Parece que fue ayer, pero hace ya casi dos años que repasamos con vosotros la historia de los battle royale en el momento en el que el género explotaba gracias a Playerunknown's Battlegrounds y a Fortnite, dos títulos que siguen siendo la referencia para el resto y que incluso tuvieron un conato de llegar a los tribunales por una demanda de PUBG Corp. A Epic Games (Fortnite) por un posible plagio, demanda que, finalmente, quedó en nada después de que los coreanos retirasen la denuncia probablemente gracias a la intervención de Tencent.
Hoy actualizamos este reportaje sobre la historia de los battle royale añadiendo lo más importante que ha ocurrido desde el momento de su publicación hasta ahora, marzo del 2020, en el que los battle royale se han asentado gracias a estos dos gigantes y a la llegada de otras propuestas como Apex Legends e incluso Call of Duty y sus modos del género. Comenzamos.
Una película de culto popularizó el concepto
La idea de un torneo en el que solo pueda sobrevivir uno está más de moda que nunca en los últimos años gracias a las películas de Los juegos del hambre, pero en realidad el referente más claro de PUBG, Fortnite y compañía es la novela y película japonesa Battle Royale, que a principios de la pasada década se convirtió en una obra de culto que nunca fue políticamente correcto televisar en abierto, y que incluso fue prohibida en los cines de varios países. ¿El motivo? La película es extremadamente violenta y parte de un concepto polémico: una nueva dictadura japonesa experimenta con una clase de instituto: 21 niños y 21 niñas encerrados en una isla con la misión de matarse unos a otros hasta que solo quede uno. Supervisándolo todo está su profesor Kitano (interpretado por el conocido actor Takeshi Kitano).
Los estudiantes tienen 3 días para matarse entre ellos, cuentan con un mapa de la isla, raciones y un arma aleatoria, y todos cuentan con collares explosivos que se accionarán en caso de que no colaboren o que estén en las zonas equivocadas de la isla. Como podéis ver, tanto PUBG como Fortnite son realmente parecidos a la idea presentada por el novelista nipón Koushun Takami y llevada al cine por el director Kinji Fukasaku. Ellos también podrían denunciar, por no decir que el propio género battle royale se llama igual que la obra original. De hecho, el propio creador de PUBG admite que su juego se basa en el libro y la película.
Otros "battle royale" en la cultura popular: De Royal Rumble a los Juegos del Hambre
La película Battle Royale es el obvio referente en el que se ha basado el género, pero también hay otros dos elementos de la cultura popular mucho más conocidos y con el que el gran público que ahora disfruta de PUBG y Fortnite está mucho más familiarizado. El primero son los Royal Rumble de lucha libre, evento inventado a finales de los 80 por la WWE y que reconocerán lectores de todas las edades. En este tipo de eventos especiales de wrestling van apareciendo luchadores cada pocos minutos y el ganador es el último que queda en pie dentro del ring. Dentro de estos espectáculos de lucha (simulada) había alianzas, traiciones y todo tipo de giros argumentales. Hubo hasta videojuegos basados en esta modalidad de la WWE como el WWF Royal Rumble de Super Nintendo.
El otro referente, más moderno y parecido, es la serie de novelas Los juegos del hambre de la autora estadounidense Suzanne Collins, que ha tenido exitosas adaptaciones al cine. Este universo distópico nos sitúa en una sociedad autoritaria donde lo que queda de los Estados Unidos está dividido en doce distritos dominados por una ciudad central llamada el Capitolio. Entre otras muchas particularidades de esta distopía, los propios Juegos del Hambre consisten en una especie de battle royale televisado entre 24 jóvenes (un chico y una chica de cada distrito), con la promesa de una gran recompensa para el o los vencedores.
Los primeros Battle Royale comenzaron siendo mods. Los inicios de Brendan Greene
Los primeros battle royale fueron mods de juegos de mundo abierto y uno de ellos precisamente se basaba en Los juegos del hambre. Survival Games (inicialmente llamado Hunger Games pero rebautizado rápidamente para evitar problemas legales) era una modificación de Minecraft que aprovechaba el motor del juego para plantear un enfrentamiento de 24 jugadores, tal y como sucedía en la película. Sin lograr dar el salto al estrellato como sí han hecho PUBG y Fortnite, este mod sigue contando con bastante actividad, una activa comunidad y varias "revariaciones": Survival Games, Battlegrounds, Ultra Hardcore Survival Games…
El otro juego que vio el nacimiento de mods de este estilo fue Arma II o, más concretamente, su mod DayZ. Si Counter-Strike comenzó como un mod de Half-Life y los juegos MOBA se iniciaron con el mod Defense of the Ancients, todo el género de battle royale riza el rizo al iniciarse como el mod de un mod: una modificación del DayZ original, que a su vez era una modificación de supervivencia y zombis del excelente simulador militar Arma II.
