Si la primera entrega ya nos dejó un gran sabor de boca en Xbox 360, con un juego de conducción en mundo abierto más desenfadado que la serie principal aunque no menos divertido o completo, Forza Horizon 2 vino a reforzar todo lo bueno de aquel, ofreciendo más y mejor de los mismo, y un evidente salto gráfico con su llegada a la nueva consola de Microsoft.
Una buena cantidad de coches, personalización, paisajes de ensueño, un mapa enorme, una gran variedad de pruebas, estamos ante un auténtico festín para los amantes de la conducción, un juego en el que sumergirse durante decenas de horas y en el que siempre vas a estar entretenido y con cosas por hacer. A la saga Forza Motorsport le ha salido un hermano más moderno y desenfadado que ha llegado para quedarse, que seguro nos va a dar muchas alegrías en los próximos tiempos.