Análisis de Insurgency (PC)
A nadie se le escapa el hecho de que esta generación ha estado totalmente dominada por los juegos de acción en primera persona, especialmente por los que están centrados en el multijugador online. La gran mayoría han intentado emular las bases dictadas por Call of Duty, mientras que otros han intentado diferenciarse de alguna forma u otra para así poder llevarse parte de este jugoso pastel. Pero casi todos ellos han buscado ofrecer acción rápida y directa, sin demasiadas complicaciones, por lo que la vertiente más táctica del género se ha quedado algo descuidada.
Así pues, nos llega Insurgency, un título que nació como un mod, y que al igual que ocurrió con DayZ, Counter-Strike y otros tantos, ha acabado por convertirse en un producto independiente. Su propuesta se desliga casi totalmente de la acción gratuita y descerebrada habitual de hoy en día para ofrecernos un juego muy táctico, lento, pausado y donde colaborar con nuestros compañeros será imprescindible para hacernos con la victoria. Y lo que es mejor: muy divertido.
El arte de la cooperación
Si bien el título incluye un tutorial para enseñarnos sus controles y mecánicas básicas, ya os avisamos que nos os preparará ni por asomo a lo que luego os esperará en el campo de batalla real. Las primeras partidas probablemente os resulten extremadamente frustrantes, ya que lo más normal será que muráis una y otra vez mientras intentáis familiarizaros con los mapas, con las armas y con sus diferentes mecánicas.
Además, al no existir una cámara de muerte, la gran mayoría de las veces no sabréis ni lo que os ha abatido, por lo que rápidamente empezaréis a intentar tomaros las cosas con más calma, a mirar por las esquinas antes de avanzar, a ir con vuestros compañeros para tener a alguien que os cubra y a tomar todas las precauciones posibles para evitar que os vean y os vuelen la cabeza en un santiamén.
Insurgency es un juego difícil y nada amable con los novatos, lo que hará que muchos desistan rápidamente y decidan volver a la acción rápida y directa que ofrecen otros juegos, por lo que no está hecho para ser disfrutado por todo el mundo. En cambio, el hecho de saber que nos están machacando por el simple hecho de ser mejores que nosotros (al no existir un sistema de progresión, todos los jugadores tienen las mismas herramientas y posibilidades en cada partida), animará a muchos a insistir y a seguir jugando para mejorar, algo que llegado a cierto punto, acaba recompensando con todo tipo de intensos tiroteos y emocionantes partidas.
Mencionar que aquí no existe un radar o minimapa que nos indique las posiciones de los enemigos ni tampoco un puntero a modo de mirilla para saber a dónde apuntamos, ya que se ha buscado un enfoque más realista de la acción, lo que nos obligará a aprender a usar cada arma y a andarnos con 100 ojos para detectar a los rivales. Por otro lado, decir que el comportamiento de las armas nos ha gustado bastante, ya que según las modificaciones que les realicemos se sienten de una forma u otra y los efectos de retroceso están muy conseguidos.
Otro de los aciertos del título lo encontramos en su modo de escuadrones. La mayoría de partidas dividen a ambos equipos en dos escuadrones distintos. Cada uno de ellos admite una serie de clases de personaje distintas, hueco que podremos rellenar pulsando sobre ella en caso de que esté libre. Esto nos dará acceso a una serie de armas, accesorios y objetos distintos con los que personalizar la clase en sí, aunque tendremos un límite de peso que no podremos rebasar. Este sistema de personalización nos ha parecido muy flexible, con muchas opciones y bastante equilibrado, aunque echamos de menos poder guardar nuestras configuraciones, ya que en cada partida, o cada vez que cambiamos de clase dentro de un mismo enfrentamiento, nos tocará volverlo a escoger todo a mano, algo que acaba haciéndose muy pesado.
Por otra parte, mencionar lo genialmente diseñados que están los mapas. A pesar de que tienen un tamaño considerable, la acción suele estar bien concentrada y consigue mantener un equilibrio entre los espacios abiertos y los cerrados que nos obligarán a adaptar nuestras estrategias constantemente. Además, están repletos de esquinas y zonas que nos hacen prácticamente imposible poderlo cubrir todo, por lo que difícilmente os sentiréis cómodos acampados en un único sitio, ya que siempre tendréis uno o varios puntos ciegos.
En cuanto a los modos de juego, la mayoría de ellos están basados en objetivos de control de territorio o de destrucción de elementos, lo que consigue que las partidas sean muy dinámicas al obligar a los jugadores a estar en constante movimiento. Saliéndose de esta tónica, también hay uno en el que un equipo tendrá que escoltar a un personaje, mientras que el objetivo del bando contrario será acabar con su vida, así como un modo cooperativo en el que tendremos que sobrevivir a una IA enemiga realmente desafiante.
Algo que no nos ha gustado demasiado es su extraño sistema de impactos. Lo normal en Insurgency es que los personajes duren un par de disparos, pero hay veces en las que la bala no debería de haberles impactado y lo hace. Además, también se dan situaciones en las que de un solo impacto en el tobillo conseguimos realizar muertes instantáneas, como si de un disparo a la cabeza se tratara, por lo que habituarse a todo esto puede llevarnos un tiempo.
Destacar su buscador de servidores, el cual nos permitirá encontrar rápidamente el tipo de partida que más nos apetezca gracias a los múltiples filtros que podremos aplicar. Además, el juego tiene soporte para servidores dedicados y el lag suele ser prácticamente testimonial, por lo que casi todos los enfrentamientos que disputéis se desarrollarán de forma fluida, algo realmente importante en un título de este tipo.
Gráficamente el juego hace uso del Source Engine, algo que permite incluir algunos efectos de destrucción de elementos muy conseguidos. Eso sí, a nivel visual no es gran cosa y no supondrá ningún esfuerzo para un equipo de gama media. Los modelados son simplemente decentes y las animaciones resultan mejorables. En cambio, los escenarios lucen algo mejor, ya que a pesar de que a nivel artístico y de ambientación son lugares que hemos visto mil veces en otros juegos (Iraq, Afganistán, etcétera), están repletos de elementos y todo tipo de detalles. Lo que no nos ha convencido tanto es la inestabilidad del cliente, que tiende a cerrarse sin previo aviso con cierta asiduidad.
En cuanto al sonido no hay mucho que decir, ya que no existe banda sonora prácticamente y el doblaje se reduce a un par de frases. Por suerte, en los efectos el título sí que consigue destacar, ya que las armas suenan muy bien y conforme a sus características, así como los impactos sobre las diferentes superficies, los cuales hacen gala de una contundencia que nos transportará directamente al campo de batalla.
Conclusiones
Si os gusta la acción táctica, por los 13,99 euros que cuesta, Insurgency es una compra más que recomendable, ya que os permitirá disfrutar de partidas equilibradas, tensas, y donde los que mandan son los que mejor saben jugar y colaborar con su equipo. Su ritmo es lento y muy pausado, por lo que no os agradará demasiado si sois de los que quieren que les den un arma y ponerse a correr pegando tiros como si no hubiera un mañana, ya que no tardaréis demasiado en frustraros. El título no es perfecto, y su extraño sistema de impactos o su pobre apartado técnico, entre otros errores menores, le impiden llegar más lejos, aunque pocos juegos de acción en primera persona encontraréis más competitivos e intensos que este, por lo que si consideráis que se trata de un desafío hecho a vuestra medida, probadlo, no os arrepentiréis.