Análisis de Alpha Prime (PC)
En Alpha Prime encarnamos a un veterano minero llamado Arnold que tras un terrible accidente se verá obligado a descender al asteroide en el que se encuentra la mayor estación minera de extracción del hubbardium, la preciada materia prima que en el mundo que se nos presenta se usa para prácticamente todo (medicina, creación de nuevas tecnologías, etc.), y que para nuestra desgracia, dada la pureza que presenta en esta zona en concreto, ha enloquecido a los mineros y las máquinas que trabajan en la estación convirtiendo el asteroide en un auténtico campo de batalla. Para colmo, la compañía que financia esta extracción ha decidido borrar las huellas de este misterioso accidente enviando a la zona a sus fuerzas de seguridad con el claro objetivo de buscar y eliminar a todo aquel que se encuentre vivo en la estación.
Con todo esto dará inicio este juego de acción en primera persona desarrollado por el estudio Black Element Software que tomará prestadas algunas de las ideas ya vistas en los grandes del género pero que pese a ello, no presentará un resultado destacable.
Y es que como decimos, nadie debe esperar encontrarse con un título innovador en su planteamiento de juego puesto que Alpha Prime nos propondrá simplemente avanzar por una serie de entornos, que a más de uno le recordarán a los vistos en Doom 3, mientras eliminamos a decenas de enemigos que en más de una ocasión nos pondrán las cosas realmente difíciles. Para hacerles frente, lógicamente, contaremos con un variado y clásico repertorio de armas de fuego que presentará la siempre útil ametralladora o la potente escopeta, un rifle de precisión, el lanzacohetes y lanzallamas pasando por la pistola y las granadas con las que eliminar a los enemigos desde la distancia. Entre combate y combate, como es habitual, también deberemos solucionar sencillos puzles que como decíamos nos obligarán a hacer uso del entorno, como por ejemplo poner unas tablas para poder cruzar un abismo, apilar cajas para llegar a zonas elevadas, explorar a fondo la estación para dar con el conducto de ventilación oculto que nos lleve a la siguiente zona, o el interruptor que nos abra la puerta bloqueada hasta el momento. También el sistema de control se mantendrá idéntico a lo visto en otros tantos títulos del género, resultando sumamente sencillo disfrutar del juego desde el primer minuto.
El problema en Alpha Prime radica en que todo se tornará excesivamente monótono al poco de empezar. Y es que como hemos explicado, prácticamente todo el rato estaremos combatiendo sin tregua contra un reducido tipo de enemigos que tampoco se diferenciarán en exceso entre sí salvo por el nivel de vida que poseerán, resultando realmente molesto el hecho de que los mismos no cuenten con un sistema de daños localizados.
Esto significa que por mucho que le disparemos a la cabeza a un androide, por ejemplo, le estaremos causando el mismo daño que si le estuviéramos dando en las piernas, lo que complica en exceso los combates al eliminarse por completo la estrategia en los tiroteos y por qué no, también al suprimir como uno de los elementos más destacables la pericia del jugador.
Aquí no se prima la puntería ni los reflejos del usuario sino la capacidad del mismo a la hora de esquivar los balazos de varios enemigos a la vez, algo que sin duda echa por tierra uno de los aspectos más importantes en un juego de acción. Y aún con la posibilidad de ralentizar el tiempo, las batallas seguirán siendo realmente complicadas dado lo difícil que será evadir tantos disparos a la vez. En este sentido, para poder ralentizar la acción deberemos antes recoger muestras de hubbardium, un bien no demasiado abundante en el juego, lo que de nuevo viene a resaltar esta molesta dificultad derivada de un mal planteamiento de juego.
También, pese a que en el juego se nos presenta un interesante ítem que nos permitirá hackear todo tipo de elementos del entorno, al final su empleo estará relegado a un muy segundo plano, algo realmente decepcionante dado lo interesante de esta idea. Y es que con este aparato, que deberemos activar cuando en la parte superior derecha de la pantalla aparezca un icono marcándonos el nivel máximo de cobertura, podremos por ejemplo acceder a las cámaras de seguridad de una zona concreta, o activar determinados mecanismos que provoquen explosiones en las tuberías cercanas a los enemigos. Las opciones son bastante amplias, aunque como decimos su uso estará relegado a un segundo plano. En este caso, sobre todo emplearemos este ítem cuando el propio desarrollo de la acción lo exija, como en los momentos en los que debamos hacer uso de determinados vehículos como grúas, que controlaremos a distancia, o activar mecanismos fuera de nuestro alcance.
