Análisis de Master Reboot (PC)
¿Qué queda de nuestro paso por la vida después de la muerte? Dicen que mientras viven las personas que recuerdan a aquel que se va, su recuerdo vive para siempre. Pues bien, ahora mezclad este concepto con el de las redes sociales y la nube y ya tenemos Master Reboot, un indie que nos sumerge en un psicodélico título en el que una empresa almacena los recuerdos de las personas de forma física para que estos puedan compartirse y, en definitiva, ser guardados para que nunca se pierdan.
Sí, suena raro, y después de haberlo jugado podemos ratificarlo. La presentación es de las más sui-generis que hemos visto últimamente, y aunque la idea está bien desarrollada, jugablemente no estaríamos delante de ninguna maravilla.
Vale que es un juego indie pero este sello no da permiso para presentar una acción bastante fragmentada y algunas pantallas prescindibles en las que el jugador puede perder el hilo con facilidad. Entre líneas podemos leer una gran crítica a la estructura formada por empresas y datos personales de los usuarios y también ciertas dosis de terror que en ocasiones se quedan en solo eso.
Descubriendo el "porqué"
Master Reboot es de aquellos juegos en los que casi nunca sabremos que está pasando. ¿Estamos en peligro?, ¿va a morir alguien?, ¿pasa algo si no resuelvo este puzle? Son preguntas que constantemente saltan a la mente del jugador que descubre la trama mediante el avance. Al principio se nos explica de forma esquemática la función de la empresa que realiza dicho servicio y a partir de ahí empezamos nuestras andanzas a través de un mundo que describiríamos como psicodélico, en el que visitaremos nuestros recuerdos desde la infancia a la edad adulta. La historia que iremos conociendo se estructura dentro de un mundo difícil de entender aunque orgánico en si mismo. Visitaremos diferentes emplazamientos entre los que destaca el village, el centro neurálgico de todos nuestros pensamientos almacenados.
Bajo el nombre de Soul Cloud, una especie de "alma en la nube", la tecnología que proporciona la empresa es simplemente una plataforma en la que los muertos vuelven a la vida en esta especie de nube y en el que los familiares y conocidos pueden visitarle. Pues bien, puestos un poco en antecedentes os diremos que en este sentido parecemos estar bajo lo que parece la identidad de un trabajador de la empresa y queremos, o creemos que queremos investigar sobre dos personas de las cuales iremos sabiendo más conforme avancemos en el juego.
Decir algo más sobre la historia de Master Reboot es destripar el juego, por lo que para cerrar el tema del guión os hablaremos de cómo el juego cuenta la historia. Las dos aproximaciones usadas por el desarrollador se basan, primero, en el uso de paneles interactivos que nos explicarán el uso de los diferentes objetos en pantalla –que después detallaremos–, y posteriormente, y de forma bastante acertada, en el entorno. Esta segunda forma es la que da algo más de empaque al juego y hace que cada entorno nos sitúe, sin diálogo alguno, en cada recuerdo y parte de la vida. La infancia se detalla a través de una habitación infantil, la escuela, las calles de una ciudad, o un parque todo ello tocado por un audio que simplemente infunde miedo. Cuando menos te lo esperas un estruendo siniestro ejecuta tus oídos augurando que nada bueno va a pasar… pero quizás ahí viene el fallo, que casi nunca pasa nada.
¿Y cómo avanzamos?
Pues bien, el avance en Master Reboot lo haremos a través de exploración y solución de puzles. La jugabilidad es tan sencilla como imaginarnos un shooter en primera persona pero sin disparos, apuntamos con el ratón y nos movemos con las teclas de siempre pudiendo saltar, agacharnos o interactuar con los diferentes objetos que hay en pantalla. Simple y llano, ninguna complicación. La interacción con el juego de forma más directa la haremos siempre con diferentes puzles. Entre ellos destacan la exploración, la búsqueda de objetos y la combinación de estos con el escenario para ir desbloqueando pasillos y puertas por los que continuar nuestra aventura.
Esta combinación no se realiza a la manera de la aventura gráfica, con un inventario, sino que será el juego el que nos deje avanzar o combinar uno u otro elemento si lo poseemos. Es decir, exploramos, encontramos y avanzamos. Todo de forma muy automática, algo que se va convirtiendo en tedioso conforme avanzamos ya que simplemente nos convertimos en paseantes en un mundo que a veces no entendemos.
Otro de los puntos a destacar en la exploración es el de encontrar diferentes patitos que nos darán información sobre la vida del sujeto en cuestión. De ahí que encontremos fotos con anotaciones, dibujos, apuntes y diferentes objetos que después nos darán acceso a algunas reminiscencias de memoria que nos darán acceso a secuencias completas en el "village" del que hemos hablado. Estos puzles se basan en soluciones más o menos sencillas que nos obligan a conseguir tres llaves para abrir un armario, juntar formas geométricas con las que desbloquear un secreto final o superar laberintos cuyo final nos den la pieza que necesitamos para avanzar y cerrar un recuerdo. Todo ello depende demasiado de la exactitud con la que accionemos determinados ítems, lo que va ligado directamente con una jugabilidad que a veces no es todo lo dinámica que debería.
Un indie con Unreal
Todo el que espere grandísimos gráficos de Master Reboot está en el camino equivocado. El juego tira del otrora celebrado motor Unreal y francamente le saca muchísimo jugo aunque no llega a los estándares a los que estamos habituados en la actualidad. Los modelados de objetos y escenarios son muy cuadrados y, en ocasiones, burdos. Pese a ello, en los escenarios exteriores consigue ese punto de psicodelia que tan bien le va al juego con modelados realizados en un estilo algo cartoon y con colores de lo más brillantes donde azules metálicos se mezclan con fucsias, negros y morados.
Gráficamente no es nada destacable aunque debemos abominar de las secuencias presentadas en flash. En ocasiones la historia se cuenta mediante este tipo de ejecución en una serie de pequeños vídeos que más vale olvidar para este análisis. Ya no es que se trate de algo bastante anticuado sino que su calidad deja muchísimo que desear.
Psicodelia indie
Si un concepto ha quedado claro en todo el análisis es el de psicodelia. El hecho de cargar nuestra alma en la nube y hacerla visitable para nuestros allegados en caso de muerte ya es un modelo de negocio que parece bastante disparatado, aunque nunca se sabe. La dirección de las redes sociales actuales es tener toda nuestra historia, en este caso mediante fotos, vídeos y datos, en la nube, y el concepto de Soul Cloud parece muy bien adaptado. Se entiende el porqué del juego, aunque a veces el como nos parece algo burdo en lo jugable.
En ambientación Master Reboot parece llevar un buen camino. La iluminación y colorido de algunos escenarios, así como los diferentes sonidos ayudan a crear un ambiente que imprime un tinte terrorífico cuyo susto no llega nunca, o casi nunca. El título cuesta de entender al principio, y también mientras jugamos, ya que la información es escasa y muy pictográfica. La ausencia de diálogos ayuda a ello, y la fragmentación que produce el hecho de que las diferentes aventuras se realicen por bloques de memoria también. Master Reboot no es el juego que todos esperamos actualmente, gráficos anticuados y una historia algo liosa frenarán a más de uno delante de este proyecto indie.