Dragon Quest es sinónimo del mejor rol tradicional japonés. Enix sentó las bases, y supo ir mejorando esa fórmula, hasta tal punto que si algún juego es capaz de detener a Japón es uno de esta serie. Nacida en NES, como muchas otras sagas dio el salto a PlayStation y ahí se ha mantenido. La novena entrega será la primera de la saga numerada concebida para portátil, y la décima será la que confirme su regreso a las domésticas de Nintendo. Y por el camino, multitud de entregas que en Europa ni olimos... y tampoco en exceso en EE.UU. (aunque bajo el nombre, hasta hace relativamente poco, de Dragon Warrior).
La aventura en este juego empezará en el reino de los ángeles, quienes trabajan para conseguir el favor y el aprecio de los habitantes del mundo terrenal, unos sentimientos positivos que se convierten en aura de estrellas, un elemento que se ofrece al árbol del Mundo, que, llegado el momento, abrirá un paso al mundo de los dioses. Nosotros seremos uno de esos ángeles, y nos veremos embarcados en una aventura llena de misteriosos personajes y una combinación de elementos clásicos, añejos incluso, y novedosos. En muy pocos meses estará en Japón, así que sólo nos falta preguntarnos cuándo nos llegará a nosotros, los europeos, que desde Dragon Quest VIII hemos empezado a recibir las entregas de la saga, conociendo parcialmente sus orígenes gracias a las revisiones da la cuarta y quinta entregas, con la sexta también en camino. Las previsiones de ventas: millonarias. Las expectativas: por los cielos.