Varios jugadores no tardaron en ver el potencial del juego y sus 225 kilómetros cuadrados de terreno para combinarlo con el viejo modo multijugador "último hombre en pie" o last man standing para conseguir ese preliminar modo battle royale. Se hicieron varios mods diferentes, pero el más popular sin duda fue el mod Battle Royale de un usuario conocido por el nick de Playerunknown cuyo nombre real es Brendan Greene. Lanzado en 2013, uno de las diferencias con los otros, que se empeñaban en imitar a los Juegos del hambre, es que las armas estaban distribuidas aleatoriamente por el mapa, por lo que había una parte inicial de "looteo". Estaba naciendo un género.
Playerunknown’s Battle Royale, Arma III y H1Z1: King of the Hill
El mod DayZ a secas, sin battle royale, se hizo tan popular que los creadores de ArmA, Bohemia Interactive, decidieron contratar a su creador Dean Hall para desarrollar DayZ como título independiente (algo que siguen haciendo). En paralelo, Playerunknown decidió llevar su battle royale a Arma III en el año 2015, bautizándolo ya como PLAYERUNKNOWN's Battle Royale. El mod sigue publicado en la página de Steam del juego y de hecho cuenta todavía con bastantes jugadores. En esta versión del mod ya hay saltos en paracaídas y otros elementos reconocibles que luego se harían mundialmente famosos con PUBG.
El éxito y la habilidad de Brendan Greene no pasaron desapercibidos, y Sony Online Entertainment contactó con él para que les ayudase con el desarrollo de H1Z1, un juego masivo online de zombis bastante inspirado en DayZ. El juego iba a tener dos vertientes, la de supervivencia pura y un modo battle royale, pero querían que este no fuese una curiosidad sino algo con entidad propia. Tras varios problemas en el desarrollo (producidos sobre todo por la venta de Sony Online Entertainment), Brendan Green abandonaría de H1Z1: King of the Hill para embarcarse en el proyecto que se convertiría en PUBG. De esta época data la curiosa web oficial de los juegos battle royale, hecha por Greene, en la que abarca sus dos creaciones: el mod de ArmA III y H1Z1 King of the Hill, que tras varias evoluciones ahora se llama (¡sorpresa!) H1Z1: Battle Royale y se ha convertido en un free to play.
Como podéis ver, no es exactamente cierto eso de que H1Z1 estuviese antes que PUBG. Fue Brendan Greene el que estuvo antes que todos.
El lanzamiento de Playerunknown’s Battlegrounds
Tras abandonar H1Z1 al irlandés Greene le llegó la oportunidad de su vida: el productor de BlueHole Chang-Han Kim le ofreció irse con él a Corea del Sur para tener control creativo total sobre un nuevo battle royale que la compañía preparaba. Greene dijo sí y durante meses trabajó en el proyecto con libertad total. En diferentes entrevistas Greene ha dicho que con PUBG pudo hacer el battle royale que quería: ni tan técnico como el mod de ArmA III, que tenía la base de un simulador militar, ni tan arcade como H1Z1.
En el siguiente vídeo podéis ver su evolución gráfica desde el primer mod hasta la actualidad.
La elección del nombre no fue baladí. Aunque desconocido para el gran público, la fama de Playerunknown dentro de la todavía pequeña comunidad de jugadores de battle royale era un importante aval para el lanzamiento del juego. El título fue fogueándose en diferentes betas en las que llegaron a participar miles de jugadores que ya eran "clientes" de anteriores mods de Brendan Greene.
Tras su debut en marzo en el acceso anticipado de Steam el título cayó en gracia en Twitch, acumuló miles de televidentes en los streamings y comenzó a ganar popularidad sin parar, y tan solo cuatro meses después Brendan Greene aparecía en la conferencia de Microsoft del E3 para confirmar que PUBG llegaría a Xbox One con exclusividad. Mientras tanto el juego iba ganando más y más jugadores y haciéndose viral.
La rápida adaptación de Epic Games
El éxito de Fortnite Battle Royale es algo que se va a estudiar. Porque detrás del meteórico ascenso del juego hay también una historia interesante: La de un juego, Fortnite, condenado a pasar sin pena ni gloria tras años de desarrollo, la de otro, el retorno de Unreal Tournament, que acabó siendo cancelado, y la de un tercero, Paragon, con su equipo de desarrollo a punto de meter sus cosas en cajas de cartón para irse al paro. Epic Games convirtió sus tres mayores fracasos en el mayor éxito de su historia.
Fortnite comenzó en 2011 como una especie de mezcla entre el modo horda de Gears of War y MineCraft, y durante seis años fue reinventándose y redefiniéndose hasta salir en un extraño acceso anticipado comprable en versión física, en julio de 2017. El título tuvo cierto impacto inicial, pero rápidamente se difuminó, y para intentar atraer público idearon un modo battle royale gratuito, ya que los creadores del juego llevaban meses jugando a PUBG. El objetivo inicial parecía ser atraer jugadores a Fortnite para que, si les gustaba el free-to-play battle royale, acabasen adquiriendo el juego de supervivencia.
