Análisis de Guitar Hero On Tour Decades (NDS)
Desde que en el año 2005 la compañía Harmonix desarrollara el primer Guitar Hero, el citado juego se ha convertido en el rey de las fiestas en un número considerable de hogares. Ciertamente, a su paso por la PlayStation 2, primero, y posteriormente por toda la generación actual de consolas domésticas durante los últimos años, la saga contado con un número enorme de incondicionales seguidores en medio mundo. Seguramente, el último bastión que le quedaba por conquistar a la era el terreno portátil. Y, sin duda, con la primera entrega de la saga Guitar Hero: On Tour, los chicos de Activision lograron hacerse con un sector del público hasta entonces impensable, debido a que, hasta el momento, el uso de periféricos en una consola portátil parecía algo reñido, precisamente, con la portabilidad del sistema y, por tanto, del juego en sí.
Pero, al final, los desarrolladores del juego se salieron con la suya, gracias a la creación del novedoso Guitar Grip, el cual se puso a la venta junto a la primera edición del juego. Así, una vez creado el precedente y habiendo abierto la puerta a la saga en el mundo portátil, sólo cabía esperar la llegada de una secuela para la primera entrega de la misma. Y, ciertamente, ésta no se ha hecho esperar demasiado: pocos meses después, podemos disfrutar de nuevo de Guitar Hero: On Tour en esta nueva edición, adornada con el sobrenombre Decades.
La ínfima expresión de una guitarra.
Cuando la compañía Vicarious Visions se comprometió con el proyecto de elaborar un Guitar Hero para un sistema portátil (en este caso, la Nintendo DS era la que mayores posibilidades jugables ofrecía, dado lo singular de su interfaz), debieron devanarse mucho los sesos para lograr trasladar la jugabilidad de la saga (ofrecida, sobretodo, por el espectacular accesorio que acompaña al juego en todas las ediciones domésticas, esto es, la fantástica guitarra de cinco botones) a un sistema tan reducido. Después de varias intentonas, su esfuerzo se vio recompensado en forma de un periférico, como mínimo, bastante curioso: el ya mencionado Guitar Grip. Éste se adapta a nuestra mano de tal manera que, con cuatro dedos (todos menos el pulgar), podamos apretar los botones destinados a cada una de las notas de la guitarra virtual.
Indispensable, así, para poder jugar al juego, el Guitar Grip se introduce en la ranura destinada para los juegos de GameBoy Advance que hay en la parte inferior de nuestra consola, y se adapta bastante bien a nuestra mano, pudiendo sujetarla mediante la correa dispuesta en el mismo a tal efecto. La consola la colocaremos verticalmente, como si fuera un libro, y la cogeremos con la mano izquierda. También podremos voltearla convenientemente en caso de que seamos zurdos. El sistema, de hecho, ha implementado un sistema de control para zurdos excelente, pudiendo no sólo voltear las imágenes en las dos pantallas de la consola, sino cambiar el orden de los botones en el juego (esto es, para que coincidan con la configuración para diestros), para darnos más opciones y que, de esta manera, el control nos resulte más sencillo. Además, contaremos con un adaptador para introducir el periférico en la Nintendo DS antigua, cosa que, realmente, constituye todo un acierto.
Por otra parte, el lápiz táctil lo sustituiremos por una púa, que utilizaremos para "rasgar" las cuerdas de nuestra guitarra en la pantalla táctil de nuestra consola. El Guitar Grip viene con una ranurita dispuesta para que podamos colocar en su interior la púa de marras, de tal manera que el transporte de la consola con todos los accesorios necesarios para jugar al juego sea lo más cómodo posible. Eso sí, el sistema no carece de defectos: la verdad es que el dichoso accesorio no acaba de ser todo lo cómodo que debiera, y al cabo de pocos minutos, notaremos la mano que sostiene la consola bastante agarrotada. De hecho, el mismo juego nos indica que debemos descansar aproximadamente cada quince minutos de juego, para evitar así lesiones en nuestra mano.
