Hace apenas 9 días os contábamos que Microsoft había pausado de forma indefinida el desarrollo de Windows 10X y que probablemente este nuevo sistema operativo nunca llegaría a lanzarse o, al menos, tal y como estaba concebido.
Ahora es la propia Microsoft la que confirma la muerte de Windows 10X con un comunicado en uno de sus blogs en el que apunta que se han dado cuenta de que "la tecnología detrás de Windows 10X podría ser útil de más maneras y servir a más clientes de lo que imaginamos en un principio. Hemos concluido que la tecnología de 10X no debería estar disponible solo para un pequeño grupo de consumidores".
Es decir, que aparcan Windows 10X para incluir las principales tecnologías de este sistema operativo en "otras partes de Windows y otros productos de la compañía. En realidad, parte de esto ya está presente en las últimas builds de Windows Insider, como por ejemplo la tecnología de contenedores para aplicaciones que estamos integrando en productos como Microsoft Defender Application Guard, la renovada experiencia de Dictado de Voz y el nuevo teclado táctil".
Por lo tanto Windows 10X desaparece como tal pero algunas de sus tecnologías se integrarán poco a poco en Windows 10 para vivir dentro del sistema operativo con 1300 millones de usuarios en todo el mundo.
Un camino difícil para Windows 10X
Windows 10X nació con la idea de ser un sistema operativo más ligero y simple que Windows 10 que además estuviera adaptado a los dispositivos de doble pantalla. Posteriormente Microsoft cambió el rumbo y decidió que sería más útil si fuera un S.O. para equipos portátiles y dispositivos móviles de una sola pantalla poniendo su punto de mira en ser un posible rival de Chrome OS hasta que ahora, finalmente, deja morir el proyecto o al menos Windows 10X como un sistema operativo independiente ya que parte de sus tecnologías, como os hemos dicho, estarán integradas en Windows 10.
