Análisis de Picross e2 eShop (Nintendo 3DS)

Con Nintendo 3DS, Nintendo ha apostado por lanzar -al menos de momento- los puzles de la saga Picross en formato enteramente digital. Esto les permite ofrecer un precio bastante atractivo (4,99 euros en el primer Picross E y otros tantos en este que ahora nos ocupa), pero lo cierto es que uno no deja de echar en falta un par de cosas. No son malos juegos y, desde luego, partiendo de la fórmula básica de la serie, Picross E2 tiene un interesante añadido, pero uno se queda con la sensación de que podría haber más cosas si fuera un juego completo, con mayores metas.

Como muchos jugadores saben ya, Picross es en esencia un juego de capacidad espacial y lógica en el que nos encontramos cuadrículas de al menos 5x5 cuadrados con números en los lados. Esos números indican cuántos cuadros están ocupados en esa fila o columna en particular. Triangulando la información del eje vertical y horizontal es como conseguimos pinchar en las celdas adecuadas y conseguir que se dibuje el ítem secreto, que apuestan por diferentes piezas de pixel-art.

En Picross E2 una de las carencias que nos encontramos es que los puzles más grandes son de 15x15, cuando en la última entrega lanzada en formato físico había puzles enormes de 25x20. Puede parecer que la diferencia no es demasiada, pero lo cierto es que el salto multiplica la dificultad y extiende -y mucho- la duración total del juego.

Este elemento un tanto negativo (que se daba también en el primer Picross E se compensa parcialmente con el modo Micross, donde nos encontramos grandes imágenes de 80x80 divididas, a su vez en pantallas de 10x10. De este modo, nosotros realmente resolvemos una cantidad variable de puzles de 10x10 para dar con la imagen que se esconde bajo el conjunto total. Es un buen añadido que aporta continuidad a los puzles y hace que la experiencia sea muy adictiva, pero no hay que olvidar que los puzles de 10x10 son realmente muy sencillos. En este modo, el tiempo se va sumando, por lo que al final obtenemos el cálculo de cuánto hemos tardado en desbloquear el total del cuadro, y no cada uno de esos puzles. Si lo concebimos desde esta perspectiva global, el reto es mayor, sobre todo si nos proponemos bajar nuestros tiempos.

El jugador se encuentra con unos 150 puzles diferentes de diferente dificultad. Los primeros se resuelven muy rápidamente, pero hay que agradecer que el salto al apostar por el nivel más difícil se deje sentir. Eso hace que incluso los más expertos en el género puedan ver cómo sus partidas con el juego acumulan una buena cantidad de horas. Un gran experto podrá pasárselo en unas horas, sí, sobre todo si no se propone hacer partidas perfectas, pero el resto tendrán diversión para días.

Es cierto que los juegos en versión completa (tanto Picross DS como el Mario's Picross de Game Boy, que se puede conseguir desde la Consola Virtual de Nintendo 3DS) tienen muchos más puzles y, por tanto, son más largos, aunque hay que tener en cuenta también que solo en DS y 3DS disfrutamos de una interfaz táctil que, la verdad, resulta muy cómoda. Picross siempre ha sido un puzle divertido, pero también es cierto que ha sido uno de los representantes veteranos del género que más se ha podido beneficiar de las interfaces táctiles.

Otro elemento que algunos usuarios quizá quieran evaluar es el hecho de que los objetos que se esconden en las imágenes no son muy ingeniosos. Es difícil crear obras de pixel-art en tan poco espacio, pero la saga muchas veces ha dado pie a guiños al universo Nintendo e incluso ha contado con imágenes bastante originales para las limitaciones que se imponen por su concepción, pero estos no resultan tan inspirados. No es que sea lo más importante, pues no tiene un impacto real en la jugabilidad, pero son esos pequeños detalles que siempre se agradecen y que aquí no están. Por otro lado, el uso de célebres cuadros en Micross es una muestra de buen gusto y sí están muy bien adaptados al estilo de píxeles, así que una cosa se acaba compensando con la otra.

Los jugadores, por tanto, deben tener en cuenta que esto es, en esencia, una expansión con muy pocas novedades de lo que ya vimos en Picross E que, a su vez, era una versión reducida del juego de Nintendo DS. El formato descargable y el precio reducido es bueno, sí, pero los más aficionados al género (y a esta serie en particular) van a quedarse con ganas de más. Como decíamos al principio, el precio es bueno en relación a las horas de juego que da, aunque estamos seguros de que muchos aficionados preferirían contar con un lanzamiento de un juego de mayor tamaño, más ambicioso, aunque se mantuviera la distribución digital.

Por otro lado, tampoco hay que dejarse engañar: como sucede con Tetris y tantos otros puzles, la fórmula tiene unos límites. Solo se puede llegar hasta cierto punto con sus mecánicas, y es que la clave de estos juego está en que las partidas son siempre diferentes y los modos de juego diferentes son a veces tan diferentes que no parece que estemos ante el mismo título. En eso, Picross E2 se mantiene muy fiel, pero está claro que una vez que hemos dado solución a uno de los puzles nuestra memoria puede hacer acto de presencia y arruinar la experiencia de volver a jugar. Por eso en este tipo de puzles la cantidad de "pantallas" disponibles es tan importante.

Conclusiones

Las novedades que trae Picross E2 son mínimas y se centran, de hecho, en el modo Micross, que resulta muy interesante, pero resulta en su conjunto escaso de puzles. La relación precio-horas de juego sigue siendo buena, así que la falta de retos por superar será algo que noten solo lo más apasionados por esta saga, pero al mismo tiempo son también sus clientes potenciales. La interfaz táctil, que ya funcionaba bien en Nintendo DS, sigue haciéndolo aquí y resulta muy conveniente descargarlo en pocos minutos, así que es una buena opción. Lo es tanto si somos novatos y no estamos seguros de si queremos buscar el original de NDS (que tiene más puzles y se vende en formato físico) pero nos interesa adentrarnos en su jugabilidad (pues aunque no es tan económico como el de la Consola Virtual, su interfaz resulta comodísima). Y, por supuesto, si nos gusta el juego, hay algo indiscutible: más puzles. Y eso equivale a más diversión, pese a las escasas novedades que aporta y el no llegar a ofrecer retos más duros con plantillas mayores que las de 15x15 cuadrados.