Tras sorprender a medio mundo en 2011 con Bastion, uno de los juegos indie de referencia, Supergiant Games contraatacaban este año con su nuevo juego, Transistor, que mantenía muchas de las señas de identidad de su anterior obra, como un cuidado diseño artístico, una banda sonora deliciosa y una narrativa con mucha personalidad. Nuevamente un juego de acción y rol, estaba vez con un sistema de combate mucho más original, pudiendo programar los ataques y realizar elaboradas estrategias.

Quizá sin la capacidad de sorpresa de Bastion, aunque son su propia personalidad, Transistor es uno de los juegos más estimulantes que nos ha ofrecido la escena indie este año, tanto por sus gráficos, su sonido, su original sistema de combate o una desconcertante historia, tan original por lo que cuenta como por la manera en la que la cuenta. Sin duda seguiremos atentos a lo que hagan Supergiant Games en su próximo proyecto.