También lo podemos usar para solventar determinadas situaciones de forma menos peligrosa para nuestra salud, como intentar eliminar al mayor número de rivales con estos métodos antes de entrar con el rifle por delante para terminar con los restos. En este sentido, la interfaz resulta de lo más clara. Tras activar este ítem toda la pantalla variará ligeramente mostrándosenos en pantalla una serie de iconos situados sobre los objetos que podremos manipular, teniendo únicamente que situar el puntero sobre dichos iconos para después, tras cargar los datos, activar el mecanismo con un solo botón. Lo bueno de este sistema es que siempre tendremos una pequeña ventana mostrando la zona en la que surtirá efecto nuestra acción (si vamos a detonar una explosión tendremos en todo momento la imagen de la zona sobre la que estallara para saber en qué momento resulta más oportuno detonarla), así como también se nos marcará mediante flechas la zona en la que habrá más objetos en los que interactuar.
Pero como decimos, este tipo de añadidos no logran crear un desarrollo de la acción lo suficientemente interesante como para enganchar al jugador, que demasiado pronto se olvidará de la interesante historia que se nos presenta para desear terminar la aventura lo antes posible. Y esto no será algo difícil de lograr puesto que los diez niveles de los que consta el juego se pasarán realmente rápidos. Aún así, y pese a que destacamos la historia como algo positivo, no lo será tanto la forma de narrarla ya que las secuencias cinemáticas que salpicarán toda la acción, más que entretener, lo único que lograrán será cortar el ritmo del juego de una forma brutal. De este modo, por ejemplo, tras salir airosos de un intenso tiroteo se nos recompensará con una secuencia cinemática de varios minutos en la que veremos únicamente la espalda de nuestro protagonista, que estará quieto delante de una puerta, mientras éste habla con alguien a través de su intercomunicador. Por lo tanto, pese a que en más de una ocasión disfrutaremos de conversaciones muy interesantes a nivel argumental, la forma de presentarlas resultará de lo más pobre, lo que hará que nos fijemos más en las malas animaciones faciales, en el pobre modelado de los personajes, o en sus poco naturales gestos antes que en lo que nos están contando.
A todo esto debemos añadir también una mala inteligencia artificial por parte de nuestros enemigos que pese a mostrar algún que otro comportamiento inteligente, como usar los elementos del entorno a modo de cobertura o escapar tras el lanzamiento de una granada, también mostrarán otras reacciones completamente estúpidas: podemos estar delante de ellos y ver como no nos atacan, matar a un enemigo y ver como su compañero ni se inmuta, o disfrutar de locas carreras por todo el entorno que demostrarán que los contrarios no conocen el significado de la expresión "ponerse a cubierto". Esto, unido a todos los errores citados con anterioridad, nos deja con un desarrollo de la acción que no llegará a cuajar en ningún momento de la partida, pese a que como indicábamos al inicio del artículo se ha tratado de emular a algunos de los grandes clásicos del género. Con respecto a esto último, los dispensadores de salud, por ejemplo, resultan idénticos a los vistos en Half Life, así como las salidas al exterior del asteroide, que nos permitirán disfrutar de algo más de variedad a nivel visual, serán similares a las vividas en el citado Doom 3 (tendremos que recuperar el oxígeno perdido usando los paneles destinados a tal efecto).
A nivel sonoro de nuevo nos encontramos con claros y oscuros. Por un lado los efectos sonoros resultan más que correctos con un buen repertorio de sonidos destinados a representar de forma acertada los disparos y explosiones, que se combinarán con los clásicos efectos ambientales que lograrán generar una ambientación con cierta tensión (sobre todo en las zonas oscuras donde disfrutaremos de buenos efectos de luces). A nivel musical, el juego presenta un escaso repertorio de melodías que acompañarán a la perfección a la acción en momentos muy puntuales (cuando haya grandes tiroteos), pero que en ningún momento cobrará un protagonismo especial. Por último, el doblaje al castellano, pese a que se agradece el esfuerzo realizado por parte de la distribuidora, resulta muy pobre con un nivel de actuación francamente malo que logrará, junto a la mala puesta en escena, que no nos tomemos en serio la interesante historia que se nos presenta.