Análisis Slay the Spire, delicioso juego de cartas + roguelike (PC, Switch, Android, Xbox One, iPhone, PS4)

Los juegos de rol y cartas están viviendo, sin lugar a dudas, su mejor momento desde que, en los 90, los amantes del rol más clásico se pasasen horas y horas jugando, sobre una mesa, a Magic, la Ira del Dragon o Yu-Gi-Oh!

Ahora, en plena efervescencia de los Battle Royale y otros juegos de acción desenfrenada, este género se ha hecho un hueco en el mundo del videojuego gracias a una fiebre iniciada con Blizzard y Hearthstone que, poco a poco, ha ido calando entre el gran público que, a día de hoy, tiene diversos títulos de este tipo a su disposición como una nueva adaptación de las propias Magic!, Gwent o The Elder Scrolls Legends.

Aprovechándose de esta nueva tendencia, Mega Crit Games ha lanzado hace unas semanas Slay the Spire, un juego que, tras su paso por la plataforma de acceso anticipado de Steam, ha logrado un éxito total entre la crítica y los aficionados combinando los juegos de rol de cartas tradicionales con los roguelikes en una fusión muy particular que nos ofrece un producto único que se aleja de sus competidores dándonos una experiencia tan divertida como adictiva.

Fácil de aprender, difícil de dominar

Slay the Spire se aleja de la complejidad de otros títulos de cartas y, a priori, nos encontramos con un juego con mecánicas aparentemente sencillas que son muy accesibles para todo tipo de jugadores, incluso si no son grandes aficionados a este tipo de juegos.

Al principio de la partida contaremos con un mazo de 10 cartas con ataques y defensas muy sencillos que rápidamente aprenderá a controlar cualquier jugador. Durante los combates podremos utilizar cartas de ataque, poderes o cartas de defensa que deberemos de usar en función de la acción que vayan a realizar nuestros enemigos, algo que podremos saber gracias a un indicador que aparece sobre sus cabezas y que nos muestra si van a atacar, defenderse o utilizar algún poder.

Con esta premisa y un inicio tan sencillo iremos aprendiendo, poco a poco, cada una de las mecánicas que se van sumando a los combates, ampliando nuestro mazo tras cada encuentro, obteniendo pociones o reliquias que iremos encontrando por el camino y empapándonos, poco a poco y casi sin darnos cuenta, de unas mecánicas jugables más complejas de lo que podían parecernos en un principio.

Eat, Sleep, "Play", Repeat

Una vez jugamos nuestras primeras partidas y nos vamos acostumbrando a las diferentes mecánicas de juego, vamos comenzando a fijarnos el objetivo real, que no es otro que escalar todos los pisos de una enorme torre.

Desde un primer momento nos daremos cuenta que superarla no va a ser tarea fácil y que el fracaso va a llamar una y otra vez a nuestra puerta ya que, sin en algún momento el enemigo logra derrotarnos, la partida acabará automáticamente sin puntos de guardado ni red de seguridad, volviendo a la casilla de salida, a ese mazo básico de 10 cartas que deberemos de reconstruir poco a poco en cada partida para intentar buscar la combinación perfecta que nos permita superar los desafíos de la torre.

Esta aparente sencillez en las mecánicas y, a la vez, la gran dificultad para superar el juego hacen que Slay the Spire nos atrape, picándonos al desafiar nuestra habilidad como jugadores y provocando que, como "decía" la canción (hemos de confesar que nos hemos tomado alguna licencia), solo pensemos en comer, dormir, jugar (fracasar) y repetir nuestra partida una vez más.

Para alcanzar lo alto de la torre podremos escoger nuestro camino, teniendo varias rutas a nuestra disposición para superar cada uno de los actos o niveles que el juego nos ofrece. En el camino podremos encontrarnos con combates normales, combates élite (con mejores recompensas), encuentros sorpresas con varias opciones como si un libro de "escoge tu propia aventura se tratase", tiendas para comprar objetos, hogueras en las que descansar o mejorar nuestras cartas y, al final de cada acto, un jefe final muy difícil de derrotar.

Escoger la mejor ruta será esencial para lograr terminar la partida con éxito, teniendo que elegir en numerosas ocasiones entre arriesgarnos a disputar un combate de élite para conseguir una poderosa reliquia o bien escoger un camino más conservador y seguro que, a su vez, hará que nuestro mazo sea menos poderoso y que, por lo tanto, tengamos menos posibilidades de acabar la aventura en los últimos pisos del torreón.