Además, el hecho de que el Guitar Grip cuente sólo con cuatro botones, en vez de los cinco a los que nos tenían acostumbrados los controles de las versiones domésticas, nos anuncia que el título, sin duda, no ofrecerá la dificultad de aquéllas. De hecho, el nivel de dificultad más elevado de Guitar Hero: On Tour queda bastante por debajo del nivel Experto de las versiones domésticas de la saga.
De nuevo, contaremos con temas variados, pero escasos.
Para la ocasión, el número de temas con los que cuenta el juego es mayor que en la primera edición de la serie para portátiles. Tendremos a nuestra disposición veintiocho temas en total, a disfrutar en un total de cuatro niveles de dificultad, de nuevo un número considerablemente menor a lo que estamos acostumbrados en las versiones domésticas de la serie. Eso sí, en esta ocasión vemos un abanico de temas mucho más equilibrado en lo que respecta a los estilos y las épocas de los mismos, dado que ya no encontramos tantos temas de la última década, frente a un mayor número de temas de los años setenta y ochenta.
La lista de canciones de la presente edición del juego es la siguiente:
Alien Ant Farm - Smooth Criminal
The All-American Rejects - Dirty Little Secret
Blind Melon - No Rain
Blondie - One Way Or Another
Bon Jovi - You Give Love A Bad Name
Boston - Rock and Roll Band
The Darkness - I Believe In A Thing Called Love
Edgar Winter Group - Free Ride
Fall Out Boy - The Take Over, The Breaks Over
Foo Fighters - The Pretender
Free - All Right Now
Jimmy Eat World - The Middle
Joe Satriani - Satch Boggie
Journey - Any Way You Want It
Lenny Kravitz - Are You Gonna Go My Way
Linkin Park - One Step Closer
Los Lobos - La Bamba
Lynyrd Skynyrd - Sweet Home Alabama (live)
Paramote - Crushcrushcrush
Queen - We Are The Champions
R.E.M. - The One I Love
Red Hot Chili Peppers - Can't Stop
Sammy Hagar - I Can't Drive 55
Seether - Remedy
Smashing Pumpkins - Tarántula
Stone Temple Pilots - Down
Veruca SALT - Volcano Girls
Weezer - Buddy Holly
Sin duda, comprendemos que las limitaciones de la consola son de nuevo la causa principal tanto del número de canciones del título como de la relativamente mediocre calidad con la que podremos oírlas. Y es que, claro, no es lo mismo escuchar grandes temas del rock a través de unos fantásticos altavoces conectados a nuestro televisor, que a través de los pequeños altavoces de nuestra portátil. Aún así, el juego mismo nos recomienda encarecidamente el uso de auriculares para el buen disfrute del juego, lo cual, sin duda, es un acierto, pues la calidad del sonido mejora notablemente.
Sistema de juego.
Si bien el juego adolece de ciertos fallos en la jugabilidad debido al uso del Guitar Grip, así como en su apartado sonoro, en lo que respecta al aprovechamiento de las posibilidades táctiles de la consola, la doble pantalla de la misma y el micrófono, el trabajo ha sido impecable. Durante el juego, no sólo nos dedicaremos a pulsar los botones correspondientes a las notas que nos aparezcan en pantalla, sino que deberemos de rasgar las cuerdas de nuestra guitarra virtual en nuestra pantalla táctil (la cual responderá considerablemente bien, incluso en los momentos en los que la dificultad de las combinaciones de notas requiera cierta velocidad de rasgueo), mover la palanca de distorsión en la misma pantalla, e incluso soplar o gritar al micrófono para activar el Modo Estrella durante el juego, en el cual nuestras puntuaciones por acierto serán mucho mayores.
Fundamentalmente, la jugabilidad será la clásica de la saga: deberemos de completar diferentes series de canciones para avanzar en el juego. Dependiendo de nuestra habilidad en cada tema, tendremos una puntuación u otra, la cual nos servirá, ulteriormente, para canjear nuestros puntos por nuevas guitarras, atuendos o personajes, con nuevos añadidos en este sentido respecto a la edición anterior del juego. El modo principal de juego es el Modo Carrera, en el que nos ocuparemos de llevar al estrellato a uno de los personajes que podremos seleccionar al inicio del juego (con la posibilidad de seleccionar su guitarra también, entre un número limitado de ellas) junto, claro está, a su grupo al completo.
