Tras cinco años desde la tercera entrega y un sinfín de expansiones entre medias, ya era hora de que la serie diera el salto a la cuarta parte, y lo hizo este mes de septiembre con el esperado Los Sims 4. Un juego que si bien casi nunca está en las quinielas de los mejores del año, luego es uno de los títulos más jugados durante mucho tiempo, sobre todo por todo tipo de público, desde los jugadores más dedicados a los más casuales.
Como mayor novedad de esta entrega unos sims con más emociones, lo que les hace más realistas, impredecibles y divertidos, lo que consigue que crear un nuevo personaje sea toda una aventura. Con sus detalles mejorables, algunos que vendrán mediante actualizaciones y otros en las expansiones, Los Sims vuelve a ser un gran juego y una fórmula tan vigente como el primer día, por la que no parecen haber pasado de manera severa los 14 años que lleva a sus espaldas. Veremos con qué nos sorprenden en las futuras expansiones, pero mientras en el juego base hay diversión para rato.