Por primera vez este año hemos podido disfrutar de Super Smash Bros. por partida doble, primero con una entrega portátil para Nintendo 3DS, y un par de meses después para la consola de sobremesa, Wii U. Si el primero ya nos dejó satisfechos con su calidad y cantidad de contenidos, el que vino después se trató de una versión superlativa de este, como si la edición portátil hubiera sido un delicioso aperitivo de lo que estaba por venir.

Una saga de lucha ya mítica a la que el salto a la alta definición le ha sentado estupendamente, con unos impecables 1080p y 60fps, una de las mejores bandas sonoras que recordamos con más de 350 canciones, la jugabilidad tan cuidada de siempre, que solo un creador tan detallista como Masahiro Sakurai puede ofrecer, decenas de desbloqueables, modo para 8 jugadores por primera vez, y nuevos personajes tan carismáticos como Pac-Man, Mega Man y Little Mac. El mejor juego para reunirse con unos amigos en torno a una consola y que pasen las horas sin darnos cuenta, que además cuenta con un competente modo online para cuando no tengas con quien jugar a mano.