Marvel es, para muchos, sinónimo de cine. Hablamos del motor que ha movido la industria cinematográfica en los últimos años y el único que ha sido capaz de mantener en relevancia el concepto de las películas evento, aquellas que congregan a millones de espectadores en las salas de cine de todo el planeta, aún cuando existe una pandemia global que limita la distribución y la afluencias de espectadores en múltiples países. Pero nada es imposible para la Casa de las Ideas. Y más allá de la pantalla grande, el próximo objetivo es la televisión a través de Disney+.
Tras Spider-Man: No Way Home, y un 2021 lleno de series como Bruja Escarlata y Vision, Falcon y el Soldado de Invierno, Loki y Ojo de Halcón, 2022 arranca con esta más que entretenida, distinta y particular Caballero Luna. En Vandal hemos visto los cuatro primeros episodios y os contamos qué nos han parecido en una crítica sin spoilers.
Caballero Luna: Cuando Indiana Jones, Los Cazafantasmas y la fórmula Marvel se dan la mano
Caballero Luna es un personaje muy particular. Apareció en el número 32 de Werewolf by Night, allá por el 1975, en una historia escrita por Doug Moench y con Don Perlin a los lápices. Concebido como una especie de personaje de quita y pon, comenzó a ganar popularidad entre los lectores, que se quedaron prendados de su particular estilo, de sus motivaciones y de su personalidad. Poco a poco, contó con una historia propia, una serie de apariciones recurrentes y cruces con la primera línea de Marvel, como Vengadores, Capitán América o Spider-Man. Siempre ha tenido un halo especial, y no son pocos los que consideran que este vigilante místico con trastorno de la personalidad, es una especie de Batman al estilo de la editorial otrora capitaneada por Stan Lee.
No obstante, muchas de las historias de Caballero Luna han optado por presentar una vertiente oscura, siniestra y sobrenatural, con personajes propios de la mitología más terrorífica y con leyendas, conspiraciones míticas y otros temas muy alejados de las habituales fórmulas de Marvel y sus cómics. Sus primeras etapas pueden parecer inocentes en tono o narrativa, pero con la irrupción de Warren Ellis, que lo hizo más brutal, violento y complejo, el níveo personaje encapuchado logró encontrar su forma definitiva. Y en esta serie para Disney+ se ha recogido en cierta medida dicha concepción, tamizándola y llevándola a los patrones y fórmulas de la empresa liderada por Kevin Feige. No esperéis un detective urbano que no duda en justiciar a quien lo merece en la calle. No esperéis un vigilante al que se le puede ir la mano. No. Es diferente a otras series de Marvel, sí, y cambiará para siempre el escenario del Universo Cinematográfico, pero con matices.
Caballero Luna, como serie y producto de entretenimiento, es una correcta mezcla entre Indiana Jones, Los Cazafantasmas y las habituales series y películas de Marvel Studios. La producción protagonizada por un excelente Oscar Isaac tiene un arranque espiritual y sobrenatural, algo complejo, diferente a todo lo visto hasta la fecha. Cuando sus creadores hablaban de que querían hacer una miniserie ajena a los convencionalismos de otros superhéroes y grupos de la editorial no les faltaba razón. Transmite de forma inteligente la confusión que aqueja a su protagonista, una persona que se levanta cada noche en lugares extraños y el cual no sabe qué hace o deja de hacer cuando abandona su cama al salir las estrellas en el firmamento.
Con Isaac como Steven Grant, un dependiente de una tienda de regalos de un museo londinense en el que se exhiben los más variados restos arqueológicos procedentes de Egipto, Caballero Luna nos invita a formar parte de la desconcierto, la duda y el misterio que le aqueja como personaje. Como si se tratase de una versión reducida y para todos los públicos de Memento de Christopher Nolan, iremos empapándonos de una historia que condensa y engarza humor, arqueología y acción. En esta última, Marc Spector, el mercenario que hizo un pacto con el dios egipcio Khonshu momentos antes de morir y que habita en el cuerpo del citado Grant, tendrá mucho que decir.
