Análisis de La-Mulana 2 (PC, Switch, PS4, Xbox One)
Si tuviésemos que pensar en un metroidvania que se caracterizase por su elevadísima dificultad, probablemente La-Mulana sería el primero que se nos viniese a la cabeza. Y no es para menos, ya que la obra de Nigoro hacía de su avance un auténtico desafío, tanto por las numerosas y letales trampas que ponía ante nosotros como por los complicadísimos puzles que teníamos que resolver para poder progresar por sus intricados y laberínticos mapeados.
No en vano, estamos hablando de un juego que consiguió unificar los esfuerzos de toda su comunidad para encontrar las soluciones a sus enigmas, incentivando la colaboración entre jugadores para poder alcanzar el final de esta odisea, una hazaña tremendamente compleja si optábamos por prescindir de una guía.
Encontrar algo así a día de hoy, con un aroma tan clásico tanto en lo jugable como en su presentación gráfica, no es nada sencillo, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos viviendo una época en la que se busca que todo sea lo más accesible y guiado posible para evitar frustrar al usuario.
Por eso, no es de extrañar que La-Mulana sea considerado un título de culto a día de hoy, ya que más allá de esta falta de concesiones hacia el jugador, contaba con un diseño de niveles sensacional y su jugabilidad era realmente divertida y adictiva.
Ahora nos llega su secuela, una aventura que sigue paso por paso la fórmula de su predecesor para ofrecernos otra desafiante y estimulante expedición en las profundidades de una antigua ciudad perdida para hacernos sentir como si fuésemos el mismísimo Indiana Jones.
Explorando Eg-Lana
Esta vez la historia se sitúa un tiempo después de los sucesos de la primera parte. Tras la destrucción de las ruinas de La-Mulana, la población local se encuentra reconstruyéndolas para convertirlas en una atracción turística, aunque por algún motivo han empezado a aparecer extraños monstruos que amenazan con estropear los planes de lucrarse de sus habitantes.
Por ello, el anciano Xelpud solicita la ayuda de Lemeza Kosugi, el famoso explorador que controlamos en el primer juego, para que investigue y solucione el entuerto, aunque en este caso será su hija Lumisa quien responda a la llamada, la nueva heroína de esta secuela.
A partir de aquí comienza una aventura que mantiene punto por punto todas las virtudes de su antecesor: mismo controles, mismo sistema de combate, mismo sistema de avance, misma interfaz, etcétera.
Por lo tanto, volvemos a tener ante nosotros un juego de plataformas, acción y exploración que se desarrolla en un gigantesco mapeado no lineal que podemos explorar a placer y cuyas zonas están interconectadas unas con otras. Por supuesto, para avanzar tendremos que resolver multitud de puzles, encontrar todo tipo de artefactos y objetos, sortear numerosas trampas y combatir contra un inmenso bestiario de criaturas, donde destacan los abundantes jefes finales que buscarán ponernos las cosas difíciles.
Un detalle que se agradece muchísimo es que su primera hora de juego hace un mejor trabajo que su predecesor a la hora de enseñarnos a jugar, explicándonos sin enrollarse demasiado cuáles serán nuestras herramientas básicas y cómo será la dinámica de progreso.
Eso sí, una vez entremos dentro de Eg-Lana, se acaban las concesiones y nos sueltan la mano para dejar que nos las apañemos por nosotros mismos como buenamente podamos. Si bien el nivel de dificultad inicial no es tan alto como cabría esperar, a medida que nos adentremos más y más en estas peligrosas ruinas veremos cómo el diseño de niveles se retuerce y cómo los puzles conseguirán que nos atasquemos una vez tras otra.
Gracias a los diferentes programas que podremos instalar en nuestro portátil, tendremos la posibilidad de examinar multitud de elementos del escenario para recabar pistas y descubrir nuevos detalles sobre la historia, lo que consigue que nos sintamos como auténticos arqueólogos desenterrando los misterios y enigmas de una civilización perdida.
