Análisis Elden: The Path of the Forgotten, un soulslike retro (PC, Switch)
Son muchos, casi innumerables los títulos que con mayor o menor fortuna, han tomado la inspiración de la célebre saga de FromSoftware e Hidetaka Miyazaki Dark Souls. The Surge, Nioh, Salt and Sanctuary y demás producciones de todo tipo han tomado "prestados" algunos (o muchos) de sus elementos base. Y eso mismo sucede con esta nueva propuesta indie realizada por un único desarrollador de origen australiano y que lleva por título Elden: The Path of the Forgotten. Una obra que llega a PC (a través de Steam) y a Nintendo Switch (mediante la tienda eShop), siendo justamente la edición destinada a esta última consola la que nos ha llegado y de la que hemos podido extraer las conclusiones que forman parte de este análisis.
Una aventura de carácter RPG (aunque bastante ligera en este aspecto) que nos transporta a un universo del que sabemos muy poco al comienzo del juego, siendo uno de esos títulos que apenas aportan información a los jugadores. Lejos de llevarte de la mano, en esta odisea sucede justo lo contrario.
De buenas a primeras y bajo la premisa de rescatar a nuestra madre (conclusión a la que llegamos después de contemplar la breve secuencia introductoria), nos vemos sumergidos en un mundo ficticio de fantasía de aspecto retro y minimalista… y, lo peor de todo, repleto de peligros. Un viaje que resulta más bien corto en cuanto a su duración global se refiere pero que, os lo aseguramos, no se trata de ningún paseo precisamente, siendo un título muy complicado de superar.
De hecho y debido tanto a este factor, su exigente nivel de dificultad, así como a su curiosa puesta en escena y planteamiento general, estamos ante una de esas producciones que, lejos de estar planteadas para agradar a un número bastante vasto de usuarios, se trata de una obra de innegable naturaleza nicho. Un detalle que es necesario dejar claro de antemano para que luego nadie se lleve sorpresas innecesarias. Eso sí, dentro de su género o idiosincrasia pensamos que se trata de una propuesta bastante recomendable para todos aquellos que estén familiarizados con este tipo de aventuras que se han puesto tan de moda durante los últimos años. Y eso incluye a la escena independiente, como es el caso que nos ocupa.
Un mundo extraño y despiadado
Sin mucho a lo que agarrarnos tras la breve escena introductoria, somos arrojados a un mundo en el que, así de primeras, no tenemos claro ni lo que debemos hacer… y mucho menos, dónde debemos dirigirnos. Por lo tanto, la exploración libre es uno de los principales elementos que tienen cabida en esta aventura, la cual ha sido plasmada mediante una perspectiva ¾ tan característica de las producciones de la era de los 8 y 16 bits. Sin embargo pronto nos damos cuenta de que el verdadero protagonista de todo son los combates contra todo tipo de criaturas, batallas que tienen lugar en tiempo real y que integran un patrón muy similar al implementado en las obras de FromSoftware (y sus decenas de clones).
De esta forma y al margen de ciertos hechizos que también podemos emplear (siempre y cuando tengamos maná suficiente), podemos atacar a los adversarios con tres armas distintas que nos vienen dadas "de serie" al comienzo del juego: una espada, un hacha y una lanza. Cada una de ellas posee sus particularidades en áreas típicas como el alcance, potencia, etc. y, en función de la batalla que nos toque encarar, es más recomendable optar por unas u otras. Pero claro, la gracia de todo consiste en cómo hacerlo, es decir, en saber cómo afrontar cada combate teniendo en cuenta que existe un medidor de energía o estamina que determina la cantidad de acciones ofensivas y defensivas (como rodar por el suelo) que es posible realizar de manera continuada. Por esa razón las batallas resultan bastante tácticas y, si no queremos acabar muertos y regresar al último punto de control, es necesario estudiar bien los patrones de cada rival, especialmente de los final bosses. Eso sí, en este punto conviene señalar un hecho que no sabemos si ha sido recreado a propósito o no: un ligero lag en el input del comando de ataque principalmente que recuerda a lo que fue plasmado en las primeras producciones de FromSoftware.
Además de todo esto, también se suma la posibilidad de poder usar algunos objetos, interactuar con determinados personajes (aunque de forma un tanto "minimalista") obtener ciertas llaves para poder acceder a escenarios o secciones del mapeado previamente bloqueadas… Una estructura de juego que aunque en muchas ocasiones resulta bastante lineal, también es cierto que hay algo de backtracking, lo cual le sienta muy bien a la jugabilidad en global. Eso sí, también debemos señalar algunos inconvenientes que presenta esta obra, como lo irregular que resulta el ritmo de juego en ocasiones, ciertos picos de dificultad algo descompensados desde nuestro punto de vista o, lo más importante, lo parco que se muestra la aventura en multitud de aspectos. Su narrativa, la forma en la que debemos usar objetos o cambiar de armas y demás elementos básicos que forman parte de la jugabilidad son dados por hecho. No existe un solo tutorial, ni a la vieja usanza ni "velado", y si bien esto es algo que solemos aplaudir, en este caso creemos que la forma en la que se ha plasmado todo esto es un tanto mejorable.
Esta oferta de juego ha sido arropada por una parcela técnica muy humilde y sencilla pero que, a la vez, goza de un aire especial. Los gráficos recuerdan a los recreados en juegos como Titan Souls o, incluso, a los contemplados (salvando las distancias) en las producciones que Delphine Software diseño para las máquinas de 16 bits. A veces hemos notado algún que otro tirón en la entrega para Switch (la edición que hemos podido disfrutar), pero por lo demás es un juego sobrio, dotado de bastante personalidad y bien ambientado. Y a esto último contribuye de forma significativa la banda sonora, mientras que los efectos sonoros cumplen su función sin demasiados alardes.
Una aventura dura, no del todo pulida pero llamativa
Después de todo lo que os acabamos de comentar hasta ahora, las conclusiones que hemos extraído de esta obra indie tan particular son bastante claras. Se trata de una aventura en 2D claramente inspirada en las producciones de FromSoftware pero de talante mucho más sencillo, simplificándose muchos de sus elementos básicos y reduciendo mucho su duración. Los combates resultan gratificantes en ocasiones y algo frustrantes en otras, y algo más de pulido en esa faceta le hubiera sentado muy bien. Además su estilo visual resulta bastante atractivo (si bien técnicamente podría haber dado más de sí), su duración es bastante limitada y la ambientación sonora es bastante notable. Un título lleno de contrastes pero más que aceptable.
Hemos realizado este análisis en su versión de Switch con un código proporcionado por Single Player PR.