Análisis de Etrian Odyssey IV (Nintendo 3DS)
Etrian Odissey, una saga que nació en Nintendo DS bajo unos fundamentos claros: hacer un videojuego fiel a los orígenes del género y en el cual aprovechando el uso de la pantalla táctil de la portátil, el usuario podía dibujar su propio mapa. El resultado fue muy bien recibido, con un correcto éxito de ventas y reconocimiento por la crítica, pero que sufría un gran problema, que el juego era demasiado difícil y exigente para ser accesible a todo el mundo. En posteriores entregas de la serie, la dificultad se fue equilibrando para hacerla accesible a más jugadores, así como se fueron añadiendo mejora para el mapa, nuevas clases de personajes, etcétera, pero por desgracia no fueron publicadas en Europa.
Afortunadamente, Nintendo 3DS parece ser una consola bendecida en cuanto al tema de distribución de juegos que típicamente no llegan, y este es el caso con Etrian Odissey IV: Legends of the Titans, una nueva entrega que ha cumplido de sobras con nuestras expectativas, dando la posibilidad de elegir modo de dificultad: normal para un juego muy duro que requiere de mucho trabajo para ir mejorando y avanzando poco a poco, o casual, ideal para los que tienen menos paciencia (o tiempo libre), aunque sigue sin ser un juego para todos por lo que ofrece.
Crea un gremio con el que explorar el mundo
Etrian Odissey IV: Legends of the Titan nos sitúa en Tharsis, una ciudad que ha divisado desde siempre el gran árbol Yggdrasil. Para conocer más detalles sobre la leyenda que envuelve a Yggdrasil, deciden promover la exploración más allá la frontera de su ciudad. La ciudad de Tharsis será nuestro centro de operaciones desde el primer momento, visitando a través de un menú de opciones a las diferentes personas que dan servicios. Aquí tenemos a nuestra disposición una posada para descansar y recuperar aliados caídos, una tienda donde mercadear materiales y pagar la forja de nuevo armamento u objetos, un local donde atender a las peticiones de los ciudadanos en forma de misiones, un taller donde gestionar algunos datos de configuración del juego o nuestro barco volador, y por supuesto, el Gran Juzgado Mark, en donde nos encomendará misiones de vital importancia para la subsistencia de la ciudad.
Es aquí donde entramos en juego, formando nuestro propio gremio de exploradores que tendrán que recorrer el peligroso mundo, adentrándose en las mazmorras para enfrentarse a los más inesperados retos y cumplir las misiones que hemos escogido. Inicialmente podemos elegir entre siete clases distintas: espadachín equilibrado, defensor reforzado, debilitadores del rival, francotiradores de arco que aciertan con facilidad en el punto débil del rival, médicos para asistir al equipo, maestros de las runas que usan los elementos para invocar poderosos hechizos, y bailarines, que en primera línea son guerreros pero también asisten en la sanación. Hay más clases que se irán desbloqueando a largo del juego, y dentro de cada clase hay varias subclases, lo que nos permite personalizar bastante a nuestros personajes, que pueden ser chico o chica con dos diseños y dos variaciones de color en cada una de las clases.
El equipamiento y la formación son vitales
Una vez tengamos a nuestro equipo de cinco exploradores formado, podemos establecerlos en formación como mejor nos interese, colocando las unidades en primera o segunda línea, lo que afecta a los tipos de habilidades que tienen en los combates. Es importante saber donde funcionan mejor las clases, ya que por ejemplo si ponemos en primera línea a un médico o un maestro de las runas, su debilidad física hará que sean una presa fácil, mientras que en segunda línea los espadachines y los defensores son inútiles. Además, será realmente importante el mantenimiento del equipo asignado a cada uno de los miembros, ya que aunque a lo largo de la aventura nuestros personajes van mejorando en estadísticas, lo que realmente marca la diferencia son las armas, armaduras y complementos varios.
Para la forja de nuevas armas y armaduras de mayor calidad, necesitaremos recolectar materiales. Estos materiales los podemos conseguir explorando las mazmorras o derrotando a monstruos, así que en el juego hay un claro equilibrio en el que el jugador tiene que arriesgar para conseguir mejorar, visitando nuevos lugares o enfrentándose a las criaturas más feroces para así luego forjar las mejores armas. Y creednos que no es nada sencillo incluso en el nivel casual. Los combates por turnos requieren de conocimiento y estrategia tanto de nuestros guerreros como de nuestros enemigos, así como de consumo de los puntos TP para técnicas especiales (magias y técnicas), abusar de los puntos débiles de los enemigos, sin olvidarnos de reforzar a nuestros aliados o tratar de bloquear las habilidades de los enemigos. Esto hace que nuestras fuerzas vayan mermando poco a poco, lo que nos obliga a realizar retiradas estratégicas para reponer fuerzas en Tharsis.
