Invasión Secreta, la última miniserie de Marvel Studios publicada en Disney+, ha concluido y su sexto y último episodio ha terminado convirtiéndose en lo peor valorado del UCM. La ficción de Samuel L. Jackson y Emilia Clarke, que defendió a capa y espada a los actores que trabajan con mucha pantalla verde, no ha terminado de convencer al público y el patio de butacas no ha dudado en destrozar el proyecto en Rotten Tomatoes.
Actualmente, en base a un puñado de críticas, el episodio final de la serie tiene un 13% de puntuaciones positivas en el portal mencionado, siendo así el producto más flojo de la Casa de las Ideas en el audiovisual. Para que os hagáis una idea, la criticada Iron Fist tiene un 20%, por ejemplo, y las fallidas Ant-Man y la Avispa: Quantumanía y Eternals un 46% y un 47%, respectivamente.
El episodio final de Invasión Secreta ha sido vapuleado por la crítica y es lo peor de Marvel
Marvel Studios, según los últimos informes publicados, invirtió más de 200 millones de dólares para poder llevar a cabo Invasión Secreta, proyecto que se decía que sería troncal para atar la fase 3 del UCM con la inminente The Marvels, la siguiente película con Brie Larson que llegará a cines en noviembre. El desenlace de esta historia de espías con aroma de El Soldado de Invierno, repleto de Skrulls y de secretos, ha terminado cayendo en desgracia con un público exigente que pide a gritos a Marvel que regrese a la calidad en vez de a la cantidad: "No me había dado cuenta de que 'Invasión Secreta' tenía un presupuesto de 200 millones de dólares. Volved a la calidad sobre la cantidad antes de que James Gunn os machaque el culo con el universo DC", comentaba un usuario en Twitter.
Disney admitió su error con Marvel recientemente, pero todavía tiene productos pendientes de estreno que continuarían aumentando la fatiga del público con respecto al género de superhéroes: "Hemos tenido algunas decepciones recientes", admitía Bob Iger, CEO de Disney, en declaraciones a CNBC. "En general, nos habría gustado que algunos de nuestros lanzamientos más recientes funcionaran mejor", continuaba. "En nuestro afán por aumentar significativamente nuestros contenidos para servir sobre todo a nuestras ofertas de streaming, hemos acabado exigiendo a nuestro personal mucho más de lo que habían estado hasta ahora, en términos de tiempo y atención". Acto seguido, abordaba el asunto de Marvel: "Marvel es un gran ejemplo de ello. No han estado en el negocio de la televisión a un nivel significativo. No sólo aumentaron su producción de películas, sino que acabaron haciendo varias series de televisión que, francamente, diluyeron el foco y la atención".
Marvel Studios afirmó que tenía intención de volver al ciclo de los Vengadores, creando a un nuevo equipo, frenando la producción y realización de proyectos. Después del tremendo éxito de Vengadores: Endgame y del caótico desarrollo de la fase 4, se espera que la casa de Kevin Feige enderece su rumbo de cara a las siguientes fases: "Las secuelas suelen funcionarnos bien. ¿Necesitas una tercera y una cuarta, por ejemplo? ¿O es hora de recurrir a otros personajes? No hay nada en absoluto inherentemente mal en términos de marca en Marvel. Vamos a volver a la franquicia de Los Vengadores, pero con unos Vengadores totalmente diferentes".