Lo Mejor de 2008
WOW: Wrath of the Lich King
El dominio del tirano

Tal vez no sea el juego más innovador del momento ni tampoco sobresalga tanto del resto de sus competidores como para destacar por encima de los mismos. Sin embargo, Blizzard ha sabido darle un notable empujón al exitoso universo en línea de World of Warcraft con su última expansión.

La llegada del continente helado de Rasganorte, una de las regiones más espectaculares y bellas a nivel visual que se han visto en mucho tiempo –mención especial también para la banda sonora del juego-, la posibilidad de subir a nuestro avatar hasta el nivel 80, y los nuevos equipos que encontrar en nuestros viajes son sin duda añadidos francamente interesantes que complacerán a los fieles seguidores del juego. Pero lo más importante en Wrath of the Lich King es que por fin, la historia comienza a tener un gran peso en nuestra épica aventura, profundizándose muchísimo más en la mitología del universo Warcraft lo que, como os podéis imaginar, logra que las partidas sean más amenas si cabe, pudiendo además vivir situaciones realmente épicas.

También el Caballero de la Muerte, la nueva clase que se incluye con la expansión, ha sido todo un acierto por lo bien integrada que está, y el fantástico trasfondo con la que la han dotado. Aún así, como os comentamos en el análisis del juego, su poder está algo desequilibrado en comparación con el resto de clases de World of Warcraft que, por cierto, también han sufrido diversas mejoras.

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