclope y arpías, y Kratos realizando su característico movimiento giratorio de las espadas, ahora fluyen mucho mejor y es fácil ver en todo momento que ocurre en la pelea sin confusión. En definitiva, los dos God of War no han sido cambiado un ápice en cuanto a nuevas armas, movimientos o cámaras, pero Kratos y los enemigos se desplazan tal y como debían haberlo hecho en un principio, toda una delicia para los ojos.
Entre tanta mejora gráfica -el auténtico motivo para la compra de este juego si ya se poseen los originales- hay que destacar un par de aspectos que podrían haber sido mejorados con algo más de tiempo de desarrollo o atención por parte del equipo encargado de la conversión, Bluepoint Games. Los dos God of War contaban con secuencias de vídeo de dos clases, unas denominadas `de alta definición´ -y no en referencia a las líneas de resolución- que eran las comúnmente llamadas secuencias CG o generadas por ordenador, y otras, los vídeos pregrabados utilizando el motor del juego. God of War Collection mantiene este tipo de vídeos en su calidad original reescalada, lo que significa que los vídeos CG no tienen la calidad que pudieran tener al ser renderizadas nuevamente con los 720p en mente, no obstante, al contar ya originalmente con antialiasing, la imagen es de buena calidad.
No se puede decir lo mismo de las secuencias grabadas de PS2 y convertidas en vídeo, una técnica que se utilizó ya fuese por enmascarar las cargas -los juegos no tienen ninguna visible durante la partida- o para mostrar momentos espectaculares que en tiempo real la consola no podía sin sufrir problemas de rendimiento demasiado exagerados. Pues bien, estas escenas no esconden su aspecto original y al no haber sido regrabadas, desentonan con el resto del juego, y si su intención en PS2 era ofrecer momentos de gran calidad para la consola con aspecto de ser generadas por la consola, en este caso, resulta contraproducente y de peor calidad que el propio juego convertido a la alta definición. Un pequeño descuido que hace que no hablemos de una actualización perfecta. Los vídeos de extras tampoco se grabaron en 720p, pero al igual que las secuencias CG, aguantan mejor el tipo, y en este caso, la solución es más complicada si el material original no se filmó en alta definición.
La banda sonora de los God of War ha sido siempre muy sobresaliente, y eso no cambia con el paso de los años. Lamentablemente, no ha sido remasterizada a la nueva consola, y la calidad suena muy parecida, en estéreo. Al menos algunos sonidos si parecen haber sido limpiados, o comprimidos con mejor calidad, pero se trata de una mejora pequeña que no ha evolucionado tanto como el aspecto gráfico general de Collection. De todas formas, estamos ante un gran acompañamiento épico repleto de coros y música intensa realizado por varios compositores y que es uno de los sellos de calidad de la serie.
Aunque le falta un pequeño cuidado extra para haber hecho la adaptación perfecta -no habría sido muy difícil pulir el tema de las falsas secuencias del juego grabadas-, ofrece lo prometido: las mejores versiones de dos juegos sobresalientes. God of War Collection mantiene además los numerosos extras y desbloqueables de ambos juegos y de paso añade un incentivo que hará a todo jugador de la saga volver a terminar ambos títulos al menos una vez más: los imprescindibles hoy día trofeos. El sistema cuenta con un premio platino para cada God of War y más de 70 trofeos en total por realizar acciones específicas, así que difícil será para el seguidor de la serie resista a explotar al 100% este pack.
Conclusiones
Estamos ante dos de los mejores juegos de los últimos años en una actualización adaptada a las pantallas actuales, que se antoja imprescindible para quienes no pudieron disfrutar en su momento de los originales, para aquellos que quieren disfrutar de los tres juegos de la mejor manera y en una sola consola, e incluso también creemos que para los que cuentan con las versiones de PS2 y una PlayStation 3 retrocompatible. Quizás para estos últimos no se trate algo más que un motivo de coleccionismo, pero es una oportunidad inigualable de tener dos pequeñas joyas en todo su esplendor, en un sólo disco y a un precio de lanzamiento más reducido que el habitual.
Cualquiera de estas entregas tiene un valor muy alto de `rejugabilidad´ y en conjunto suman cerca de 30 horas de sangre, violencia y grandes momentos inolvidables, desde el primer encuentro con criaturas marinas en God of War hasta la épica secuencia final de God of War II que tiene su desenlace en la tercera parte. Un recopilatorio con juegos de calidad indiscutible que no defraudará a nadie.