Análisis de One Piece: Gigant Battle (NDS)

Piratas, personajes increíbles, y aventuras sin fin: esos son los pilares básicos sobre los que la serie japonesa One Piece ha ido labrándose su éxito desde hace años, tanto gracias al manga original como por la serie de televisión, que también ha tenido buenos registros en el mercado occidental. Quizás no sea tan popular entre el público general como Naruto, pero sus seguidores son cada vez más. Por eso costaba un poco ver cómo los videojuegos basados en la serie se quedaban sistemáticamente en Japón, sobre todo porque no son tantos ni tan prolijos en continuaciones como los de Naruto o Dragon Ball.
Tampoco nos confundamos: no es una serie ajena a los videojuegos y esta no es, ni mucho menos, su primera entrega portátil, pues hace ya varios años que debutó en la WonderSwan, consola portátil que se lanzó solo en Japón. One Piece Gigant Battle es la entrega para Nintendo DS que ahora nos ocupa y que llega cuando la consola tiene ya su sucesora en el mercado, así que este tipo de juegos le vienen bien para completar catálogo, satisfacer a los aficionados y, sobre todo, prolongar su vida pese a que Nintendo 3DS ya está en las tiendas.
Aunque la saga puede prestarse sobre todo a la realización de juegos de aventuras este título se centra en la lucha entre personajes con, claro, el pirata Monkey D. Luffy como gran protagonista. La historia del juego no pretende retomar toda la trama de la serie hasta el momento, y se centra en la saga Sabaody, que puede resultar muy interesante para los seguidores y no supone tampoco problema alguno para quienes no conocen la serie o no la siguen con regularidad.
De esta manera se reúne una plantilla de una veintena de personajes, extraídos todos ellos de la serie. Pero no se trata de un juego uno contra uno al uso, pues cuenta con un modo historia llamado Grand Prix Pirata en el que nos encontramos con cinco mundos (islas, de hecho) diferentes que debemos recorrer superando múltiples eventos, lo que nos da algo más de tres horas de juego. No es mucho, pero debemos tener en cuenta que en esencia se trata de combatir, así que en ese sentido se sitúa por encima de la media del género por las variaciones que ofrece sobre la jugabilidad base.

La chicha del juego, con todo, sigue estando en los combates. Es cierto que en Grand Prix Pirata se introducen variaciones curiosas y divertidas, con algunos retos más que originales, pero el combate es el gran atractivo de este título. Además, permite multijugador, tanto con varias tarjetas de juego como con una única y varias consolas. Las opciones completas están disponibles solo en modo multitarjeta, pero consideramos destacable que se haga el esfuerzo de ofrecer una opción multijugador para quienes no dispongan de todo el material necesario, sobre todo tratándose de un juego de lucha.
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