Análisis de Dragon's Dogma: Dark Arisen (PC)
La espera ha sido larga, pero Dragon's Dogma por fin ha llegado a PC, para alegría de todos aquellos que todavía no habían tenido la oportunidad de disfrutar de una de las aventuras más especiales que nos dejó la pasada generación de consolas. Un título que ahora se estrena en su mejor versión posible y que a pesar de los años que han pasado desde su lanzamiento, sigue resultándonos tan divertido y absorbente como el primer día, algo de lo que muy pocos juegos pueden presumir.
Dragon's Dogma: Dark Arisen Remastered
Al tratarse de una conversión directa de lo visto en consolas y sin ningún tipo de contenido adicional, os invitamos a que consultéis el análisis que le dedicamos en su momento al juego cuando se estrenó en PlayStation 3 y Xbox 360, donde podréis profundizar con todo detalle en cada una de las características jugables de las que hace gala esta aventura, ya que en este texto nos vamos a centrar únicamente en el trabajo que se ha realizado a la hora de llevar Dragon's Dogma a PC.
De todos modos, si nunca habéis escuchado hablar de este juego tenéis que saber que se trata de un título de rol y mundo abierto que combina muchos elementos típicos de los juegos occidentales y japoneses. De hecho, podríamos definirlo como "un juego de rol occidental hecho por japoneses". Así pues, nos embarcaremos en un viaje a lo largo de un mundo medieval para derrotar al dragón que nos ha arrebatado el corazón y está aterrorizando a sus habitantes, enfrentándonos por el camino a numerosas bestias de gran tamaño y descubriendo una trama mucho más compleja y profunda de lo que su aparentemente sencilla premisa aparenta.
Los combates son rápidos, ágiles y frenéticos, y los enfrentamientos contra los monstruos de mayor tamaño resultan tan épicos como espectaculares, ofreciéndonos unas batallas muy intensas, largas y en las que tendremos que darlo todo para salir victoriosos de ellas. En cierta medida recuerdan mucho a lo visto en Monster Hunter, teniendo que colaborar con nuestros compañeros para realizar movimientos especiales y estrategias que nos permitan derribar a nuestros enemigos y acertar en sus puntos débiles, aunque, tal y como decimos, todo ello está integrado en un mundo abierto que, en comparación a otros juegos del género, es bastante pequeño.
Además de estos emocionantes enfrentamientos, otra de las claves que llevó a Dragon's Dogma a convertirse en un éxito fue su original sistema de peones, gracias al cual podíamos crearnos un personaje controlado por la IA que nos acompañaría a todas nuestras aventuras, aprendiendo de ellas tanto en la forma de realizar misiones como en las tácticas que hay que adoptar contra los enemigos.
Pero lo realmente interesante de esto era la posibilidad de reclutar los peones de otros jugadores y que el nuestro también pudiera aprender de las peripecias que viviera cuando era contratado por otro usuarios, dando pie a un interesante sistema repleto de posibilidades, especialmente a la hora de buscar miembros con los que completar nuestro grupo y con las habilidades ideales para derrotar a ciertos tipos de enemigos.
Entrando ya en lo que es la versión de PC, tenemos que comentar que incluye tanto el juego principal como su expansión, Dark Arisen, tal y como su propio nombre indica. Esta última también la analizamos en su momento y nos ofrece una gigantesca mazmorra con muchos toques de Dark Souls. Es larga, difícil y muy divertida de jugar. Además, allí encontraréis algunos de los mejores jefes de todo el juego, incluyendo una de las batallas finales más memorables de la pasada generación, sin olvidarnos de la emotiva historia que nos narran en ella.
Una de las principales dudas que suelen surgir cuando se anuncia que un juego exclusivo de consolas va a llegar a PC suele estar relacionada con si la adaptación de los controles de mando a teclado y ratón se ha realizado satisfactoriamente, y en esta ocasión tenemos que responder con un "sí, pero con pequeñas asperezas por pulir".