Explora el mundo en barco volador
Una de las grandes novedades de Etrian Odissey IV respecto a todos los anteriores, es que por primera vez, exploramos el mundo exterior. Esto lo hacemos a través de un barco volador, que recorre un mapamundi dividido en cuadros, donde avanzamos de uno en uno como en las mazmorras. En estos mapamundi, sobre volamos mares, ríos, montañas… y encontraremos un montón de lugares de interés. Podemos recolectar comida, encontrarnos con otros aviadores con los que hacer trueque, encontrar tesoros ocultos… pero siempre teniendo cuidado de las amenazas que la naturaleza nos depara, desde criaturas muy poderosas hasta tornados y dragones que nos liquidan si nos alcanzan. Sin duda uno de los elementos más interesantes de Etrian Odissey, es la estrategia que conlleva nuestro movimiento y el de los monstruos, y es que cuando nosotros nos movemos, ellos también lo hacen. Aquí entra en juego diversos elementos, como puede ser el comportamiento habitual del monstruo, su percepción o incluso sus debilidades y gustos, ya que los mismos alimentos que cogemos podemos lanzarlos a las criaturas para aprovechar su reacción, pero ojo que explorar en este sentido también tiene sus riesgos, ya que la reacción del enemigo puede ser peor de lo esperado.
La exploración del mundo exterior aportan nuevas mecánicas al juego original y resulta tanto diferente como cautivador, más relajado pero también con mucho por descubrir. Eso no impide que las mazmorras sigan siendo el principal motor del juego, con muchas repartidas por todo el mundo, donde podemos encontrar a multitud de monstruos y materiales. Lo interesante es que muchas de las mazmorras tienen retos extraordinarios diferentes, como puede ser criaturas que actúan de modo especial o condiciones que nos impiden actuar con normalidad, lo que aporta mucha variedad a lo largo del juego. A la hora de explorar las mazmorras, tenemos una vista en primera persona, vamos recorriendo cuadro a cuadro el nivel prestando a los detalles gráficos únicos, y sobre todo dibujando un mapa en la pantalla táctil, con la ayuda de una rejilla y multitud de iconos que usar, incluso con la posibilidad de poner comentarios. La cartografía que nosotros hagamos será vital para descubrir los secretos que esconden las mazmorras, por lo que el nivel de detalle requerido es cada vez mayor.
El desafío de unas mazmorras en las que tendremos que averiguarlo todo por nuestra cuenta
La exploración de las mazmorras en combinación con la dureza de los combates, la recolección de materiales y la estrategia a la hora de movernos con los movimientos de los enemigos así como las condiciones especiales, hacen que Etrian Odissey IV sea un juego retante pero a la vez adictivo. Lo mejor de todo es que aquí no hay guías ni conversaciones que nos digan que hacer, si no que tendremos que valernos de nuestra observación, hipótesis y ensayo para saber qué es lo que pasa. Normalmente es sencillo, pero en ocasiones los secretos son difíciles de descifrar y las criaturas realmente temibles, especialmente las que vemos en la pantalla inferior (ya que también hay criaturas invisibles con las que es prácticamente imposible evitar el combate). Con la llegada del modo de dificultad casual se requiera mucho menos tiempo para avanzar y penaliza mucho menos al morir, evitándonos perder los objetos con los que cargamos, pero mantiene el reto a un buen nivel, ya que en parte es el alma que hace que todo funcione. Como es una opción de inicio, es perfecto para noveles y los jugadores más dedicados, y además se nos permite cambiar el nivel desde la configuración, una vez en Tharsis (no así en las opciones principales del Menú Principal). La mayor penalización es que en el modo Casual no podemos conseguir todos los logros del juego, y no podemos tener dos partidas simultáneamente, ya que solo hay espacio para una partida guardada, así que si queremos completarlo, necesitaremos jugar al juego siempre en normal.
Etrian Odissey IV: Legends of the Titan no es un juego que se pueda considerar corto, ya que completar el juego puede llevar desde unas treinta horas en casual y muchas más en difícil, dependiendo de la habilidad y el riesgo tomado por el jugador, pero podemos superar las cien horas fácilmente si nos dedicamos mucho a él, ya que tiene contenido suficiente. Además, la desarrolladora ha dispuesto un sistema de descarga de misiones, objetos y mazmorras extra a través de códigos QR, que vienen de maravilla tanto para extender la vida del juego, como para obtener algunos objetos muy poderosos. Podéis ver los códigos QR aquí .