Podríamos decir que Caballero Luna forma tres series en una. Tenemos una producción de misterio e investigación, muy en la línea de Indiana Jones o La búsqueda, mientras se suceden tramas propias del cine de acción con personajes que desconocen su pasado o sus habilidades, como películas de la talla de El caso Bourne y Desafío Total. También hay espacio para el humor, los chascarrillos y los diálogos pasados de rosca, marca de la casa y que tan bien transfieren el espíritu de los tebeos a la pantalla. Jeremy Slater, guionista del show de Marvel y Disney, no ha ocultado sus puntos de partida, con anclajes cinematográficos más que obvios.
Pronto, lo que parece una película de espías con superhéroes y persecuciones varias, adopta una realidad mística, con batallas, conspiraciones y reuniones de dioses egipcios, muchas de las cuales acaban teniendo una presencia más que predominante en la trama. Tumbas, sarcófagos, pirámides y jeroglíficos danzarán por los distintos episodios, mientras Marc Spector, Steven Grant y el dios Khonshu evolucionan en su relación. El Dios egipcio eligió a Spector como nuevo avatar para continuar sembrando su voluntad, firmando un pacto en el que ambos salen beneficiados. O al menos, eso intentan. Marvel ha adoptado aquí una estructura similar a la de Sony con Venom y Tom Hardy, con constantes voces en off, inteligentes planos y trucos de cámara y algún que otro diálogo interno inspirado a través de espejos y similares. Creemos que funciona, pues permite a Oscar Isaac desatarse como actor, dando vida a un mismo cuerpo pero con distintas personalidades en su interior.
Pero no todo termina de funcionar. Ethan Hawke, el villano conocido como Arthur Harrow y el cual es la némesis del protagonista, no ofrece absolutamente nada digno de mención pese a tener una presentación más que interesante y espectacular. Hawke parece ir con el piloto automático, y aunque es uno de esos intérpretes que siempre está bien, pero pensamos que este malvado líder de una secta, obsesionado con Amon Ra y Ammit, podría haber dado muchísimo más de sí. Sí es destacable la dirección de Mohamed Diab, que bebe de las referencias culturales y cinematográficas citadas más arriba, buscando otorgar de representación a la cultura egipcia en todo momento. Le sienta muy bien salir de la habitual dicotomía de paisajes urbanos o de ciencia ficción de otras entregas marvelitas, internándose en templos, pirámides, profundas cuevas o desiertos. Gana en escala, en vistosidad y en presencia. Eso sí, pese a lo marcado de su idea e identidad artística, no puede quitarse de encima ese halo de serie a veces muy barata, casi de fondo de catálogo, que aquejan varias producciones de Marvel en la pequeña pantalla.
No obstante conforme avanzan los episodios, nos damos cuenta de que Caballero Luna lucha por no parecerse a otras series de Marvel con fiereza, algo que agradecemos, abrazando el espíritu de las historias pulp originales -sin temer mostrar algo de terror y misticismo en su trama-, despejándose de las estructuras y contextos vistos con anterioridad en las incontables películas y series que la preceden. Es un poco como Bruja Escarlata y Vision: intenta ser algo con personalidad propia, aunque la balanza -como aquella que lleva tatuada el villano de Hawke- no sabe equilibrarse del todo en algunos episodios.
Al igual que su atribulado protagonista, estas tres series que os hemos contado que componen su estructura, luchan por prevalecer la una sobre la otra, y no siempre lo consiguen. ¿El resultado? Sabe qué quiere ser como producto de entretenimiento pero no consigue transmitirlo. En cualquier caso, Caballero Luna es divertida, distinta y sobrenatural, con un notable Oscar Isaac que se amolda al papel como pocos. Y para muchos puede ser más que suficiente.
Caballero Luna se estrena en Disney+ en exclusiva el próximo 30 de marzo.
Hemos visto los cuatro primeros episodios de Caballero Luna gracias a un acceso anticipado a los mismos a través de Disney Debut por cortesía de Disney España y la agencia Way To Blue.
