Adrián Díaz Marro, consultor de desarrollo de negocio y divulgador que vive en China desde 2006, ha compartido su visión del gigante asiático en el pódcast Con P de Podcast, conversando con Luis Usera sobre las profundas diferencias entre China y España. Autor del libro 21 claves para entender China en el siglo XXI, Díaz desmenuza desde la economía hasta la mentalidad social, ofreciendo un prisma que combina experiencia personal con análisis riguroso.
Adrián Díaz, experto en economía: “Salir a la calle en España me hunde, prefiero volver a China”
Uno de los temas que más controversia genera, la supuesta burbuja inmobiliaria china, ocupó buena parte de la conversación. "No sé si existe o no, pero los precios de la vivienda han subido de manera brutal en los últimos años", explicó Díaz, señalando que, desde su llegada al país, ha sido testigo de oscilaciones y predicciones catastrofistas que nunca se materializan. "Desde los años 80, la prensa estadounidense anunciaba el colapso del sector. Yo he visto ‘explotar’ la burbuja china año tras año, y sigue creciendo", afirma, haciendo referencia a los ciclos de alarma de 2018, 2020 o 2022, marcados por la crisis de Evergrande.
El consultor compara la gestión de estos picos de tensión con la experiencia occidental. "Nos dicen que la burbuja china es diez veces más grande que la global de Lehman Brothers y que, aun así, la han pinchado de forma controlada. La economía sigue creciendo, y no se nota en su actividad", subraya, convirtiéndose en una voz crítica sobre la economía asiática. Con un tono crítico, añade: “Dadme esos dirigentes para España, porque aquí no hubo quien supiera manejar la crisis inmobiliaria. La nuestra duró una década, Europa lo sufrió y Estados Unidos también. China, en cambio, parece que controla sus explosiones sin dramas", matiza.
Más allá de la economía, Díaz aborda la percepción occidental del país, a la que llama “xinofrenia”: esa doble narrativa que retrata a China como un desastre a punto de colapsar y, a la vez, como una superpotencia imparable. "¿Son un desastre o una amenaza porque lo hacen mejor que nosotros? Esa contradicción se repite constantemente en los medios", comenta, mientras señala que la realidad es más compleja: crecimiento del 4%, una sociedad en constante transformación y un mercado resiliente ante los pronósticos más pesimistas.
Su mirada va más allá de los gráficos: Díaz contrasta la actitud social de ambos países con un ejemplo contundente. "En España salgo a la calle y me deprimo. Después de quince días aquí, quiero volver: las discusiones siguen siendo las mismas de hace veinte años, centradas en paguitas y jefes opresores, mientras en China percibo otra mentalidad, otra forma de moverse y de aspirar a más", concluye.















