Análisis de 007: Agente en Fuego Cruzado (GameCube)
Y es que Gamecube necesitaba un FPS (First Person Shooter) , ya que muchos usuarios de la ya casi extinta Nintendo 64 aún recordarán con satisfacción juegos impresionantes como Perfect Dark, Turok, o la más brillante aparición del agente 007 hasta la fecha en una consola, Goldeneye, que a finales de los noventa relanzó este genero devolviendo a los usuarios de Big N la oportunidad de disparar a todo lo que se moviese sin necesidad de hacerlo desde el PC. Eso es algo que siempre deberemos agradecer a Rareware.
En esta ocasión, Electronic Arts, ha apostado por Bond, ya que el agente más solvente y mujeriego que haya existido jamás, es una apuesta segura. Su carisma, la reputación de algunos de sus títulos anteriores, y la dinámica de juego, fluida y entretenida, hacen que James Bond vuelva a ser lo que fue y será, un clásico de los FPS.
Su turno, esta vez en Gamecube, una consola que juego a juego va mostrando pinceladas técnicas que la convierten en una potencia realmente a tener en cuenta y que en esta ocasión debe acoger al héroe que creció y se encumbró en su hermana mayor, Nintendo64.
Y es que una vez más, nos tocará salvar el mundo y en esta ocasión el rival será una organización terrorista que con la ayuda de armas de avanzada tecnología capaces de clonar seres humanos, pretenden conquistar el planeta. ¿Nuestra misión? Fomentar la leyenda de Bond y salvar al mundo. O eso, o la destrucción y el horror... Así que por enésima vez, volvemos a suceder a Brosnan para meternos en el papel de Bond, el elegante y desenfrenado Bond, un artista en el complicado arte de la heroicidad que esta vez deberá avanzar a través de diez niveles con magníficos entornos 3D y acabar triunfando, o quizás sucumbiendo...
La combinación de estos tres modos resulta francamente hábil ya que permiten dinamizar el desarrollo del juego sin llegar a caer en pautas de monotonía excesivamente aburridas. Así, en el modo más clásico podemos hacer uso de un buen abanico de armas y accesorios capaz de colmar las expectativas de los más allegados a a este tipo de juego (los gadgets de Bond). La dificultad es progresiva y los objetivos también van aumentando en complejidad a medida que avanzamos en la aventura, si bien las rutas a seguir suelen ser bastante lineales. Si a esto sumamos que en la mayoría de ocasiones dispondremos de tres o cuatro segundos para saber que hacer en cada momento y que la evidencia de los objetivos es elevada, no nos resultará excesivamente complicado ir avanzando a través de los diferentes niveles. Bond empieza a estar en su salsa.
EA ha sabido introducir con acierto el modo de conducción a fin de evitar un colapso en la acción que se reduzca a disparar y nada más. Aprovechando la experiencia de títulos anteriores como Need For Speed, se han incluido misiones a bordo de diferentes vehículos en las que podremos continuar utilizando nuestras armas favoritas desde una perspectiva diferente. Deberemos abrirnos paso a través de un mapeado abierto, no lineal, en el cual podremos desarrollar diferentes acciones tales como pelear, huir, recoger armas, etc. Lo cierto es que este tipo de pruebas agilizan mucho la dinámica del juego y llegan a ser francamante espectaculares en algunos momentos.
La tercera modalidad en cuestión pasa por ser el elemento de encaje perfecto para este título. Misiones guiadas en las que la ruta a seguir esta trazada y establecida y es en el avance hacia el objetivo marcado donde debemos disparar con diferentes armas a elegir contra los enemigos. Si bien pueden llegar a ser un tanto repetitivas, en mas de una ocasión nos servirán para descongestionar la sensación de búsqueda de rutas y tomarnos un "inpass" hasta la siguiente misión.
A nivel sonoro, la música que vamos a poder escuchar durante todo el título es la clásica banda sonora que suele acompañar a los films de James Bond. Por supuesto no falta la melodía estelar de sobras conocida por todos y a pesar de que a veces se haga algo repetitiva, es en general la típica banda sonora fácil de tararear y de ir silbando de vez en cuando. Respecto a los efectos de sonido, cumplen su acometido sin excesivos alardes técnicos pero a un buen nivel en general.
En lo referente al sistema de control, es bastante intuitivo y relativamente sencillo de sobrellevar. El título da por defecto una serie de configuraciones a elegir por el usuario de manera que cada uno se podrá ajustar a la que más le interese. Todas las opciones encajan bastante bien con el típico control para un shoter en primera persona (moverse, mirar, disparar, elegir arma,etc ), así como para aquellas pruebas en las que debemos conducir un vehículo, para las cuales las combinaciones de control de automóvil y de disparo son también asequibles.
Llegados a este punto del análisis, es necesario hacer especial hincapié en el modo multijugador. Agent Under Fire es un título originariamente ideado para un jugador, pero lo bueno de este título no reside precisamente en esa pauta principal en la cual nos quedaríamos preservados al terminar el juego. Al igual que en Goldeneye, Agent Under Fire presenta un modo multijugador de lo más divertido. Los usuarios de Gamecube no necesitarán del multitap para poder enfrentarse a cuatro jugadores a través de doce escenarios diseñados especialmente para la ocasión. Esto alarga considerablemente la durabilidad del título y permite realizar partidas muy competitivas en las que tus amigos acabarán siendo tus propios enemigos en su afán por sobrevivir a la locura de un modo multijugador muy apreciado y explotado en la versión de PS2 y en anteriores títulos para N64.
Por último, destacar otras variantes interesantes como la obtención de medallas en función de las pruebas superadas que nos darán acceso a ítems extras (la pistola de oro, el Lotus Sprit, etc.), lo que sin duda sirve para aumentar los objetivos a conseguir en el juego y no limitarse a pasar pantallas sin más.