Wicked es todo un fenómeno de taquilla, un filme que ha contado con el apoyo de grandes nombres como George Lucas y que ha conseguido batirse en duelo con Gladiator II de Ridley Scott. Con cerca de 600 millones de dólares, y mientras prepara su segunda parte -que adaptará lo que queda del exitoso musical de Broadway-, el siempre polémico director Adam McKay, que prepara una película sobre el asalto al Capitolio, asegura que la América de Donald Trump prohibiría esta cinta sobre brujas y mundos de fantasía en unos años. ¿Censurará su administración este exitoso filme? El creador de la sobrevalorada No mires arriba así lo cree.
"Wicked se prohibirá en América en 3 años": Este director cree que la censura de Donald Trump matará el fenómeno de taquilla de este año
Al igual que Demi Moore hace unas semanas, Adam McKay cree que Wicked corre el riesgo de sufrir la tijera de la censura, algo que estamos viendo en series y películas de temática LGTBQ+. No obstante, en países como Kuwait, la producción ha sido retirada de los cines en lo que se ha llamado como una censura temporal por culpa de la especulación mediática sobre el posible contenido LGBTQ+ de la película y su reparto.
McKay piensa que este tipo de políticas podrían llegar a Estados Unidos, convirtiéndose en una tendencia en el futuro cercano. Mientras insta a sus seguidores en tener mucho cuidado con el mandato de Trump, y a través de redes sociales, McKay expresó su admiración por Wicked, afirmando que, a nivel narrativo, es una de las "grandes películas de estudio más radicales jamás hechas". Este juicio no es casual. En una industria cinematográfica cada vez más polarizada y abonadas a las sagas -salvo contadas excepciones-, las producciones que desafían las convenciones sociales o políticas suelen ser objeto de controversia. Y en ese ámbito, Wicked parece encarnar esa radicalidad, aunque en un formato aparentemente accesible y de gran presupuesto. Sí, aunque suene paradójico.
El director expresó su preocupación de manera aún más contundente, insinuando que si Estados Unidos sigue por el mismo camino que países gobernados por regímenes más autoritarios, podría llegar a ver Wicked prohibida en un futuro cercano. "Creo que te quedarás impactado. Si América sigue yendo por este camino, no me sorprendería ver la película prohibida en 3 ó 5 años", advirtió a uno de sus seguidores. La previsión de McKay no parece tan descabellada en un contexto global donde las políticas de censura y las restricciones culturales se están volviendo más comunes, sobre todo teniendo en cuenta cómo están las cosas en muchos escenarios y países.
Wicked no solo es un espectáculo visual y musical, sino también una poderosa reflexión sobre temas como la radicalización, el arribismo, el fascismo y la propaganda. En palabras del director, la película "sin tapujos" aborda estos temas, y aunque la segunda parte se mueve hacia un tono más neutral, la primera entrega tiene una carga política y crítica clara. El director también comparó la ideología subyacente de Wicked con la de otros grandes clásicos del cine, como El puente sobre el río Kwai, Sonrisas y lágrimas, Centauros del desierto, Ciudadano Kane e incluso Los juegos del hambre, señalando que estos filmes, a pesar de sus estilos y géneros diversos, comparten un elemento común: su fuerte carga ideológica. En particular, el realizador subraya la inclinación "izquierdista" y subversiva de la cinta de ciencia ficción distópica Los juegos del hambre, que, al igual que Wicked, se presenta como una crítica al sistema establecido. Sí, es un salto al vacío, pero entendemos el punto del director.
Lo que sí es importante subrayar es que el peligro de la censura en el ámbito cinematográfico es inminente en muchos aspectos y términos, y no se limita a países con regímenes autoritarios o represivos. Incluso en democracias consolidadas, como Estados Unidos, las fuerzas políticas y culturales que buscan restringir el contenido del cine, la televisión y otros medios están ganando terreno. La censura no solo limita el acceso a ciertas películas o ideas, sino que también moldea el paisaje cultural de una sociedad. En los últimos tiempos, hemos visto como China ha eliminado personajes y partes enteras de obras como Arcane, y la historia del Séptimo Arte está llena de ejemplos para todos los gustos y colores. ¿Hasta qué punto está dispuesto a llegar Hollywood para proteger las voces que desafían el poder establecido, y cómo influirá esto en la narrativa cinematográfica en los años venideros?