Tres personajes, pociones y reliquias para complicar la fórmula

Como os hemos dicho, el planteamiento del juego en sus inicios es sencillo y, poco a poco, nos vamos dando cuenta de que, a la vez, llegar a dominarlo es una adictiva tarea que nos va a llevar horas y horas de juego, algo que iremos haciendo sin ni siquiera darnos cuenta gracias a una curva de aprendizaje realmente sutil que nos va empapando, poco a poco, de los conocimientos necesarios para superar Slay the Spire.

Más allá de las diferentes cartas que iremos escogiendo, nivel a nivel, para completar nuestro mazo, también tendremos a nuestro alcance tres héroes, pociones y reliquias que nos permitirán escalar con mayor facilidad la susodicha torre de marras.

Cada uno de los héroes tiene a su disposición cartas diferentes y, a su vez, distintas mecánicas de juego para desatar todo su poder, siendo El Blindado el más recomendable para las primeras partidas antes de intentar empaparnos de héroes más complicados (y también divertidos) como La Silenciosa y El Defectuoso.

Las reliquias son objetos que encontraremos en momentos muy especiales de la partida y nos darán distintos bonificadores o poderes especiales que serán clave para completar el juego con éxito. Por último tenemos las pociones que podrán darnos vida, dañar al enemigo, aumentar nuestras características, robar cartas extra y un largo etcétera de opciones para complicar, un poco más, la fórmula.

Centrado para un jugador… aunque con "pique" online

Slay the Spire se centra en ser una experiencia para un jugador con esa gran torre que nos mantendrá atrapados durante un buen puñado de horas. Aun así, Mega Crit Games sabe que lo "online" está de moda y, por eso, nos ofrece una torre diaria a modo de reto en la que podremos competir con el resto de jugadores para alcanzar la mayor puntuación de la misma posible, con su respectivo ranking para medir nuestro éxito.

Además también contamos con otros extras interesantes como la posibilidad de crear nuestras propias partidas personalizadas, un compendio muy completo en el que ver todas las cartas, pociones y reliquias del juego y, por supuesto, un resumen con todas nuestras estadísticas.

Un gran acabado artístico tanto para la vista como para nuestros oídos

Slay the Spire no es un juego que cuente con un gran acabado gráfico con complejas animaciones, efectos, etcétera, sino que apuesta por un aspecto artístico muy cuidado que nos entrará por los ojos desde el primer momento, tanto por los diseños de los enemigos como por los de los escenarios.

A nivel sonoro, nos encontramos con una música maravillosa que, como el juego, nos va atrapando poco a poco, sumergiéndonos en un maravilloso mundo del que no querremos salir nunca.

Conclusión

Slay the Spire es un título único que mezcla lo mejor de los juegos de cartas y roguelikes en una fórmula aparentemente sencilla que esconde unas mecánicas más complejas de lo que puedan parecer en un principio.

La curva de aprendizaje, siempre que tengamos claro que, como en Dark Souls, PUB u otros juegos, el final más probable de nuestra partida es el fracaso, es sencillamente sublime y nos permitirá ir aprendiendo, poco a poco y casi sin darnos cuenta, las mecánicas más complicadas del juego para acabar siendo unos expertos entre partida y partida, entre fracaso y fracaso.

Gracias a esa combinación perfecta de aparente sencillez y desafío, logra enganchar desde la primera partida, retando al jugador a completar la torre en un viaje tan lleno de opciones como despiadado y a la vez adictivo.

Slay the Spire es un título mágico, de esos que nos retan y que nos hace parecer amantes del sado, del fracaso, del sufrimiento de perder una y otra vez a la vez de que nos damos cuenta de que nos vamos convirtiendo en mejores jugadores y que, aun así, el juego, con tan sólo un paso en falso por nuestra parte, puede hacernos caer en sus garras de nuevo.

Desde luego, Mega Crit Games ha sido capaz de crear una obra de esas que tienen ese no sé qué que está consiguiendo encandilar a jugadores y críticos de todo el mundo entre los que se encuentra el que os escribe. No en vano, Slay the Spire es la primera gran sorpresa de este 2019. Quién lo iba a decir en un género tan saturado como el de cartas que se ha llevado por delante hasta al mismísimo The Wicher y Gwent.

Hemos realizado este análisis con un código que nos ha proporcionado Mega Crit Games.