De hecho, ahora se ha añadido la posibilidad de guardar los textos que encontremos y consideremos relevantes en un registro para así poderlos consultar a posteriori cuando realmente nos hagan falta. Esto que puede parecer una tontería, es algo que se agradece muchísimo, ya que la mayoría de pistas que nos dan no tendrán sentido en nuestra cabeza hasta que nos topemos con el acertijo que referencian, de modo que gracias a esta función nos ahorraremos muchos pateos innecesarios para volver al lugar donde estaban para refrescarlas.
La complejidad de los puzles vuelve a ser altísima y dar con la solución a los mismos nos costará bastante, mucho pensamiento lateral y ser capaces de encontrar las conexiones entre pistas que aparentemente no tienen nada que ver, así que preparaos para dar muchas vueltas y utilizar constantemente vuestra materia gris.
Por otra parte, la exploración sigue siendo muy satisfactoria, con numerosas secciones plataformeras, trampas ocultas en los lugares más insospechados (aunque si somos perspicaces y nos fijamos bien las podremos evitar) y lo mejor de todo: secretos por todas partes.
Evidentemente, también tendremos una buena ración de combates. Estos son muy simples, aunque tampoco necesitan más, dándonos la posibilidad de llevar un arma principal y otra secundaria. Aquí no hay combos ni nada similar, así que con pulsar el botón correspondiente a cada arma daremos un golpe con ella, obligándonos a medir muy bien las distancias, a seleccionar el armamento ideal para cada ocasión, y a no golpear a lo loco.
Como veis, las batallas son muy simples, pero también muy divertidas y entretenidas, capturando con mucho acierto esa esencia retro y clásica que busca ofrecer en todo momento. Por supuesto, los mejores enfrentamientos los tendremos contra los jefes finales, los cuales, además de ser todo un desafío, son muy variados y tremendamente espectaculares, obligándonos a aprendernos todas sus rutinas de ataque para poder esquivar sus ofensivas con garantías y encontrar el mejor momento para pasar al contraataque. Además, hay bastantes batallas de este tipo, tal y como marcan las tradiciones del género.
Quizá el mayor punto negativo que podemos ponerle al juego resida en sus controles. Sí, se ha mejorado el salto dándonos un mayor control aéreo, aunque se sigue sintiendo insuficiente, así que nos tocará habituarnos a sus peculiares físicas si no queremos morir más veces de la cuenta cuando toque plataformear. Tampoco es que vayáis a tardar mucho en acostumbraros a ellas, pero hay margen de mejora.
A nivel gráfico tampoco se le pueden poner grandes pegas, ya que mantiene el mismo apartado visual que la primera parte, haciendo gala de un pixel art muy bueno donde destaca el mimo y cuidado que se ha puesto tanto en los escenarios (repletos de detalles y elementos) como en los gigantescos jefes finales que saldrán a nuestro paso.
Finalmente, el sonido vuelve a dejarnos con una gran banda sonora repleta de temas muy movidos y con mucho ritmo que saben transmitirnos perfectamente la sensación de estar viviendo una gran aventura. Los efectos de sonido mantienen la misma línea: variados y de calidad.
Conclusiones
La-Mulana 2 es una secuela que da justo lo que se espera de ella. Sí, es tremendamente continuista y, en cierto modo, ha perdido el factor sorpresa de su predecesor, pero sigue haciendo un trabajo fantástico a la hora de ofrecernos una gran y desafiante aventura que pondrá a prueba nuestras dotes como exploradores, resultando tan divertida y absorbente como satisfactoria de principio a fin.
Evidentemente, tampoco es un metroidvania para todo el mundo, ya que está orientado a los jugadores más veteranos y perseverantes. De hecho, los niveles de frustración que puede llegar a generar al no saber qué hacer o morir repetidas veces por sus maquiavélicas trampas no es algo que podamos tomarnos a la ligera y que tenéis que tener muy en cuenta antes de decidiros por su compra.
Pero si esto no os intimida y aceptáis con los brazos abiertos el enorme reto que pone frente a nosotros, podéis dar por seguro que vais a disfrutar muchísimo y os vais a sentir como el mayor de los aventureros.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para Steam que nos ha facilitado Active Gaming Media.