La gran sorpresa de 2005
Una de las mejores cosas que tiene el mundillo de los videojuegos (al igual que ocurre a veces por ejemplo en el cine) es cuando de vez en cuando tenemos la inmensa suerte de poder jugar a un título que en principio pasa totalmente desapercibido entre todo el maremágnum de juegos esperados, promocionados y publicitados hasta la saciedad, sobre todo si ese juego desconocido resulta ser todo un auténtico descubrimiento con mayúsculas. Esto nos ocurrió en Vandal justamente hace casi un año cuando el verano pasado descubrimos Las Crónicas de Riddick para Xbox (quizás el mejor juego, gráficamente hablando de esta consola y uno de los mejores del catálogo) aunque el premio gordo de toda esta generación que ya se va apagando lentamente creo sin duda alguna que correspondería al inconmensurable Ico de Fumito Ueda y su equipo de SCEI, a día de hoy, alabado por medio mundo y el cual ya espera ansiosamente su próximo Wanda.

God of War, también encuadra a la perfección con todo lo que estamos comentando, con el añadido de pertenecer también a otro estudio interno de Sony (esta vez occidental), demostrando como un servidor ya vaticinó en su día en el análisis del mencionado Ico, que era sólo cuestión de tiempo que los propios estudios internos de la compañía nipona empezaran a dar verdaderas maravillas con la que nutrir a sus propias máquinas frente a la enorme dependencia que la primera Playstation tuvo en sus inicios de las Third Parties o compañías externas.
God of War (GOW) es obra de SCEA (Sony Computer Entertainment America) en su estudio o división de Santa Mónica autores, para hacernos una idea, de algún que otro Twisted Metal y del totalmente desconocido para la mayoría –a no ser que uno sea fan de los juegos de velocidad futurista- Kinetica del que podéis encontrar una breve reseña en este reportaje, un juego bastante mediocre en líneas generales y que pasó con más pena que gloria por los circuitos de la 128 bits de Sony. Eso fue a finales de 2001, momento en que hicieron borrón y cuenta nueva para empezar a dar forma al impresionante titulo que tenemos en nuestras manos, y que se sitúa desde este mismo momento al mismo nivel (puede que superior para algunos) que juegazos clave de esta generación como Ninja Gaiden o Devil May Cry. Y no exageramos lo más mínimo.

Historia de una venganza
God of War nos sumerge por completo en la siempre fascinante mitología griega, una época de poderosos Dioses y colosos, de guerras continuas y héroes de leyenda. Nos meteremos en la piel del feroz capitán del ejército espartano Kratos, un temible guerrero al que la victoria y gloria siempre le ha acompañado en todas sus campañas militares. Pero la suerte se le acaba alguna vez a todo el mundo, y ese oscuro día le llegó también a nuestro aguerrido protagonista en plena batalla contra los salvajes bárbaros de tierras nórdicas. En el momento en que estaba a punto de encontrar la muerte, Kratos, ebrio de furia y odio invoca al todopoderoso Dios de la guerra Ares ofreciéndole su lealtad eterna y ser su más fiel sirviente a cambio de derrotar a sus adversarios.