Una vez hayamos seleccionado a nuestro protagonista y al instrumento correspondiente, deberemos de competir por el éxito en cinco escenarios diferentes, que irán desde los interiores de una estación de metro hasta el bullicio de un desfile, subidos encima de una carroza. Los gráficos, en este sentido, lucen bastante bien, ya que la representación en un entorno tridimensional de los conciertos de nuestro grupo ha sido muy notablemente realizada. Lástima que en todo momento debamos estar mucho más pendientes de lo que acontezca en el traste de nuestra guitarra y que la mayor parte de las veces nos perderemos irremediablemente las animaciones que acompañan a la acción del título.
El manejo del juego, como antes explicábamos, es bastante sencillo. Aún así, para que nadie tenga dudas sobre los pormenores de su funcionamiento, el juego cuenta de nuevo con un extenso y completo tutorial, lo cual es de agradecer, aparte de un complejo modo de Práctica, en el que podremos ensayar una y otra vez las canciones del juego que más nos cuesten, tanto de inicio a fin como por partes, según queramos ensayar los solos de guitarra, las partes de estribillo, o las introducciones y finales de la canción, por poner algunos ejemplos.
Modo Multijugador.
Guitar Hero: On Tour Decades cuenta con, fundamentalmente, las mismas opciones multijugador que la primera entrega de la saga, si bien de nuevo se echa de menos la posibilidad de jugar en línea mediante la conexión a Internet de nuestra consola. A pesar de todo, las competiciones contra otro jugador (eso sí, poseedor por su parte de la tarjeta original del juego junto al correspondiente Guitar Grip), así como el fantástico modo cooperativo de juego, en el que un jugador manejará la guitarra solista y el otro la guitarra rítmica o el bajo, son muy divertidas y añaden un factor de rejugabilidad importante al título.
En lo que al modo de enfrentamiento se refiere, cuenta con algunas opciones que hacen de él una modalidad especialmente entretenida para competir entre dos jugadores, ya que podremos enviar trampas a nuestro contrincante que le obligarán a reaccionar con rapidez para salir bien parado del trance. Entre ellas, encontraremos la posibilidad de incendiar la guitarra de nuestro oponente, con lo que éste deberá soplar en el micrófono de su consola para poder apagar el fuego; o, dentro de las mismas trampas, podremos obligar a nuestro adversarios a firmar autógrafos en su pantalla táctil, haciéndole perder un valioso tiempo y, por tanto, una buena cantidad de puntuación.
Cabe destacar que, en esta edición del juego, se ha permitido la interacción entre la primera entrega de la saga y el presente título, de manera que si dos jugadores se conectan mediante la red inalámbrica de ambas consolas cada uno con una edición diferente del juego, podrán compartir entre sí la selección total de canciones de ambos títulos, pudiendo jugar con ellas tanto en competición como de manera cooperativa. Esto, sin duda, puede ser un incentivo para que los jugadores que ya posean la primera edición del juego con su correspondiente Guitar Grip se hagan con la nueva entrega también con su correspondiente accesorio, ya que, de esta manera, podrán jugar al modo multijugador de ambos títulos con cualquier amigo que simplemente posea una Nintendo DS, aunque éste no posea ninguno de las dos entregas.
Conclusiones.
De nuevo, la saga Guitar Hero: On Tour ha hecho sus pinitos en la portátil de Nintendo con esta nueva entrega de la saga: Decades. Sin cambios significativos respecto a la primera entrega de la saga (debido, seguramente, al corto lapso de tiempo entre los lanzamientos de una y otra), el presente título se convierte básicamente en una nueva colección de canciones para uso y disfrute de los seguidores de la saga que quieran disfrutar del juego en cualquier situación y lugar. Aparte, el juego contiene nuevos personajes, atuendos, guitarras y escenarios, pero nada significativo que pueda contarse como una auténtica novedad. Si os gustó el primer Guitar Hero: On Tour, ésta puede ser la oportunidad de volver a demostrar vuestra maestría con la guitarra virtual. Pero no esperéis un juego sustancialmente diferente, ni mucho menos.