Análisis de Team Fortress 2 (PC, Xbox 360, PS3)
Desde entonces fueron numerosos los rumores que circularon acerca de una segunda parte que, sin embargo, nunca se materializó a pesar de los años. Llegó un momento en el que muchos lo dieron por una eterna promesa que jamás vería la luz. Afortunadamente, a día de hoy es una realidad. Team Fortress 2 completa el trío de novedades junto a Portal y Half-Life 2: Episodio 2, que forman parte del pack "Orange Box".
En este sentido, a pesar del nuevo estilo gráfico del que hace gala, la esencia del original ha quedado intacta. Muchos puristas pueden seguir viéndole pegas, pero a nosotros nos parece un lavado de cara que le sienta realmente bien, y que consigue desmarcarlo del resto de juegos del género y de otros títulos de la desarrolladora.
Y es que Team Fortress 2 es un título de acción multijugador en el que prima la acción directa, sin obviar un elemento táctico basado en la elección de clases y nuestra estrategia a la hora de afrontar las partidas. La rapidez con la que entramos en acción es asombrosa. Elegimos equipo –rojo o azul–, elegimos clase y a jugar. Es como el ajedrez, se tarda muy poco tiempo en aprender las reglas, pero requiere esfuerzo y dedicación llegar a dominar cada pieza.
Una de las razones principales por las que se optó por un diseño de dibujos animados fue para ofrecer un aspecto estilizado que al mismo tiempo sirviese para diferenciar a cada clase de forma instantánea. Con el estilo adoptado resulta fácil diferenciar no sólo el tipo de soldado que tenemos delante, sino algunas de sus características: como su velocidad o capacidad de infligir daños. Está claro que si ponemos a un heavy junto a un médico cara a cara, algunas de estas facetas saltan a la vista. Vamos a profundizar un poco más en las peculiaridades y armamento de cada una de las nueve clases. El abanico de soldados a nuestra disposición está dividido en tres categorías diferentes: ataque, defensa y asistencia.
Dentro del grupo de ataque encontramos al scout (explorador) que es el más veloz de todos con diferencia y puede ejecutar un doble salto en el aire, lo cual es muy útil para esquivar fuego enemigo o para alcanzar zonas difícilmente accesibles para los demás. Su punto flaco es su pequeño medidor de salud y sus armas son una escopeta, una pistola y para los enfrentamientos cuerpo a cuerpo un bate. Luego tenemos al soldier (soldado) que es letal en las distancias largas gracias a su arma principal: el lanzacohetes. Con él puede alcanzar alturas imposibles disparando hacia el suelo, lo que le resta una importante cantidad de salud pero a cambio le permite alcanzar puntos estratégicos importantes para atacar o defender una posición. Debe racionalizar bien los disparos, ya que cada cuatro proyectiles lanzados se ve obligado a recargar su lanzacohetes. Su movimiento en el campo de batalla es lento pero su medidor de salud generoso. Su arsenal lo completan una escopeta y una pala.
El pyro (pirómano) cierra este grupo con una de las armas más espectaculares: el lanzallamas. Con él tiende emboscadas apostado tras las esquinas a los enemigos incautos que no se percatan de su presencia. Una vez que alcanzamos un enemigo, éste se incendia y aunque se aleje, seguirá perdiendo puntos de salud durante unos segundos. Para el resto de situaciones también puede echar mano de una escopeta y un hacha.
Pasamos a los tres miembros que forman el grupo de defensa. El primero de ellos es el demoman (hombre de las demoliciones) que tiene una efectividad elevada tanto en cortas como en largas distancias. Puede disparar granadas, que de impactar de lleno, volatiliza al instante al enemigo. Otra práctica arma es un lanza-bombas lapa que puede adherir en lugares vitales como puntos de control o paredes y techos para que hagan explosión al contacto con un enemigo, o por control remoto siendo detonadas por nosotros mismos. También le sirve para alcanzar grandes altitudes de un modo similar a como lo hace el soldado. En caso necesario, puede echar mano de una botella para peleas cuerpo a cuerpo. Sin duda alguna el más demoledor es el heavy (corpulento). Equipado con una potente ametralladora giratoria y una más que generosa cantidad de salud, puede acabar con todo tipo de enemigos a una distancia corta o media. Combinado con el médico, resulta uno de los binomios más peligrosos y mortales del juego. Su armamento también cuenta con una escopeta y sus puños. El punto más flojo es la lentitud de sus movimientos.
El engineer (ingeniero) es uno de los personajes qué más posibilidades tiene a su disposición, ya que además de contar con armas tradicionales como una pistola y una escopeta, puede fabricar objetos de gran valor. El arma centinela como primer ejemplo es una ametralladora automática que disparará a cualquier enemigo a la vista –exceptuando al espía– y que puede ser mejorada por el propio ingeniero. El dispensador sirve para proveer puntos de salud y munición a nuestros compañeros de equipo. Y por último pero no menos importante los teletransportadores materializarán a los miembros de nuestro equipo de un punto a otro de forma instantánea. Para acelerar la construcción de todos estos elementos se usa la llave inglesa, que también le sirve como recurso en luchas cuerpo a cuerpo.