Durante la mayor parte del tiempo, el juego se controla perfectamente, y en los combates no hemos tenido ningún problema para hacer lo que queríamos en todo momento con comodidad, por lo que la parte más importante de esta adaptación se ha solventado bastante bien (y si no os gusta la configuración por defecto, podéis "mapear" hasta la última tecla cómo queráis desde las opciones). Además, contamos con numerosos atajos rápidos para acceder directamente a los menús que queremos, lo que hace que la experiencia de juego sea más ágil.
Lo que no nos ha terminado de gustar demasiado de estos controles es cómo se ha adaptado la gestión del inventario y de algunos menús, ya que siguen estando muy "consolizados" y no resultan todo lo cómodos que nos gustarían, obligándonos a pasar por múltiples pestañas y clics para hacer cualquier cosa.
En lo que respecta a sus gráficos, el juego no esconde en ningún momento los años que ya tiene ni sus plataformas de origen, con unos modelados de personajes, efectos y texturas que no terminan de convencer demasiado hoy en día, aunque su apartado artístico y el diseño de los enemigos siguen siendo lo suficientemente buenos como para aportar un buen espectáculo y una ambientación muy lograda.
Por suerte, la mayor potencia de los equipos actuales ha permitido a Capcom ofrecernos lo que sería una versión "remasterizada" de este clásico. Esto significa que podremos disfrutar de resoluciones de hasta 4K si nuestro ordenador es capaz de llegar a ello, y todo ello a unas impecables 60 imágenes por segundo que hacen que sea un auténtico gustazo ver el título en movimiento, especialmente considerando la cantidad de ralentizaciones que tuvimos que sufrir en consola. También os alegrará saber que se han eliminado las molestas bandas negras de PS3 y Xbox 360, por lo que podréis jugar utilizando la totalidad de vuestro monitor.
También es muy destacable el hecho de que el programa incluya toda clase de opciones de configuración de vídeo, por lo que podréis adaptarlo casi sin problemas a las exigencias de vuestros equipos. De todos modos, los requisitos, tanto mínimos como recomendados, son muy bajos y asequibles, así que no deberíais de tener mayores problemas. En nuestro caso hemos utilizado un i7-2600k, con 16 GB de RAM y una tarjeta gráfica NVIDIA 980 GTX (muy por encima de los recomendados) y tal y como era de esperar, el rendimiento que hemos obtenido ha sido excelente con todos sus valores gráficos al máximo.
El sonido por su parte sigue siendo igual de bueno que siempre gracias a una fantástica banda sonora que ambienta a la perfección todas nuestras aventuras, desde las composiciones más épicas para las batallas (con cambios dinámicos según lo que ocurra) hasta los temas más bellos y líricos cuando exploramos el mundo.
Los efectos son muy variados y contundentes, mientras que el doblaje inglés sigue pareciéndonos bastante mejorable. No sabemos si se debe al código que se nos ha facilitado para realizar el análisis o a otro motivo, pero no hemos encontrado la opción de activar el doblaje japonés que sí estaba presente en la versión de consolas e incluso en la que pudimos probar hace un mes para realizar nuestras impresiones del juego en PC.
Conclusiones
Dragon's Dogma: Dark Arisen nunca fue un juego perfecto, pero si fue un título lo suficientemente bueno como para sobreponerse a todos sus defectos y atraparnos de principio a fin, consiguiendo lo que muy pocos títulos han hecho: dejarnos completamente satisfechos y con un grandísimo recuerdo en la memoria.
Su versión para PC es, sin lugar a dudas, la mejor de todas y donde más se disfruta, gracias a lo fluido y nítido que se ve todo. El paso de los años ha hecho que haya perdido su factor sorpresa y a nivel gráfico ya no impresiona, pero sigue siendo una aventura tremendamente disfrutable a la que deberíais de darle una oportunidad si todavía no lo habéis hecho. Además, la adaptación realizada es muy notable, con muchas opciones de configuración y un rendimiento realmente bueno, por lo que pocas excusas tenéis ya para no convertiros en Arisen y enfrentaros a vuestro destino.
Hemos analizado el juego con un código de descarga que nos ha proporcionado Koch Media.