Aunque su recepción inicial en septiembre no fue espectacular, con el paso de las semanas fue ganando jugadores gracias a cuatro factores: ser gratuito, al contrario que PUBG; estar disponible para PS4 y Xbox One siendo el único battle royale hasta ese momento; combinar las dinámicas de disparos con la construcción; y tener un tono mucho más desenfadado, incluyendo los famosos bailes y emotes, que no paran de repetir niños que ni siquiera tienen el juego.
No hay duda de que PUBG fue el primero y que Fortnite se inspira claramente en él, y que a largo plazo PUBG quizás tiene más vida por delante porque Fortnite puede pasar de moda. Tampoco hay ninguna duda sobre cuál se ha vuelto más popular y ha calado en la cultura y en la actualidad de todo Occidente.
Múltiples imitadores hasta que llegó Apex Legends y lo revolucionó todo
Tras el fulgurante inicio de PUBG y Fortnite muchos fueron los juegos que quisieron subirse al carro del género y vimos como incluso grandes licencias como Battlefield o Call of Duty se lanzaban a proponer sus propios modos battle royale con mayor o menor éxito que daban algo de vida a dos sagas bastante clásicas en lo que a la acción y disparos en primera persona se refiere; el primero con Firestorm, que pasó completamente desapercibido, el segundo con el battle royale de Call of Duty: Black Ops IIII, que funcionó mejor aunque tampoco fue un exitazo. De hecho, incluso CS:GO decidió incorporar un modo battle royale y hacerse gratuito debido a la pérdida de jugadores que había sufrido debido a la creciente popularidad de PUBG y Fortnite.
Sin embargo, el juego que consiguió sacudir a la industria y al género una vez más fue toda una sorpresa, un battle royale llamado Apex Legends que se publicó sin previo aviso el 4 de febrero del 2019 presentándose como el nuevo título de un estudio tan respetado como Respawn Entertainment que nos ofrecía un battle royale muy dinámico, con unas mecánicas de disparos exquisitas, que podía moverse hasta en una cafetera e incorporaba algunos conceptos revolucionarios para el género como un particular sistema de marcación rápida para comunicarnos con nuestros amigos que, poco a poco, se ha ido imitando por otros battle royale e incluso por otro tipo de juegos.
Apex Legends tuvo un inicio fulgurante, atrayendo a estrellas del streaming y a millones de jugadores de todo el mundo superando a PUBG y a Fortnite en popularidad durante algunas semanas (llegó a alcanzar los 50 millones de jugadores) hasta que acabo siendo víctima de su propio éxito pagando la novatada de un contenido un tanto soso con la llegada de su Temporada 1 que hizo que Apex siguiera con muy buenos números de jugadores, pero notando una caída en popularidad bastante notable durante las siguientes semanas y meses.
Sin embargo, Respawn poco a poco aprendió de los errores de esa primera temporada en la que pagó la novatada y fue añadiendo más contenido y funciones para el juego, nuevos mapas, modos y más temporadas con las que, poco a poco, vieron como sus jugadores volvían a interesarse por el juego hasta que a finales del año pasado Apex Legends llegó a su mejor momento a nivel económico recaudando 45 millones de dólares durante el mes de octubre en PC y consolas y confirmándose como el tercer gran referente de los battle royale.
PUBG al alza en ingresos con Fortnite y Apex en caída y CoD: Modern Warfare preparando su Battle Royale
Hoy día los battle royale siguen estando al pie del cañón en lo que la actualidad se refiere, aunque las grandes compañías ya no intentan imitar tanto la fórmula original y, en lugar de eso, nos ofrecen battle royale con su propio alma como Tetris 99 o el modo The Eliminator de Forza Horizon 4. Mientras tanto, entre los tres grandes el trono está realmente disputado y nos encontramos con que PUBG, tras estrenar su Temporada 6, se encuentra al alza ingresando el pasado enero un 512 % más de dinero en micropagos que en diciembre del 2019 y manteniéndose en todo momento como uno de los juegos más jugados de Steam (a pesar de que sigue lejos de sus números del 2018).
Por su parte Fortnite registró en enero su peor dato de recaudación desde noviembre del 2017, aunque sigue por encima de PUBG a nivel de ingresos y de jugadores en consolas y PC ya que en móviles se ha visto superado, desde hace tiempo, por PUBG Mobile, una entrega paralela al juego original desarrollada por Tencent. El tercero en discordia, Apex Legends, también cayó en ingresos el pasado enero, aunque es probable que en febrero se haya recuperado con el estreno de su Temporada 4.
Por último, de cara al futuro de los battle royale nos encontramos con el más que probable lanzamiento de Call of Duty: Warzone, el modo battle royale de Call of Duty: Modern Warfare que se ha filtrado en varias ocasiones a través de internet y que, según los rumores, podría contar incluso con una versión independiente al juego base y gratuita basándose en micropagos estéticos y pases de temporada.
Lo que es indudable en pleno 2020 es que el género de los battle royale ha llegado para quedarse y que, tras su explosión entre 2017 y 2018, sus jugadores se han ido estabilizando y parecen tener cuerda para rato dentro de un género tan particular como adictivo del que seguimos disfrutando millones de jugadores en todo el mundo.