Análisis Hades, el mejor juego de Supergiant Games (PC, iPhone, Switch)

Supergiant Games (Pyre, Bastion y Transistor) fue uno de los primeros estudios en apoyar Epic Games Store y lo hizo con Hades, un juego del que os hablamos hace casi dos años. Debutó en fase de acceso anticipado y en este tiempo el estudio ha ido puliendo varios aspectos de su jugabilidad, equilibrando armas, se han traducido los textos al completo en español, ha llegado a Steam y ya está disponible en Nintendo Switch. Se trata de un roguelike diseñado con la experiencia adquirida con Pyre, el juego de 2017, y con el rodaje de su prueba se ha convertido en uno de los proyectos más queridos por la comunidad. La espera ha sido más larga de lo que nos habría gustado pero también hay que decir que ha merecido la pena, y mucho.

Escapa del inframundo

Algunas cosas no han cambiado mucho desde la última vez que hablamos de Hades. Inspirado en la mitología griega, somos el hijo del dios de los muertos y rey del inframundo. Nuestra misión es huir del lugar y alcanzar el Monte Olimpo, e incluso contaremos con la ayuda de ciertos dioses gracias a sus regalos divinos –Zeus, Atenea…-, pero la tarea ya os podemos adelantar que no será nada sencilla. Este mundo infernal es una gran mazmorra con ambientes temáticos de la mitología, ya sea el Tártaro, el templo de Estigia, los Prados Asfódelos y demás. De estas leyendas y mitos se toman muchos elementos para enemigos, personajes, decoración y nombres de habilidades, pero Supergiant Games no se ha obsesionado con la fidelidad a la fuente original, así que junto a guiños sobre las relaciones clásicas de los personajes hay mucha cosecha propia y no todas las criaturas serán las más reconocibles de la cultura griega.

Si bien el tema de mazmorras generadas por procedimientos y el roguelike se está convirtiendo en una constante entre los juegos indie hasta el punto de saturar el mercado, hay que admitir que Hades es una bomba jugable. Ante todo es una aventura de acción rápida hack’n slash –que en ocasiones mira de reojo a los bullet-hell- con vista isométrica al que simplemente se le han añadido sistemas de progreso propios de este desarrollo. Ya te harás una pequeña idea: al principio la exploración de los mapas se hace difícil y tropezarás mucho con la muerte, pero con cada reintento podrás mejorar un poco tus estadísticas, arsenal y habilidades. El estudio lo resume en la acción de Bastion, la narrativa de Pyre y la atmósfera y profundidad de Transistor, pero también podremos encontrar similitudes con otros muchos juegos del estilo. Lo mires como lo mires es un juego muy divertido, con un control preciso que encantará a los aficionados al género.

Los movimientos básicos son sencillos: un ataque básico, otro especial, uno de proyectiles o magia, y una carrera que nos sacará de más de un apuro. Con el tiempo desbloquearemos distintas armas y, aunque nosotros nos inclinamos más por la espada o el escudo –que podrás lanzar al más puro estilo Capitán América-, existen otras opciones según nuestro estilo de combate favorito a corto, medio o largo alcance. Así por ejemplo el arco tarda un poco en tensar la cuerda y no resulta muy práctica a corta distancia, pero claro, ¿quién necesita acercarse a los enemigos? Además dispone de una ráfaga que dispara flechas en abanico, útil cuando te empiezan a rodear las oleadas.

Aun así, por buen jugador que seas, cometerás un error. Al igual que en otros roguelike la siguiente partida comenzará sin las ventajas que habíamos conseguido en la última ocasión, pero conseguiremos nuevos regalos divinos de dioses y podremos invertir la experiencia conseguida en mejoras permanentes de nuestro personaje. Hay un poco de aleatoriedad en estas recompensas de habilidades, pero podrás elegir entre varias para que siempre haya una que se adapte a tus gustos. Quizás consigas tres tiros de flecha en lugar de una, potenciadores de daño estándar o en la magia, ampliación de salud, envenenamientos, etc. Con más de un centenar de ventajas, un puñado de armas distintas muy diferenciadas, invocaciones y más, efectivamente cada partida que juegues será algo diferente a la anterior, y en principio, un poco más asequible –por tu aprendizaje con Hades y los pequeños avances en el personaje-. Los personajes nos ofrecerán nuevos diálogos –hay bastantes líneas de texto- y misiones a completar con cada regreso a la zona inicial; al principio la historia tarda en arrancar, pero quedarás enganchado a cada conversación.

La exploración de las mazmorras es otro de sus fuertes. Aunque es inevitable que tarde o temprano reconozcas el tipo de salas y sus trampas –que también puedes usar en contra de los enemigos-, cada zona tiene sus estrategias. El juego te obligará a limpiar la sala antes de pasar a la siguiente, y por lo general después de derrotar a las criaturas visibles llegarán algunas más de refuerzo. Hay una cantidad decente de enemigos con movimientos reconocibles: calaveras que se lanzan hacia ti cuando te aproximas a ellas, gigantes lentos pero fuertes, cristales con rayo láser… Roguelikes hay muchos, pero Hades sabe sorprender con nuevos desbloqueables relacionados con el gameplay o eventos, no importa las decenas de horas que lleves a tus espaldas. Ya sea porque el propio juego es consciente de su ciclo jugable y lo refleja en las conversaciones con los personajes, o por todas las combinaciones posibles de equipamiento, resulta un juego mucho menos pesado o repetitivo que propuestas similares –aunque en el fondo el diseño de juego sea el mismo-. Son esos matices lo que hacen que Hades funcione mucho mejor que la competencia.

Señalar también que la dificultad está muy bien medida, y que no hablamos de un juego de acción con dificultad disparatada que compense escaso contenido con enemigos imposibles. La acertada curva de dificultad, el control pulido, personajes que siempre tienen algo interesante que decir y la ausencia de los errores típicos del género lo convierten en uno de los mejores roguelike del mercado.

Un espectáculo visual

El aspecto gráfico no ha variado demasiado desde que lanzó su acceso anticipado pero tampoco necesitaba cambios. Una estética parecida a la de un cómic, una influencia que queda patente en el trazo de la decoración y los efectos de explosiones y ataques, buen contraste de colores entre escenarios y enemigos, rendimiento muy fluido –al menos en la versión jugada de PC-, genial integración de personajes y enemigos con el entorno, animaciones expresivas… En un primer vistazo no impacta tanto como otros indies que entran en terreno de producciones AA, pero tienen un encanto indiscutible. La ambientación se completa con una música de Darren Korb que sabe cuándo bajar el ritmo, inspirarse en los tópicos que todos tenemos en la cabeza de la épica griega, y subir la intensidad contra los jefes o subjefes.

Conclusiones

Uno de los mejores halagos que se pueden hacer a Hades es que probablemente gustará incluso a aquellos con reticencias a los roguelike. Supergiant Games ha pulido la fórmula, conoce los puntos fuertes de un desarrollo de este tipo y las debilidades de ejemplos semejantes, así que sabe hacer que la historia sea consciente del bucle jugable, que el gameplay sea una experiencia refrescante con cada partida –y no una mera reordenación de salas-, lo acompaña de una jugabilidad a prueba de bombas y un aspecto encantador. Podríamos echar de menos una mayor variedad de enemigos o de mapas a rotar, pero honestamente, son críticas por buscar alguna pega. En conjunto Hades es el mejor título del estudio, que no es poco, y una compra obligada para aficionados a los hack’n slash.

Hemos realizado este análisis en PC con un código que nos ha proporcionado Supergiant Games.