Finalmente llegamos al grupo de asistencia. En primer lugar el medic (médico) es una pieza fundamental dentro de todo equipo que opte por la victoria. Sus capacidades ofensivas se reducen a una pistola de dardos –sólo medianamente efectiva en distancias cortas– y una sierra. Su función principal, no obstante, no es la de provocar daños en las filas enemigas, sino la de sanar a los miembros heridos de nuestro equipo. Además de curarlos, puede dotarlos de una cantidad de puntos de salud superior de forma temporal, gracias a la pistola de curación con la que está equipado. Como os contábamos antes forma un binomio perfecto con el heavy, especialmente gracias a una de las habilidades especiales del médico. A medida que vayamos curando a nuestros compañeros, se irá rellenando una barra de "supercarga" que una vez cargada por completo, nos permitirá activar un modo de invulnerabilidad que dura diez segundos y que protege tanto al médico como a su compañero. Cualquier miembro del equipo puede solicitar ayuda de un médico pulsando una tecla. Los médicos podrán ver de forma gráfica –una cruz roja encima de sus cabezas– quiénes están solicitando ayuda sanitaria para acudir en su ayuda lo más rápido posible.
El siguiente en nuestra lista es el sniper (francotirador) armado con un peligroso rifle dotado de mira telescópica que provocará el desconcierto entre las filas enemigas. En ocasiones, todo lo que nos da tiempo a ver antes de recibir un disparo en la cabeza es el puntero láser del francotirador. Para las demás ocasiones también cuenta con una pequeña metralleta y un enorme cuchillo. El espía cierra la lista de este grupo y de clases en el juego. Es, para muchos el personaje más interesante de todos ya que cuenta con la posibilidad de disfrazarse de cualquier miembro del equipo rival. También dispone de un equipo especial capaz de hacerlo invisible durante unos segundos o de emitir una potente carga que desmantela los objetos fabricados por los ingenieros. Todo esto lo convierte en la opción ideal para infiltraciones y puede provocar el caos y la confusión allá donde va. Como armas cuenta con una navaja –que elimina a los enemigos de un golpe si les asestamos una puñalada por la espalda– y una pistola.
Los que hayan jugado con el primer Team Fortress se habrán dado cuenta que no hemos nombrado en ningún momento las granadas comunes que podían llevar todos en la primera parte. Los desarrolladores las han eliminado porque se dieron cuenta de que muchas veces estas granadas eran más potentes que el arma principal de algunas clases, y además desorientaba mucho a los jugadores noveles. Para mejorar el equilibrio y la distinción entre distintos tipos de personajes, optaron por quitarlas del arsenal.
Como nota negativa, se nos antojan pocos mapas y modos de juego. Tenemos el clásico capturar la bandera –sólo que en este caso lo que tenemos que robar es un maletín con un dosier secreto– y distintas variaciones de un modo de capturar zonas. Ahí es donde reside la mayor variedad que hemos visto en ese sentido, ya que encontramos mapas en los que sólo hay dos zonas: una por bando y cada uno tiene que defender la suya y hacerse con la del contrario; en otros hay cinco zonas comunes que debemos capturar para ganar la partida. Existe otra variedad en la que un equipo ataca y el otro defiende tres zonas, dos de las cuales están disponibles para que el equipo contrario intente ocuparlas, y una tercera que está bloqueada siempre y cuando no dejemos caer las dos primeras en manos enemigas.
Si en alguno de estos modos finaliza el tiempo de la ronda sin que haya un ganador, comienza la llamada muerte súbita, en la que gana aquel equipo que consiga sobrevivir ya que no existe regeneración en este modo.
A pesar del escaso número de mapas inicial, tanto el diseño de los niveles como la variedad de personajes otorgan una gran longevidad a los ya existentes. Como buen juego multijugador que es, no existen dos partidas iguales, aunque jueguen siempre las mismas personas o repitan sus acciones, el final será siempre impredecible. A esto hay que sumarle que la comunidad siempre ha respondido muy bien ante este tipo de juegos en PC con la realización de mapas y ‘mods’ de grandísima calidad.
Finalmente comentar en este apartado que se nos da la opción, como ya ha pasado con otros juegos anteriores de la compañía, de visitar los mapas e ir reproduciendo una serie de comentarios de los desarrolladores, gracias a los cuales aprenderemos mucho de las decisiones que se tomaron durante la realización del juego y conoceremos algunos secretos tras el diseño de mapas y personajes.
Si hay un punto que no podemos dejar de destacar es la diversidad de posibilidades con las que afrontar cada situación. Que un enemigo nos acosa desde la distancia con su rifle de francotirador, devuélvele la moneda con otro francotirador, o lánzale un misil con el soldado, o asume el rol del espía, hazte invisible y apuñálalo por la espalda. Todos y cada uno de los retos a los que nos enfrentaremos contra el enemigo tienen mil y una formas de resolverse, tanto de manera individual como colectiva. Podríamos invertir horas y horas y miles de palabras en contaros lo divertido que es Team Fortress 2, en la cantidad de situaciones variopintas que os arrancará más de una carcajada, pero hasta que no lo probéis por primera vez, no comprenderéis hasta qué punto es adictivo.
El sonido es casi tan bueno como el apartado anterior. Quizá echemos en falta una mayor variedad de voces, pero aquellas que han sido incluidas gozan de una gran calidad. Además durante las partidas podemos realizar provocaciones, abucheos, lanzar gritos de guerra, etc. que ayudarán a sumergirnos y animar al resto de jugadores gracias a su conseguida expresividad. El juego no ha sido doblado al castellano, pero los textos sí están en nuestro lenguaje y no tendremos ningún problema en ese sentido.