El abuelo de los juegos de acción en primera persona volvía una vez más esta vez de la mano de MachineGames, un nuevo estudio sueco formado por exempleados de Starbreeze, que nos ofrecían un juego de acción de la vieja escuela, con alma, personalidad y que se notaba hecho con cariño, algo que pocas superproducciones pueden decir a lo largo del año. Una aventura de acción que recordaba aquellos juegos en primera persona de finales de los 90 y primeros años 2000, donde se combinaban momentos lineales, escenarios abiertos, partes frenéticas de acción y otras más aventureras.

Con una historia con un punto de partida realmente interesante, en la que se plantea qué hubiera pasado si los nazis hubieran ganado la Segunda Guerra Mundial, nos teníamos que meter una vez más en la piel de B.J. Blazkowicz para hacer frente a feroces oleadas de enemigos, en un juego violento, variado y siempre divertido, que nos encantó y que os animamos a que lo probéis si os gusta la acción.