Un deleite sonoro con un aspecto gráfico con estilo manga y escenarios muy coloridos
Artísticamente hablando, Etrian Odissey IV no sorprenderá a nadie, ya que sigue las directrices del original sin que se note demasiado el paso de los años. Los diferentes personajes que encontraremos están en ilustraciones estáticas de estilo Manga, con un toque infantil en todos los héroes. Resulta encantador si os gusta el estilo, pero si no, lo normal es que lo paséis por alto ya que apenas tienen acto de presencia en el grueso del juego. Los gráficos en 3D cuando recorremos las mazmorras y el mapamundi, si que han mejorado respecto al original, evidente en la resolución, las texturas y en los detalles gráficos en general, aunque sigue siendo repetitivo en las texturas y los detalles, así que no resulta en ningún momento sorprendente. Donde si hemos notado una gran mejoría es en el diseño de los monstruos, que han dejado de ser ilustraciones 2D para pasar a ser modelos 3D con estupendas animaciones, y sin embargo, consiguen mantener esa sensación de dibujo animado.
Donde realmente resulta brillante Etrian Odissey IV es en el apartado sonoro, con efectos de sonido que simplemente cumplen sus funciones, pero sobre todo con una banda sonora espectacular, compuesta por el veterano Yuzo Koshiro, quien lleva deleitándonos con increíbles bandas sonoras desde la era 8 bits hasta el presente (Ys, Act Raiser, Street of Rage…). Una vez más, consigue hacernos sentir inmersos en un mundo mágico lleno de pasión y misterio, que nos ha dejado encantados, siempre a gusto a la hora de jugar. Os recomendamos escuchar los trailers y videos del juego para así entender la sensación de la que estamos hablando. Sin duda, el punto más débil en la implementación artística es la implementación de las 3D estereoscópicas, que se ha usado a modo de bóveda para dar profundidad pero que no consigue transmitir la distancia entre los objetos en el mundo tridimensional con naturalizad, quedando todo más o menos a la misma distancia salvo la información en pantalla.
Un RPG de mazmorras muy exigente y cautivador
Llegamos al final de nuestro análisis con la idea de que Etrian Odissey IV: Legends of the Titan ofrece una fórmula de juego muy bien pensada, dando al jugador la posibilidad de sentirse explorando mazmorras y abriéndose paso a través de ellas, fortaleciéndose tanto físicamente como intelectualmente, ya que el conocimiento que vamos adquiriendo sobre el entorno y los enemigos es vital de cara a superar las mazmorras. La estrategia de seguir paso a paso, tomar decisiones y riesgos, queda completamente en la mano del jugador, quien puede ser más conversador o arriesgado según su voluntad, siendo sin duda uno de los principales causantes de que sea un juego perfecto para portátil (los enemigos solo se mueven con cada paso que da el jugador) y motivo por el que resulta realmente adictivo. El refuerzo obtenido por la recolección de materiales al enfrentarnos a monstruos y acceder a recovecos peligrosos, así como aprendernos las rutinas y aptitudes de todos los monstruos poderosos, hacen que estemos motivados a explorar y aprenderlo todo sobre el mundo, lo que se combina con la estrategia de unos combates por turnos donde el conocimiento, el uso de habilidades y un buen equipamiento son vitales para poder progresar, manteniendo un equilibrio de juego que nos parece maravilloso.
Lo cierto es que pese a todo, entendemos que no es un juego para todos los públicos, ya que carece de adornos, sin una historia cautivadora, personajes elaborados o cualquier tipo de refuerzo narrativo, como mucho algunos detalles sobre la historia del mundo, y todo ello con un ritmo de juego que requiere mucho esfuerzo y dedicación por parte del jugador, lo que puede hacer que las personas que prefieran un juego más rápido o narrativo, se encuentren sin motivaciones para jugar.
Nosotros estamos convencidos que, para las personas que realmente disfrutan de los videojuegos en su extracto más puro, es decir, en el reto que ofrece la lógica de un juego estratégico bien pensado, disfrutarán de la experiencia enormemente, pero no creemos que aquellos jugones que se frustren fácilmente o que realmente jueguen por el contenido narrativo vayan a disfrutarlo del mismo modo, pese a que el modo casual aligera mucho las cosas, modo que realmente lo que facilita es que los jugones de verdad pero con poco tiempo o paciencia, puedan disfrutarlo.